Sábado, 25 de Agosto de 2018

No tarda nueve meses sino sesenta años en formarse un hombre. André Malraux.

No has hecho bien en publicar tus libros de doctrina oral; pues, ¿en qué aventajamos a otros ahora, si las cosas en las que hemos sido particularmente instruidos se revelan a todos? Alejandro Magno.

El diablo no sabe más solo por viejo, te aseguro que tiene varios libros en la estantería del infierno. Miguel Angel García Herrera.

Los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje. Michel de Montaigne.

Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora. Buda.

Si los hombres solo pudieran conocerse uno al otro, nunca se idolatrarían u odiarían entre ellos.   Elbert Hubbard.

Todos los caminos de bondad conducen a la iluminación y al despertar. Buda.

Lo que la razón teje, por pasión se deshace. Alexander Pope.

La religión de todos los hombres debe ser la de creer en sí mismos. Jiddu Krishnamurti.

En Egipto se llamaba a las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás. J. B. Bossuet.

MIGUEL DE UNAMUNO:

  • Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.

  • El progreso consiste en el cambio.

  • Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende.

  • ¡Son tantos los mortales que no pueden digerir la felicidad! La felicidad no es cosa fácilmente digerible; es, más bien, muy indigesta.

  • Llamo rumiantes a los hombres que se pasan rumiando la miseria humana, preocupados de no caer en tal o cual abismo.

  • Ahora empiezo a meditar lo que he pensado, y a verle el fondo y el alma, y por eso ahora amo más la soledad, pero aún poco.

  • Cuando se muere alguien que nos sueña, se muere una parte de nosotros.

  • Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá.

  • La filosofía responde a la necesidad de hacernos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida.

  • El escritor solo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad.

  • El amor compadece, y compadece más cuanto más ama.

  • Los satisfechos, los felices, no aman; se duermen en la costumbre.

  • La verdadera ciencia enseña, por encima de todo, a dudar y a ser ignorante.

  • La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.

JOSÉ ORTEGA Y GASSET:

  • Un pueblo no sólo ha de saber vencer, sino también ser vencido. Manifiesta cierta pobreza de espíritu no estar dispuesto a ver en la derrota una de las caras que puede tomar la vida.

  • Esta lucha con un enemigo a quien se comprende es la verdadera tolerancia, la actitud propia de toda alma robusta.

  • Considero que es la filosofía la ciencia general del amor.

  • La filosofía es idealmente lo contrario de la noticia, de la erudición.

  • A su tiempo nacerá un Newton del placer y un Kant de las ambiciones.

  • El que no pueda lo que quiera, que quiera lo que pueda.

  • Los hombres pueden dividirse en tres clases: los que creen ser donjuanes, los que creen haberlo sido y los que creen haberlo podido ser, pero no quisieron.

  • Evitemos suplantar con nuestro mundo el de los demás.

  • El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor en cambio, es un eterno insatisfecho.

  • La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.

  • Lo menos que podemos hacer, en servicio de algo, es comprenderlo.

  • El hombre se diferencia del animal en que bebe sin sed y ama sin tiempo.

  • Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas.

  • Los hombres más capaces de pensar sobre el amor son los que menos lo han vivido; y los que lo han vivido suelen ser incapaces de meditar sobre él.

  • Individual o colectiva, la juventud necesita creerse, a priori, superior. Claro que se equivoca, pero éste es precisamente el gran derecho de la juventud: tiene derecho a equivocarse impunemente.

  • El vanidoso necesita de los demás, busca en ellos la confirmación de la idea que quiere tener de sí mismo.

  • Algunas personas enfocan su vida de modo que vivan con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca lo conocen.

  • Lo que hace magníficos a los pueblos no es principalmente la altura de sus hombres grandes, sino la de sus innumerables mediocres.

  • El río se abre un cauce y luego el cauce esclaviza al río.

  • El hombre condenado a vivir con una mujer a quien no ama, siente las caricias de ésta como un irritante roce de cadenas.

  • El programa de la vida feliz apenas ha variado a lo largo de la vida humana.

  • Dime cómo te diviertes y te diré qué eres.

  • Cuando un loco o un imbécil se convence de algo, no se da por convencido él sólo, sino que al mismo tiempo cree que están convencidos todos los demás mortales.

  • La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser.

  • El malvado descansa algunas veces; el necio, jamás.

  • La fidelidad es la confianza erigida en norma.

  • El buen gusto como norma equivale a una amonestación para que neguemos nuestro sincero gusto y lo sustituyamos por otro que no es el nuestro, pero que es bueno.

  • La técnica es el esfuerzo para ahorrar esfuerzo.

  • El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor.

  • No lo que hicimos ayer, sino lo que vamos a hacer en el futuro es lo que nos reúne alrededor de lo que se llama Estado.

  • Con la moral corregimos los errores de nuestros instintos y con el amor corregimos los errores de nuestra moral.

  • Ciencia es aquello sobre lo cual cabe siempre discusión.

  • Toda palabra dice algo más de lo que debiera y también menos de lo que debiera expresar.

  • Todo el que ha conocido algún gran hombre se ha sorprendido de hallar que su alma poseía un halo de puerilidad.

  • Es importante acentuar el papel que juegan sobre el amor la fisonomía y los gestos tales como un beso. Revelan el auténtico ser de la persona que amamos.

  • Quien quiera enseñarnos una verdad que no nos la diga: simplemente que aluda a ella con un leve gesto, gesto que inicie en el aire una ideal trayectoria, deslizándonos por la cual lleguemos nosotros mismos a los pies de la nueva verdad.

  • La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora.

  • El amor es un eterno insatisfecho.

  • El nihilista, no estimándose a sí mismo, sintiéndose incapaz, busca compensación aniquilando los valores del mundo.

  • Amar algo no es simplemente estar, sino actuar hacia lo amado.

  • Lo que más vale en el hombre es su capacidad de insatisfacción.

  • El amor, más que un poder elemental, parece un género literario.

  • Nuestras convicciones más arriesgadas, más indubitables, son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra prisión.

  • La ciencia, el arte, la justicia, la cortesía, la religión son órbitas de la realidad que no invaden bárbaramente nuestra persona como hace el hambre o el frío; sólo existen para quien tiene voluntad de ellas.

  • Pero hay sobre el pasivo ver un ver activo, que interpreta viendo y ve interpretando, un ver que es mirar.

  • La vida es lo que hacemos y lo que nos pasa.

  • La vida es saberse, es evidencial.

  • Vivir es constantemente decir lo que vamos a ser.

  • Nuestra vida es ante todo toparse con el futuro.

  • La libertad no ha aparecido en el planeta para desnucar el sentido común.

  • La invención de la escritura, creando el libro, desestancó el saber de la memoria y acabó con la autoridad de los viejos.

  • La lealtad es el camino más corto entre dos corazones.

  • La política es la arquitectura completa, incluso los sótanos.

  • Odiar a alguien es sentir irritación por su simple existencia.

  • La mayor parte de los hombres tienen una capacidad intelectual muy superior al ejercicio que hacen de ella.

  • La negación sólo es útil y nble y piadosa cuando sirve de tránsito a una nueva afirmación.

  • Acontece la paradoja máxima de que lo que está en todas partes, lo omnipresente, es lo que cuesta más trabajo ver.

JORGE LUIS BORGES:

  • Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.

  • No hables al menos que puedas mejorar el silencio.

  • La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce.

  • Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece.

  • La duda es uno de los nombres de la inteligencia.

  • Yo nunca busco temas, dejo que los temas me busquen y yo los eludo, pero si el tema insiste, yo me resigno y escribo.

  • Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído.

  • Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.

  • ¿En qué hondonada esconderé mi alma para que no vea tu ausencia que como un sol terrible, sin ocaso, brilla definitiva y despiadada?

  • Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.

  • Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.

  • La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.

  • Me duele una mujer en todo el cuerpo.

  • Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.

  • Repudio todo pensamiento sistemático porque todo sistema conduce necesariamente a la trampa.

  • Dios mueve al jugador y éste la pieza ¿qué dios detrás de dios la trama empieza?

  • Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas.

  • El éxito y el fracaso son dos impostores.

  • Un sistema no es otra cosa que la subordinación de todos los aspectos del universo a uno cualquiera de ellos.

  • La poesía nace del dolor. La alegría es un fin en sí misma.

  • Las tiranías fomentan la estupidez.

  • Si de algo soy rico es de perplejidades y no de certezas.

  • La paternidad y los espejos son abominables, porque multiplican el número de hombres.

  • No he cultivado mi fama, que será efímera.

  • Deporte: yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara.

  • Lejos un trino. El ruiseñor no sabe que te consuela.

  • Hemingway, que fue medio compadre, terminó matándose porque se dio cuenta de que no era un gran escritor. Esto lo salva, en parte.

  • No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición.

  • El universo es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.

  • En mi época no había best sellers y no podíamos prostituirnos. No había quien comprara nuestra prostitución.

  • Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez.

  • El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez.

  • He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz.

  • Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones.

  • El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho.

  • Nada está construido en la piedra. Todo está construido en la arena. Pero debemos construirlo como si la arena fuese piedra.

  • Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística.

  • He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola.

  • Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas.

  • ¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad.

  • Si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos.

  • Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica.

  • Publicamos nuestros libros para librarnos de ellos, para no pasar el resto de nuestras vidas corrigiendo borradores.

  • Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?

  • El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: Es envidiable.

  • El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto.

  • La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.

  • Tu ausencia me rodea como la cuerda a la garganta, el mar al que se hunde.

  • Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.

  • Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón.

  • ¿Es un imperio esa luz que se apaga o una luciérnaga?

  • Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real.

  • ¿Quién soy? estoy tratando de averiguarlo.

  • Una vez hecho algo, no puede valer mucho; es una obra humana con todas las imperfecciones de lo humano, pero el hecho de ejecutarla sí es interesante.

  • La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.

  • La imaginación está hecha de convenciones de la memoria. Si yo no tuviera memoria no podría imaginar.

  • Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuese admirable.

  • La universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa.

  • Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son el quijote, la divina comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente.

  • Lo que más admiro en los demás es la ironía, la capacidad de verse de lejos y no tomarse en serio. Después, el valor y la humildad, siempre que no sea ostentosa.

  • Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos.

  • No podría definirme como ateo, porque declararme ateo corresponde a una certidumbre que no poseo.

  • En el orden intelectual soy un hombre desgarrado hasta el escándalo por sucesivas y contrarias lealtades.

  • Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno.

  • Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia.

  • Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso.

  • Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso.

  • Evidentemente debo muy poco a los esquimales o al congo; pero, en realidad, hago cuanto puedo para ser digno de la universidad del mundo.

  • Es supersticiosa y vana la costumbre de buscar sentido en los libros, equiparable a buscarlo en los sueños o en las líneas caóticas de las manos.

  • La vieja mano sigue trazando versos para el olvido.

  • No sé si la instrucción puede salvarnos, pero no sé de nada mejor.

  • La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.

  • La Historia Universal es la de un solo hombre.

  • Biografías: Son el ejercicio de la minucia, un absurdo. Algunas constan exclusivamente de cambios de domicilio.

  • Soñar es la actividad estética más antigua.

  • No eres ambicioso: te contentas con ser feliz.

 

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