Sábado, 28 de Septiembre de 2019

HOMBRE SUPERIOR:

No deberían turbarnos nuestras dificultades sino tan solo nuestra incapacidad de hacer que crezca de ellas algo hermoso. F. Nietzsche.

Nada hay más pequeño que un grande dominado por el orgullo. Miguel de Cervantes.

De altos espíritus es apreciar las cosas altas. Miguel de Cervantes.

El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad. Ludwig van Beethoven.

Los hombres superiores son los únicos que saben amar. Honoré de Balzac.

A todos los auténticos grandes hombres les gusta dejarse tiranizar por un ser débil. Honoré de Balzac.

El lujo de ser mejores que los demás hay que pagarlo: la sociedad exige un tributo que ha de pagarse en tiras de pellejo. Jacinto Benavente.

Las almas más grandes son tan capaces de los mayores vicios como de las mayores virtudes. R. Descartes.

La mayoría de los héroes son como algunos cuadros, no se les debe mirar de cerca. La Rochefoucauld.

Se dice que no hay hombre grande para su ayuda de cámara. Eso es porque el gran hombre sólo puede ser reconocido por otro gran hombre, y el ayuda de cámara seguramente sólo sabrá estimar a sus iguales. Goethe.

De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso. Napoleón.

En los montes más elevados caen los rayos, y donde hallan mayor resistencia hacen más daños. Miguel de Cervantes Saavedra.

Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino. R. Descartes.

La perfección estriba en mantener cada cual su dignidad sin perjudicar la libertad ajena. Francis Bacon.

La talla de las estatuas disminuye alejándose de ellas; la de los hombres, aproximándose. J. B. A. Karr.

Se ha alcanzado la excelencia como líder cuando la gente lo sigue a uno a todas partes, aunque sólo sea por curiosidad. Colin Powell.

Un gran hombre es aquel que no ha perdido su corazón de niño. Mencio.

Los grandes espíritus siempre han encontrado violenta oposición de parte de los mediocres. Estos últimos no pueden entender cuando un hombre no sucumbe impensadamente a prejuicios hereditarios sino que, honestamente y con coraje, usa su inteligencia. Albert Einstein.

Es muy difícil seguir viviendo sin la esperanza de toparse con lo extraordinario. Harold Bloom.

No hay peor descrédito que aborrecer a los mejores. Baltasar Gracián.

Si el hombre fuera constante, sería perfecto. W. Shakespeare.

Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza. W. Shakespeare.

En su ‘Política de amor universal’, el sabio Mo Ti, coetáneo de Confucio y Lao Tsé, propuso diversas medidas para garantizar la prosperidad de China, siendo la principal ‘atraerse los varones letrados’. Que el crecimiento de una nación dependa de la preparación e integridad de sus funcionarios no tiene nada de revolucionario. Lo novedoso de su pensamiento fue defender la dureza del examen como único criterio para seleccionar a los mejores, porque sólo ellos destacarían cuando más arduas fuesen las pruebas: los ríos caudalosos son difíciles de navegar, pero su corriente impulsa los troncos que no se mueven por aguas tranquilas. Teófilo Hurtado Navarro.

El más cercano a la perfección es quien, con penetrante mirada, se declara limitado. Goethe.

Dichoso aquél que recuerda con agrado a sus antepasados, que gustosamente habla de sus acciones y de su grandeza y que serenamente se alegra viéndose al final de tan hermosa fila. Goethe.

J. P. SARTRE responde a JOHN GERASSI:

  • G: Siempre lo dice, pero usted se consideraba superior…

  • S: pero no superior a mis compañeros. Superior en tanto que escritor, porque el escritor es inmortal a través de su escritura, pero no como miembro de la sociedad, ni como Zaratustra, que, tal y como afirmaba Nietzsche categóricamente, se considera superior a sus compañeros porque éstos son incapaces de compartir su perspicacia.

La mayoría de ellos (Miguel Ángel, Van Gogh o Charles Darwin) fueron atacados, derrotados, insultados y, durante muchos años, parecía que no llegarían a ningún lugar. No obstante, cada vez que rodaban por tierra, tenían la capacidad de levantarse e intentarlo una vez más. Los grandes genios son aquellos que nunca le dieron a su enemigo el poder de destruirlos. Irving Stone.

De altos espíritus es apreciar las cosas altas. Anónimo.

Cuando veas un gigante, examina antes la posición del sol, no vaya a ser la sombra de un pigmeo. Novalis.

Todos los hombres que conozco son superiores a mí en algún sentido. En ese sentido aprendo de ellos. Ralph W. Emerson.

¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar? Hellen A. Keller.

Las almas más grandes son capaces de los mayores vicios, como de las mayores virtudes. Rene Descartes.

Es bueno ser importante pero más importante es ser bueno. Anónimo.

La ciencia es un magnífico mobiliario para el piso superior de un hombre, siempre y cuando su sentido común esté en la planta baja. O. W. Holmes.

El hombre llegará a ser mejor si le muestras cómo es. Antonio Chejov.

Admite que alguien te supere. G. Gurdjieff.

No te dejes impresionar por personalidades fuertes. G. Gurdjieff.

Quien es lo suficientemente inteligente para conocer sus limitaciones, está ya cerca de la perfección. J. W. Goethe.

Estas tres señales distinguen al hombre superior; la virtud, que lo libra de la ansiedad; la sabiduría, que lo libra de la duda; y el valor, que lo libra del miedo. Confucio.

Los títulos son condecoraciones para tontos. Los hombres grandes tienen suficiente con su nombre. Federico III el Grande.

Hay que intentar ser el mejor, no creerse el mejor. Juan Manuel Fangio.

Celebraría saber cuántos hombres se necesitan para hacer uno perfecto. Príncipe de Ligne.

Perdonamos a los grandes del mundo porque han muerto; pero en vida son imperdonables. Aforismo chino.

El hombre superior es impasible; se le vitupere o se le alabe, siempre sigue adelante. Napoleón.

Siempre es un elogio para la persona que se le puedan decir sus errores sin que deje de ser grande. Anónimo.

El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad. L. V. Beethoven.

FELICIDAD:

¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA SER FELIZ?… Pero a veces el objetivo no está en hallar, sino en dejar atrás. La clave está en huir del estrés que nos puedan provocar los problemas. El 95% del sufrimiento es inútil, lo creamos nosotros mismos. La mayoría de las veces los problemas surgen de nuestra manera de enfrentarnos a ellos, no de lo que ocurre en realidad. María Jesús Álava.

Muchas veces no somos conscientes de que nuestra vida es aquello que pasa mientras vivimos, que cada día vivido es un día gastado. Acostumbramos a poner palos a nuestra felicidad: cuando acabe la carrera, cuando me case, cuando tenga el niño, cuando termine de pagar la hipoteca me permitiré…Tenemos que establecer una parcela de tiempo propio, definir nuestras preferencias, aficiones, deseos (…) y fijar un objetivo y un horario para cumplirlo.  María Frisa.

SER FELIZ: nos han querido hacer creer que es posible ser feliz sin el esfuerzo de la superación, sin enfrentarse al sufrimiento que a cada uno le toca, sin el dominio de sí, sin el cansancio del esfuerzo, sin la tensión de vivir los compromisos. Pedro Manglano.

Debemos darnos cuenta de que, cada día, podemos gozar de decenas de momentos preciosos y con frecuencia los gastamos sin disfrutarlos y sin ser conscientes de que existen. Pedro Manglano.

Las relaciones no son para hacernos felices, sino conscientes. Raimon Samsó.

La felicidad no consiste en contar con las mejores condiciones y más perfectas para disfrutar, sino en aprender a apreciar todo lo que tenemos y a desarrollar la conciencia plena de nuestra vida en cualquier instante.   Cristophe André.

A la gente triste le disgusta la feliz, tanto como la feliz aborrece a la triste; los que son rápidos de pensamiento se ponen nerviosos con los calmados, así como los descuidados no pueden soportar a los que siempre están ocupados. Horacio.

El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace. Lev Nicolaievich Tolstoi.

La felicidad consiste en conocer tus propios límites y amarlos. Romain Rolland.

Polícrates fue durante el siglo VI a.C. tirano de la isla egea de Samos. Aunque accedió al poder mediante un golpe de Estado, las obras públicas de su gobierno mejoraron ostensiblemente el nivel de vida de su pueblo. Todo ello henchía de felicidad a Polícrates. Sin embargo, al mismo tiempo, le hacía tremendamente infeliz. Temía que los dioses sintiesen envidia de él y le castigasen. En definitiva, Polícrates sentía miedo de su propia felicidad.

La felicidad para Antístenes: alcanzable sólo a través de la virtud, por ello recomendaba la vida sencilla olvidando los placeres mundanos, rechazando el culto a las divinidades paganas, censurando el arte y la literatura, condenando el lujo y la comodidad, alabando el trabajo duro y afirmando que el conocimiento sólo se consigue mediante exactas definiciones.

Si mediante el adiestramiento mental conseguimos vivir en un continuo presente y de una manera exclusiva, concentrados sobre aquello que tenemos entre manos, el mundo, con todos sus problemas, desaparece (…) en esencia esto es lo mismo que busca el Tao y el Zen: no pensar y fluir con el curso ordenado de las cosas; que de alguna manera significa escaparse del tiempo, aparente culpable de todos los males. Si no hay pasado y no hay futuro en la mente tampoco hay tiempo, y por tanto no hay posible ansiedad o angustia. Sin ellas el aspirante tiene abiertas las puertas hacia la divinidad. El tiempo es la gran limitación, dentro de él no es posible la libertad suprema, ni por tanto la suma felicidad. Fernando Díez.

Por aspirar a la superhumanidad estamos a punto de acabar con la Humanidad. Si no lo asumimos así, los avances se volverán muy pronto en contra nuestra. El hombre volador se arriesga ya en su cosmos; aspira a determinar el sexo de sus hijos, y a curarlos de enfermedades puntuales; las mujeres estériles optan por ser madres, y las fértiles, no; emborronamos el frío del invierno y el calor del verano; exigimos cualquier alimento en cualquier tiempo, indiferentes a cosechas y ciclos; nos acercamos a la velocidad de la luz, e inventamos armas que ponen en peligro nuestra continuidad y la del mundo. Pero, a pesar de todo, no hemos abolido ni el miedo a la muerte, desconocemos la paz, nos oprimen las ciudades que construimos para salvarnos, y no nos sentimos más felices que antes. Antonio Gala.

¡Espantosa condición del hombre! Todo lo que constituye su felicidad proviene siempre de la ignorancia. Honoré de Balzac.

Napoleón Hill: 

  • Cuanto más se comparte, tanto más se tiene. Y, si usted comparte la felicidad con los demás, la felicidad crecerá, en su interior.

  • La felicidad empieza en tu casa. Los componentes de tu familia. Estimúlelos a ser felices, de la misma manera que un buen vendedor estimula a sus presuntos clientes a comprar.

  • La felicidad se encuentra en hacer, no simplemente en poseer.

  • La persona feliz es aquella que sueña con las cimas del éxito que todavía no ha logrado.

 

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