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DESEO:
Enfado: cuando más deseo existe, más crece el enfado y la ira por la frustración de no conseguirlo. Ayya Khema.
Si no deseas mucho, hasta las cosas pequeñas te parecerán grandes. Platón.
No desear nada es no vivir. Paul Gárealdy.
No puedes desear lo que no conoces. Voltaire.
Un alma se mide por la dimensión de su deseo, del mismo modo que se juzga de antemano a una catedral por la altura de sus torres. Gustave Flaubert.
Los placeres son como un circulo de agua que no cesa de ampliarse, hasta que, a fuerza de expandirse se pierde en la nada. William Shakespeare.
Si buscas la felicidad y quieres evitar verte frustrado en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti. Epícteto.
Me va poniendo espuelas el deseo. Cervantes.
El ardor juvenil en sus comienzos es fogoso, pero languidece fácilmente y no dura; es el humo de una fogata liviana. Lucio Anneo Seneca.
El ambicioso es un esclavo de lo mucho que desea: el hombre libre es el que nada desea. Edward Young.
El corazón es un niño: espera lo que desea. Proverbio Turco.
El deseo vence al miedo. Mateo Alemán.
El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos. Pitágoras.
El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar. Noel Clarasó.
Nada debe interferir en el desarrollo del héroe que llevamos dentro y si el deseo se interpone en el camino, hay que superarlo. Película El día que Nietzsche lloró.
Deseo cosas simples, poder dormir sin pesadillas y vivir sin tensiones. Película El día que Nietzsche lloró.
Estamos más enamorados del deseo que de lo deseado. Película El día que Nietzsche lloró.
En nuestro mundo la gente no sabe lo que quiere y está dispuesta a todo por conseguirlo. Don Marquis.
Antes de desear ardientemente una cosa, conviene examinar cuál es la felicidad de quien la posee. La Rochefoucauld.
Buscando lo que deseo voy perdiendo el deseo de lo que busco. Antonio Porchia.
L. A. Séneca:
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Alegre cosa es llegar al logro de nuestros deseos.
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Sepultura es de ingenios la sensualidad.
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Mejor puede usar de sus apetitos el que mejor los puede encubrir.
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Pequeños son los deseos de nuestro cuerpo.
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La diligencia nos parece tardanza cuando deseamos una cosa.
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Ajeno es todo lo que nos viene en deseo.
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El afligido cree con más facilidad lo que desea.
BALTASAR GRACIÁN:
Amar es el más poderoso hechizo para ser amado.
Bien está dos veces encerrada la lengua y dos veces abiertos los oídos, porque el oír ha de ser el doble que el hablar.
Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.
De los amigos ofendidos salen los peores enemigos.
Discurren mucho algunos en lo que nada les importa, y nada en lo que mucho les convendría.
El mentiroso tiene dos males: ni cree ni es creído.
El no y el sí son breves de decir pero piden pensar mucho.
El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.
El que confió sus secretos a otro, hízose esclavo de él.
En la boca del viejo todo lo bueno se fue y todo lo malo es.
En boca del mentiroso, hasta lo cierto se hace dudoso.
Errar es humano pero más lo es culpar de ello a otros.
Es mejor consultar las cosas con la almohada a tiempo que perder el sueño por su causa después.
Es tan difícil decir la verdad como ocultarla.
Estiman algunos los libros por la corpulencia, como si se escribieran para ejercitar antes los brazos que los ingenios.
Hay a veces, entre un hombre y otro, casi tanta distancia como entre el hombre y la bestia.
Haz de hablar como en testamento, que a menos palabras, menos pleitos.
La felicidad de cada uno no consiste en esto ni en aquello sino en conseguir y gozar cada uno de lo que le gusta.
La confianza es madre del descuido.
La muerte para los mozos es naufragio, y para los viejos tomar puerto.
La verdadera libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer.
Las leyes inútiles debilitan las necesarias.
Los más en el mundo no conocen ni examinan lo que cada uno es, sino lo que parece.
Los ignorantes son los muchos, los necios son los infinitos; y así el que los tuviere a ellos de su parte, ése será señor de un mundo entero.
Más vale un gramo de cordura que arrobas de sutileza.
Muchas cosas eran algo, dejándolas fueron nada.
No hay hombre, por viejo que esté, que no piense que puede vivir otro año.
No hay maestro que no pueda ser discípulo.
No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va.
No hay peor descrédito que aborrecer a los mejores.
Nunca ha habido buena guerra ni tampoco mala paz.
A los veinte años reina la voluntad, a los treinta el ingenio, a los cuarenta el juicio.
Obró mucho el que nada dejó para mañana.
Pise firme siempre en el medio y no vaya por extremos, que son peligrosos todos.
Quien no tiene enemigos, tampoco suele tener amigos.
Saber y saberlo demostrar es valer dos veces.
Señal de tener gastada la fama propia es cuidar de la infamia ajena
Ser eminente en profesión humilde es ser grande en lo poco, es ser algo en nada.
Tan gloriosa es una bella retirada como una gallarda acometida.
Todos los necios son obstinados y todos los obstinados son necios.
Visto un león están vistos todos, pero visto un hombre sólo está visto uno, y además mal conocido.
Conocer las cosas en su punto, en su sazón y saberlas lograr.
Diferenciar el hombre de palabras del de obras.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno; y aun lo malo, si breve, no tan malo.
No hagas negocio del no negocio.
Sin valor es estéril la sabiduría
El saber y el valor alternan grandeza
Triste cosa es no tener amigos. Pero más triste es no tener enemigos. Porque quien enemigos no tiene, señal de que no tiene talento a quien haga sombra, ni carácter que abulte, ni valor que le teman, ni bien que le codicien, ni honor que le murmuren, ni razón alguna que le envidien.
Hay que cultivar la cualidad más relevante y ayudar a las demás. Cualquiera habría triunfado si hubiera conocido su mejor cualidad. Obsérvese la cualidad reina y redóblese su uso: En unos domina la inteligencia, en otros el valor. La mayoría violenta su capacidad y por eso no destaca en nada. Lo que la pasión exalta con rapidez, tarde lo desengaña el tiempo.