Viernes, 16 de Octubre de 2020

DESEO:

El deseo crea apego y el apego es causa de sufrimiento en cuanto deja de satisfacer las habituales y, a veces sutiles, demandas. ¿Sabemos aplazar el deseo de satisfacción inmediata? ¿Estamos entrenados en la renuncia al objeto de deseo que nos libera de la esclavitud al mismo. José María Doria.

La enfermedad y la vejez son nuestros mejores aliados para obtener la virtud, porque con los años los deseos se moderan y con la enfermedad se extinguen. Película Don Juan en los infiernos.

No importa qué pidas en un restaurante; lo que pidan los demás siempre parecerá mejor. Edna St. Vincent Millay.

Los pobres quieren ser ricos, los ricos quieren ser felices; los solteros quieren casarse, y los casados, morirse. Nicolas Sébastien Chamfort

El estado de ardor venéreo nos atormenta, el de deseo satisfecho nos entristece, más lo que nos contenta es el tránsito de un estado al otro. G. Bruno.

¡Todo es más fácil dicho que hecho! Comienza por las cosas pequeñas. Cuando tengas un mínimo desacuerdo, acepta el punto de vista de la otra persona y mira qué pasa. Despréndete de los pequeños disgustos. Sigue las enseñanzas de Epitectus, un santo griega que aconsejó a sus alumnos, Aprended a desear que todo debe de ocurrir de la manera que ocurre.  Dan Millmann.

Si quieres llegar al castillo, tienes que cruzar el foso. Película Comer, rezar, amar.

… Pero hasta tanto que llegue ese momento amenazador nuestro héroe no desea nada, porque está por encima del deseo, porque está saciado, porque es artista de su propia vida y se forja cada hora según su propia voluntad. F. Dostoievski.

El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos. Pitágoras.

El deseo intenso crea no sólo sus propias oportunidades sino además sus propios talentos. Eric Hoffer

El deseo muere automáticamente cuando se logra; fenece al satisfacerse. El amor, en cambio, es un eterno deseo insatisfecho. José Ortega y Gasset.

Las novelas son la historia de los deseos humanos. Anónimo.

Dos tipos de deseo (Fedro) Platón:

A) El deseo como sensatez.

B) El deseo como desenfreno. Éste a la vez se explica con el desenfreno que se tiene por la comida, bebida y el cuerpo. Este último es un empuje hacia el amor que entra por los sentidos para llevar al mundo cognoscible y así poder observar la verdad.

 

Cuando el velero no puede luchar contra el viento

y el mar para seguir su rumbo, tiene que capear el

temporal, que lo hace ir a la deriva, la huida delante

de la tormenta con el mar en proa al mínimo de

velas. La huida es a menudo, lejos de las costas,

la única manera de salvar barco y tripulación. Y

permite descubrir playas desconocidas que brotan en

el horizonte de aguas calmas. Playas desconocidas

que siempre serán ignoradas por aquellos que tienen

ilusoria suerte de poder seguir la ruta de los cargueros

y petroleros, la ruta sin imprevistos impuestas por

las compañías navieras. Tal vez conozcáis a ese

barco llamado deseo. (…)

No todas las cárceles tienen barras: muchas son

menos evidentes y es difícil escaparse de ellas porque

no sabemos de ser prisioneros ¿Son las cárceles

de nuestra automatización cultural que castra la

imaginación, fuente de la creatividad?

Henri Laborit.

 

No siempre puedes conseguir lo que quieres
pero si lo intentas algunas veces
podrías encontrarlo
consiguiendo lo que deseas.

Rolling Stones

José Joaquín de Mora:

• El sentimiento de deseo puede unirse a otros matices psíquicos. Por ejemplo los verbos aspirar a, querer, codiciar, ambicionar, sugieren voluntad activa del sujeto, en mayor o menor grado, para procurarse lo deseado. Los verbos suspirar por, ansiar, anhelar (intensivos de desear) no suponen necesariamente actividad por parte del sujeto. Otras significaciones especiales dependen de la cosa deseada; por ejemplo: se apetece un buen vino, se codicia la riqueza, se ambiciona un cargo.

• Se desea lo que gusta; se apetece lo que se necesita. Hay más sensualidad en el acto de apetecer que en el de La ciencia, el poder, la fama son objetos legítimos del deseo. Se apetece el descanso, el manjar, la bebida, el refresco en los días calurosos. Apetecer viene de apetito, sentimiento que los hombres tienen de común con los animales.

• Se desea lo que satisface a la voluntad; se apetece lo que satisface a los sentidos. Como las más veces se dirige por ellos la voluntad, se desea ordinariamente lo que se Se desea un ascenso o una gracia; se apetece un manjar, un deleite. Un enfermo desea, y no apetece, un remedio. Los irracionales desean, no apetecen.»

VALLE DE SOMBRA DE MUERTE Escrito por José de Segovia. (Película Tierras de penumbra):

• Lewis conoció aquellos días el amargo sabor del dolor y la desesperación, el terror de la duda, y lo que parecía el silencio de la obra inexplicable de Dios. La famosa frase que abre ′Una pena observada′ dice: ′Nadie me había dicho que la pena se viviese como miedo′. Es la angustiosa sensación de pathos, entre oscuras nubes negras de tormenta. Él había escrito antes en ′El problema del dolor′, que ′precisamente porque Dios nos ama, nos concede el don de sufrir′. Por lo que ′el dolor es el megáfono que Dios utiliza para despertar a un mundo de sordos′… El problema es que esto lo escribe mucho antes de conocer este dolor en su propia carne.

• Aunque el sufrimiento no le hizo perder la fe, encuentra al final una enseñanza espiritual en todo ello. ′Sométete a la muerte′, dice, pero ′la muerte de tus ambiciones y deseos favoritos, cada día, y la muerte de todo tu cuerpo, finalmente′. Porque si ′sometes cada fibra de tu existencia, encontrarás vida eterna′. ¿No es esta una resignación más propia del fatalismo? No, porque él añade, que si ′no te guardas nada′, es porque ′nada que no haya muerto, podrá ser levantado de la muerte′. ¿A qué se refiere entonces Lewis con esta mortificación?

• ′Mírate a ti mismo, y encontrarás en la larga carrera odio, soledad, desesperanza, ira, ruina y decadencia; pero mira a Cristo, y encontrarás que, con Él, ninguna otra cosa importa′. Ya que si ′el Señor es mi Pastor; nada me faltará′, dice el Salmo 23. ′Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo′. El Buen Pastor, ′con su vara y su cayado me infundirán aliento′. Por eso para Pablo, ′el vivir es Cristo y el morir es ganancia′. Ya que Jesús dice: ′Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá′. Puesto que todo aquel que vive y cree en Él, dice Jesús, ′no morirá eternamente′.

ANÓNIMO:

• El prohibir es el despertar del deseo.

• No es el deseo una imaginación, sino una perfecta atracción.

• Lo que deseas hoy puede no gustarte mañana, así que no te amargues por algo que no consigas.

• Deseo que lo que quieras para mí lo recibas por triplicado para ti.

• Cuando cumples alguno de tus sueños, automáticamente se destruyen todos.

• Deseo que tus sueños te lleven dónde tu corazón le gustaría estar.

• Si deseas que tus sueños se hagan realidad… ¡Despierta!

• Deseo que nunca se me olvide tu cara, tus gestos, tu risa, tus ojos y esa forma de levantar la ceja cuando nos cantabas. Deseo llevarte siempre en mi corazón.

• Mi mayor deseo es… que se acorten las distancias que nos separan.

• Deseo que el amor me haga expresar lo que realmente siente mi corazón para no lastimarte.

• El que no tiene deseos ya se puede morir, porque no tiene vida.

• Aférrate a tus sueños y no los abandones jamás.

• Si tienes un deseo y quieres mantenerlo, no permitas que se cumpla.

• Si lo deseas, cógelo…

• A veces mi corazón llega donde mis palabras no.

• Los deseos son una ventana al cosmos del universo, una zona luminosa donde la imaginación vuela y se desprende, donde el alma se pierde y eres feliz por un momento de tu vida…

CRISTINA PERI ROSSI. Isabel Menéndez/Inmaculada Ruiz [MH]:

• MH: cuenta que, cuando se exilió, temía perder su identidad de escritora. ¿Cómo se formó esa identidad?

• CPR: hay una parte que es genética. La otra se forma a partir de los deseos. Yo creo que es posible vivir atravesada por el deseo, por una vocación profunda que consiste en poner al servicio de ella casi todos los intereses de esta vida. Cuando digo que he vivido presidida por el deseo más que por el goce, es porque me parece más gozoso desear que obtener lo que uno quiere, es decir, que con el goce se acaba el deseo; si uno está satisfecho hay que construir otro. Y la escritura es un deseo imposible, es eterno porque siempre hay una experiencia por escribir, y eso te permite vivir instalada en el deseo, que es tener una vida ilimitada: el goce sería la muerte. Hay dos psicoanalistas austriacos que hicieron, en los 70, un libro muy interesante sobre las diferentes maneras de hacer el amor de las mujeres y los hombres, y decía que ellos buscaban matar el deseo, para acaba con una pulsión; y ellas para empezar a desear.

• MH: ¿para empezar a desear qué, lo hace usted?

• CPR: para empezar a desear hacer el amor. No para terminar con el deseo, sino para seguir deseando. Quizás tiene que ver con la distinta configuración física.

• MH: con la gestación, quizá ¿no?

• CPR: sí, sí, exacto a las mujeres, del fracaso de la sexualidad las consuela la maternidad; a los hombres, el dinero, el poder.

• MH: ¿y a usted?

• CPR: seguir deseando. Considerar que, a lo mejor, la próxima vez no es un fracaso. Mantenerme en la ilusión.

Napoleón Hill:

• Creo en el poder del deseo respaldado por la fe, porque he visto cómo ese poder elevaba a hombres desde comienzos humildes a posiciones de poder y riqueza.

• El punto de partida de cualquier logro es el deseo.

• El deseo es el comienzo de un logro, no una esperanza, sino un fuerte e imparable deseo que supera todo.

• Un deseo ardiente de ser y de hacer es el punto inicial desde el que el soñador debe lanzarse. Los sueños no están hechos de indiferencia, pereza, ni falta de ambición.

• La perseverancia es un factor esencial para el procedimiento de transformar el deseo en su equivalente monetario. El fundamento de la perseverancia es la fuerza de voluntad.

• Cuando la fuerza de voluntad y el deseo se combinan adecuadamente, forman una asociación irresistible. En general, los hombres que acumulan grandes fortunas son conocidos como fríos, a veces como despiadados incluso. A menudo son mal interpretados. Lo que tienen es fuerza de voluntad, que ellos combinan con la perseverancia, utilizando ambas cosas para apoyar sus deseos y asegurarse así el logro de sus objetivos.

• (…) Tras toda esta demanda de cosas nuevas y mejores hay una cualidad que uno debe poseer para ganar, y es la definición del propósito, el conocimiento exacto de lo que uno quiere, y un deseo ardiente de poseerlo.

• La grandeza es para aquellos que desarrollan un ardiente deseo de alcanzar objetivos elevados.

• Los pensamientos son cosas, cosas muy poderosas cuando se combinan con la exactitud del propósito, la perseverancia y un imperioso deseo de convertirlas en riqueza, o en otros objetos materiales.

• Si desea obtener más asegúrese de exigir más de ti

• Cuando uno sabe lo que quiere, es más probable que lo reconozca cuando lo vea.

Al parecer un componente fundamental de la felicidad pasajera y de la realización es la congruencia, es decir, estar libres del conflicto interno de los virus mentales que nos impiden vivir los valores que  más apreciamos. Las claves para obtener los resultados que queremos en la vida son (Donald Lofland):

• Conocer claramente nuestros valores, sueños y proyectos más entrañables (es decir, nuestra misión en la vida).

• Encontrar una manera de cerrar la brecha entre nuestros valores primordiales y la manera en que vivimos la vida cotidiana.

Existen dos maneras básicas de tratar de conseguir lo que quieres en la vida, ya se trate de dinero, amor, oportunidades o negocios (Talane Miedaner):

• Decides tu objetivo y vas tras él.

• Atraes hacia ti tu objetivo.

Película El talismán:

• Pedidme lo que queráis, cualquier cosa que esté en mi mano ofreceros.

• Al hombre sabio no se le ocurre pedir ni el sol ni la luna.

F. Nietzsche:

• Aquel que hace de alguno su ídolo trata de disculparse ante sí mismo elevándose idealmente; se hace artista en la persona de su ídolo para tener la conciencia tranquila… el dolor y la alegría interior de un hombre de estos, no puede saciar su sed en vasos de dimensiones comunes.

• Napoleón… pertenece a la humanidad antigua, la cual se distingue fácilmente por una señal: la concepción sencilla y el desenvolvimiento ingenioso de un solo motivo o de un corto número de ellos.