Viernes, 10 de Julio de 2020

DESTINO:

HIBRIS (desmesura, exceso): La religión griega ignoraba el concepto de pecado tal como lo concibe el cristianismo, lo que no es óbice para que la hibris parezca la principal falta en esta civilización. Se relaciona con el concepto de moira, que en griego significa ‘destino’, ‘parte’, ‘lote’ y ‘porción’ simultáneamente. El destino es el lote, la parte de felicidad o desgracia, de fortuna o desgracia, de vida o muerte, que corresponde a cada uno en función de su posición social y de su relación con los dioses y los hombres. Ahora bien, el hombre que comete hibris es culpable de querer más que la parte que le fue asignada en la división del destino. La desmesura designa el hecho de desear más que la justa medida que el destino nos asigna. El castigo a la hibris es la némesis -el castigo de los dioses que tiene como efecto devolver al individuo dentro de los límites que cruzó-. Heródoto lo expresa claramente en un significativo pasaje: puedes observar cómo la divinidad fulmina con sus rayos a los seres que sobresalen demasiado, sin permitir que se jacten de su condición; en cambio, los pequeños no despiertan sus iras. Puedes observar también cómo siempre lanza sus dardos desde el cielo contra los mayores edificios y los árboles más altos, pues la divinidad tiende a abatir todo lo que descuella en demasía.

Sigue tu corazón y encontrarás el amor. Sigue a tu alma y encontrarás tu destino. Película A golpes.

El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices. Nietzsche.

La mayor riqueza del hombre consiste en tener un ánimo suficientemente grande para no desear la riqueza. Johann W. Goethe.

Abandónate al destino y adáptate a las circunstancias, pues lo que está escrito no se borra porque tú quieras. Omar Khayyam.

Cada cual se fabrica su destino. Miguel De Cervantes.

Cuanto antes nos percatemos de que nuestro destino está en nosotros mismos, y no en las estrellas, tanto mejor para nosotros. Axel Munthe.

Del cielo es la inclinación; el sí o el no todo es mío; que el hado en el albedrío, no tiene jurisdicción. Juan Ruiz De Alarcón.

El destino a veces suele cumplirse en pocos segundos, y aquello que durante años se ha buscado no lo concede un dichoso azar. Franz Schubert.

El destino baraja, y nosotros jugamos. Arthur Schopenhauer.

El destino no reine sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad. Giovanni Papini.

El hombre sensato cree en el destino; el voluble, en el azar. Benjamin Disraeli.

El odio como el amor se apagan en la tumba. Sólo una cosa permanece invariable en la vida, como después de la muerte: nuestro destino. Henrik Ibsen.

El que nace para ser ahorcado nunca morirá ahogado. Thomas Fuller.

El que puede cambiar sus pensamientos pude cambiar su destino. Stephen Crane.

En los muros del tiempo trabajamos todos como arquitectos de nuestro propio destino. Orison S. Marden.

He comprendido que somos sordos y ciegos, que venimos de la noche para volver a la noche sin saber nada de nuestro destino. Julien Green.

La anatomía es el destino. Sigmund Freud.

La experiencia demuestra que los hombres y las palabras son incapaces de gobernar los acontecimientos. Nicolás II de Rusia.

La inteligencia anula al destino. Mientras un hombre piensa, es libre. Ralph W. Emerson.

La manera en que una persona toma las riendas de su destino es más determinante que el mismo destino. Karl W. Von Humboldt.

Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder. Ralph W. Emerson.

Lo que deba ser, será. Esquilo.

Lo que un hombre piensa de sí mismo, esto es lo que determina, o más bien indica su destino. Henry D. Thoreau.

Los espíritus vulgares carecen de destino. Platón.

Ni aun permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar puede el hombre escapar a la sentencia de su destino. Esquilo.

No creo en la casualidad ni en la necesidad: mi voluntad es el destino. John Milton.

No es lo que vivimos lo que forja nuestro destino, sino lo que sentimos por lo que vivimos. Marie Von Ebner-Eschenbach.

No labra uno su destino, lo aguanta. Gustave Flaubert.

Que cada ocasión sea una gran ocasión, porque no sabéis cuándo el destino os favorecerá. Orison S. Marden.

Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál tiene que ser su destino. Proverbio Árabe.

Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también. Walt Whitman.

Si sabes que nada puedes hacer contra tu destino, ¿por qué te produce ansiedad la incertidumbre del mañana? Si no eres tonto, goza del momento presente. Omar Khayyam.

Sólo aquellos que nada esperan del azar son dueños del destino. Matthew Arnold.

Tendremos el destino que nos hayamos merecido. Albert Einstein.

Yo creía que la ruta pasaba por el hombre, y que de allí tenía que salir el destino. Pablo Neruda.

Yo soy el dueño de mi destino; yo soy el capitán de mi alma. William E. Henley.

El futuro no está establecido. No hay destino. Sólo existe lo que haces tú con tu vida.  Película Terminator II.

Las personas fuertes crean sus acontecimientos; las débiles sufren lo que les impone el destino. Alfred de Vigny.

A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno ¿quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Más esperamos que así sea y sabemos que así será. W. Goethe.

Cómo te pareces al agua, alma del hombre. Cómo te pareces al viento, destino del hombre. W. Goethe.

Scout Peck dice en Un camino sin huellas, que nunca tenemos el destino tan en nuestras manos como al llegar a un callejón sin salida: ‘nuestros momentos más sublimes es más probable que tengan lugar cuando  nos sentimos profundamente abatidos, infelices o insatisfechos. Es sólo en estos momentos, empujados por la insatisfacción, que somos capaces de salir del camino trillado y empezar a buscar respuestas más verdaderas en otros senderos. Francesc Miralles.

Pobres locos que no comprenden que los hombres pueden a veces cambiar el futuro. Alejandro Dumas, padre.

No podemos cambiar el destino, eso no podemos hacerlo, sin embargo, se puede superar y dejarlo a un lado y si sigues luchando todo es nuevo. Tuyo si lo quieres.  Película Get Carter.

Nuestro destino no siempre está en nuestras manos.  Película El predicador y el forajido.

El destino no reside en las estrellas sino en nuestra cabeza. W. Shakespeare.

Ciento volando o pájaro en mano: una de las grandes sorpresas que se llevó Freud al construir su teoría de la psique humana fue la resistencia al cambio, a la mejora terapéutica, de muchos de sus pacientes.  Llegó a la paradójica conclusión de que la enfermedad le era útil al paciente. Si te estás planteando un giro en tu vida, finalizar una relación, cambiar de aires, puede que aquello que no te gusta y que te ha motivado al cambio te dé la seguridad que no encuentras en el incierto futuro.  Si estás seguro de que las expectativas de tu presente no te convencen, pero no te mueves para mejorarlas, creas una contradicción dolorosa. El futuro es, por definición, impredecible. Pero no te va a venir impuesto: no existe un destino predeterminado ni para ti ni para nadie. Tú eres quien lo construye.  Olvídate del temor a las consecuencias de tus actos y júzgate también por la valentía de estos. A veces los poetas son los que más saben del alma humana. Acuérdate de aquello que cantaba Serrat: ‘no hay  nada más bello que lo que nunca he tenido…’, para que un día no tengas que darle la razón. José A. Rodríguez.

La culpa… no es de las estrellas, sino de nosotros mismos (W. Shakespeare). Película Recuerda.

Todos esos pájaros atrevidos que vuelan hacia espacios lejanos, llegará momento en que no podrán ir más lejos y tendrán que posarse en un poste o un pelado arrecife… nuestros grandes iniciadores y precursores acabaron por detenerse y cuando la fatiga se detiene no toma actitudes nobles ni graciosas… se dirá algún día de nosotros, que navegando siempre hacia el Oeste esperamos llegar a unas Indias desconocidas, pero que nuestro destino era naufragar en lo infinito.  F. Nietzsche.

Antes buscaba en las estrellas el destino ahora busco en mí. Anónimo.

Tenemos el poder de labrar nuestro destino. Anónimo.

Tendremos el destino que nos hayamos merecido.  Albert Einstein.

El erudito taoísta Zhuangzi escribió que el sabio evita el desastre considerando evitable lo que parece inevitable. La parte que complementa su pensamiento es que el ignorante corre hacia el desastre considerando lo que es evitable como inevitable… El hombre sabio contempla lo inevitable y decide que no es inevitable (…).  El hombre común contempla lo que no es inevitable y decide que es inevitable.  Lou Marinoff.

Ferlosio encuentra que la mejor definición de destino está en el ‘refrán más espléndido y a la vez más terrible del idioma español…: el potro que ha de ir a la guerra, ni lo come el lobo ni lo aborta la yegua. J. A. Rojo/ M. Mora.

Che sara, sara (…) [lo que haya de ser, será…] película La condesa descalza.

 

Vigila tus Pensamientos; se convierten en tus Palabras.

Vigila tus Palabras; se convierten en tus Acciones.

Vigila tus Acciones; se convierten en tus Hábitos.

Vigila tus Hábitos; se convierten en tu Carácter.

Vigila tu Carácter; se convierte en tu Destino

Frank Outlaw.

Es claro lo mucho que nuestra felicidad depende de lo que somos, de nuestra individualidad, mientras que casi siempre tomamos en consideración sólo nuestro destino, o sea, aquello que tenemos o que representamos. Pero el destino puede mejorar; además, si tenemos riqueza interior, no le exigiremos mucho. En cambio, un bobo continuará siendo un bobo y un palurdo continuará siendo un palurdo hasta el final de sus días, aunque se hallase en el Paraíso y rodeado de huríes.  Arthur Schopenhauer.

Los hombres artesanos de su ruina, deben ser capaces de convertirse en los amos de su destino.  Epicuro.

En la vida la suerte es el 50% y el otro 50% el destino’. Película Goldeneyes.

Sonríe al destino. O. Khayyam.

Pues lo que todo el mundo prevé con harta antelación acaba siempre sucediendo al fin: estupidez inextinguible a la que desde ahora se llama destino. Max Frisch.

El destino reposa sobre las inquietas rodillas de los dioses. Anónimo.

Pienso que uno es el que decide y toma las determinaciones sobre su vida, incluso dormido. Paralelamente hay un cierto destino, suerte y coincidencias. Cuando pasan cosas, las toma al vuelo. Hay que saber ayudar a la suerte. Benicio del Toro.

 

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