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El patriotismo es el último refugio de un bribón. Samuel Johnson.
Buscar inútilmente en lejanas tierras las alegrías que viven en tu patria. S. A. Mahlmann
En todo momento un patriota es un loco. A. Pope.
En nuestra última morada, el féretro, dejan de existir las preocupaciones domésticas. Tan sólo el que se encierra en dicha fortaleza se encuentra seguro. F. Rückert.
En este mundo, el pobre corazón azotado por cualquier tempestad, no encuentra la verdadera paz más que cuando cesa de latir. J. G. von Salis-Seewis.
La concordia hace crecer a las cosas pequeñas; la discordia arruina las grandes. Salustio.
El más santo no puede mantenerse en paz cuando no le place al vecino malvado. F. Schiller.
SENTIMIENTOS:
Más fino de lo necesario. Nuestro sentido para observar si otros perciben nuestras flaquezas es mucho más fino que nuestro sentido para observar las flaquezas de otros: de lo que se deduce, por tanto, que es más fino de lo necesario. F. Nietzsche.
Chiste: el chiste es el epigrama [composición poética breve que expresa un pensamiento ingenioso o satírico con agudeza] a la muerte de un sentimiento. F. Nietzsche.
Cuando la olla hirviendo se desborda, ella misma se calma. Proverbio Americano.
No hay más de cinco colores primarios, sin embargo, combinándose producen más matices de los que nunca se han visto. Sun Tzu.
No hay más de cinco notas musicales, sin embargo, las combinaciones de estas cinco dan como resultado más melodías de las que pueden escucharse. Sun Tzu.
El buen tiempo y el mal tiempo están dentro de nosotros, no fuera. Proverbio Tibetano.
El sentimiento produce un descenso parcial del nivel mental… Debido a la reducción de consciencia causada por el sentimiento, se produce un descenso del control que proporciona al inconsciente una oportunidad de ocupar el espacio que queda vacío. C. G. Jung.
Todo nuestro razonamiento se reduce a ceder al sentimiento. Blaise Pascal.
Algunas personas sienten la lluvia, otras simplemente se mojan. Bob Marley.
Todos los sentimientos extremos se alían con la locura. Virginia Woolf.
No puede haber una transformación de la oscuridad a la luz y de la apatía en movimiento sin emociones. Carl Gustav Jung.
Una sensibilidad exagerada es sinónimo de sentido de inferioridad. Alfred Adler.
Cuanto mayor sea el sentimiento de inferioridad que se ha experimentado una persona, más poderoso es el impulso de la conquista y más violenta es la agitación emocional. Alfred Adler.
Si la razón hace al hombre, los sentimientos lo conducen. J. J. Rousseau.
El cerebro emocional responde a un evento más rápidamente que el cerebro racional. Daniel Goleman.
La voluntad es la intención favorecida por las emociones. Raheel Farooq.
Georg Ch Lichtenberg:
Saber utilizar en provecho propio los sucesos inesperados de la vida de modo que la gente crea que uno los había previsto y deseado, significa a menudo felicidad y forma al hombre en el mundo. El simple hecho de conocer esta regla y tenerla siempre en mente es ya un estímulo.
La mejor manera de alabar a vivos y difuntos es disculpando sus debilidades y aplicando, el máximo conocimiento posible de la naturaleza humana.
La mayoría de los teólogos defienden sus principios no porque estén convencidos de la verdad de los mismos, sino porque alguna vez la han afirmado.
Algo de la fama de los hombres más famosos se debe siempre a la necia miopía de sus admiradores.
Dondequiera que miremos, nos vemos sólo a nosotros.
Un personaje: ver solamente lo peor en todas las cosas, tenerle miedo a todo, considerar incluso la buena salud como un estado en el que no se siente la propia enfermedad; creo que yo no podría representar ningún personaje con mejor fortuna que éste.
Siempre me aflige la muerte de un hombre de talento, pues el mundo tiene más necesidad de ellos que el Cielo.
Vengo pensando hace ya tiempo que la filosofía acabará por devorarse a sí misma. La metafísica ya se ha autodevorado en parte.
Las justificaciones de sus errores producen, en parte, un buen efecto, pero suelen contribuir tan escasamente a mejorar sus desaciertos como, en el juego de bolos, el ayudarse con la cabeza, hombros, brazos y piernas cuando ya se ha lanzado la bola; es más deseo que efecto.
En general he pensado mucho, lo sé, mucho más de lo que he leído; de ahí que desconozca muchas cosas que los demás saben y me equivoque a menudo al mezclarme con la gente, lo cual me vuelve tímido.
Me desprecia porque no me conoce, y yo desprecio sus inculpaciones porque me conozco.