Martes 30 de Junio de 2020

Cuídate de los que solo ven desorden en el ruido y paz en el silencio. Otto Von Bismarck.

Todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda. Jean de la Fontaine.

Sepan que olvidar lo malo también es tener memoria. José Hernández.

Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos. Séneca.

Pues el pájaro cantor jamás se para a cantar en árbol que no da flor. José Hernández.

No se está realmente con los pobres sino luchando contra la pobreza. Paul Ricoeur.

Ni sacerdote ni soldado han de sentir la inquietud de la duda. Anatole France.
Saber olvidar, más es dicha que arte. Baltasar Gracián.

Donde hay ancianos sed sabios de palabras. Eclesiastés.

Solo el infortunio puede convertir un corazón de roca en un corazón humano. Fenelón.

He llegado a la conclusión, después de muchos años de tristes experiencias, de que uno no puede llegar a ninguna conclusión. Vita Sackville-West.

La filosofía triunfa con facilidad sobre las desventuras pasadas y futuras, pero las desventuras presentes triunfan sobre la filosofía. La Rochefoucauld.

Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos. Agustín de Hipona.

El pasado tiene sus códigos y costumbres. Sócrates.

La experiencia es algo que obtienes justo después de que la necesites. Anónimo.

El infierno son los demás. Jean Paul Sartre.

La historia se repite. Ese es uno de los errores de la historia. Charles Darwin.

En toda obra de genio reconocemos nuestros pensamientos rechazados. R. W. Emerson.

Evitará muchas preocupaciones innecesarias si no quema sus puentes hasta haberlos pasado. Anónimo.

La mayoría de las personas son como alfileres: Sus cabezas no son lo más importante. Jonathan Swift.

Al oír un eco muchos creen que el sonido proviene de él. Ernest Hemingway.

El tiempo es como un río que forma los acontecimientos. Marco Aurelio.

Enséñame un héroe y te escribiré una tragedia. Francis Scott.

A veces también el silencio es una opinión. Anónimo.

La tontería se coloca siempre en primera fila para ser vista; la inteligencia detrás para ver. Isabel de Rumania.

En la vida real, el que no se rinde es todo un valiente. Paul Mc Cartney.

Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera. Gilbert K. Chesterton.

El mejor camino para salir es siempre a través. Robert Frost.

Lo que más necesitamos es una persona que nos obligue a hacer lo que sabemos. R. W. Emerson.

La antigüedad del tiempo es la juventud del mundo. Francis Bacon.

Nada es veneno, todo es veneno: La diferencia está en la dosis. Paracelso.

Lo que se recibe se recibe al modo del recipiente. Santo Tomás de Aquino.

En un mundo de fugitivos el que transita el justo camino, parece huir. John Milton.

Los corazones duros se vencen con súplicas blandas. Tiberio.

Roguemos fuerza a nuestra misma desesperación. Séneca.

No decir más de lo que haga falta, a quien haga falta y cuando haga falta. André Maurois.

Muchas cosas son las que el tiempo cura, no las que la razón concierta. Plutarco.

Desdichado es el que por tal se tiene. Séneca.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Antonio Machado.

Un alma grande está por encima de la injuria, de la injusticia y del dolor. Jean de la Bruyère.

Qué fácil es empujar a la gente… Pero que difícil guiarla. Rabindranah Tagore.

Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles. Ernest Renán.

El que no pueda guardar sus pensamientos, jamás sabrá analizar grandes cosas. Thomas Carlyle.

No hay hombre más desdichado que el que nunca probó la adversidad. Demetrio.

Para progresar no basta actuar, hay que saber en qué sentido actuar. Gustave Le Bon.

La sabiduría es un tesoro que nunca causa entorpecimientos. Jean de la Fontaine.

Los males llegan volando y se alejan renqueando. Voltaire.

El carácter es la energía sorda y constante de la voluntad. Lacordaire.

Mayor es el peligro cuando mayor es el temor. Salustio.

No es sabio el que sabe muchas cosas, sino el que sabe cosas útiles. Esquilo.

La memoria de la desgracia es dulce y sirve de recreo en la prosperidad. Virgilio.

No basta adquirir la sabiduría, es preciso usarla. Marco Tulio Cicerón.

El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante. Michel de Montaigne.

Todo está dicho, pero como nadie escucha hay que repetirlo cada mañana. André Gide.

Todos los cementerios del mundo están llenos de gente que se consideraba imprescindible. G. Clemenceau.

Muchas personas están demasiado educadas para no hablar con la boca llena, pero no se preocupan de hacerlo con la cabeza hueca. Orson Welles.

Bien acierta quien sospecha que siempre yerra. Francisco de Quevedo.

El verdadero modo de no saber nada es aprenderlo todo a la vez. Aurore Dupín. (George Sand).

Todo el mundo se queja de su memoria, pero nadie de su inteligencia. La Rochefoucauld.

Lo urgente generalmente atenta contra lo necesario. Mao Tse Tung.

Quien obra puede equivocarse, pero quien no hace nada ya está equivocado. Santiago Alberione.

Muy pocos aciertan antes de errar. Séneca.

Un tonto sabio es más tonto que un tonto ignorante. Moliere.

La mitad está hecha cuando tienen buen principio las cosas. Fernando de Rojas.

La teoría en la práctica es otra… Pedro Casaldaliga.

El hábito es el maestro más eficaz. Plinio el Joven.

BALTASAR GRACIÁN:

• Venció la fealdad a la belleza, muchas veces socorrida del aliño, y malogrose otras tantas por descuidada la hermosura; fíase de sí la perfección, y siempre los confiados fueron los vencidos. Cuanto mayor la gala, si desaliñada, es más deslucida; porque la misma bizarría [valor, decisión] está pregonando el perdido aseo; contigo, al fin, lo poco parece mucho, y sin ti lo mucho pareció nada.

• No solamente ha de ser aseado el entendimiento, sino la voluntad también. Sean cultas las operaciones de estas dos superiores potencias, y si el saber ha de ser aliñado, ¿por qué el querer ha de ser a lo bárbaro y grosero?

• Aliño: tus hermanos fueron el despejo [soltura], el buen gusto y el decoro, que todo lo hermosean, y todo lo sazonan, no sola la corteza exterior del traje, sino mucho más el atavío interior, que son las prendas, los verdaderos arreos de la persona.

• Aliño: hijos son tuyos el agrado y el provecho, que si en un jardín lo que más lisonjea, después del buen delecto de las plantas y las flores, es la acertada disposición de ellas, ¿cuánto más en el jardín del ánimo merecerán el gusto, la fragancia de los dichos y la galantería de los hechos, realzados de la cultura?

• Un buen discurso propio es la llave maestra del corazón ajeno.

• Argos [mil ojos] al atender y lince al entender.

• Hombre juicioso: todo lo descubre, nota, advierte, alcanza y comprende, definiendo cada cosa por su esencia.

• La mejor treta del jugar es saber descartar, así la mayor regla del vivir es el saber abstraer [saber qué pasar por alto].

• A los veinte años un hombre es un pavo real, a los treinta un león, a los cuarenta un camello, a los cincuenta una serpiente, a los sesenta un perro, a los setenta un mono, a los ochenta nada.

• Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.

• Bien está dos veces encerrada la lengua y dos veces abiertos los oídos, porque el oír ha de ser el doble que el hablar.

• Hase de hablar como en testamento, que a menos palabras, menos pleitos.

• Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona.

• La confianza es madre del descuido.

• Pon un gramo de audacia en todo lo que hagas.

• El no y el sí son breves de decir pero piden pensar mucho.

• Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos.

• Es tan difícil decir la verdad como ocultarla.

• El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.

• Saber y saberlo demostrar es valer dos veces.

• Todo lo que realmente nos pertenece es el tiempo; incluso el que no tiene nada más, lo posee.

• Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos.

• Hay mucho que saber, y es poco el vivir, y no se vive si no se sabe.

• El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído.

• El más poderoso hechizo para ser amado es amar.

• Todos los necios son obstinados y todos los obstinados son necios.

• Cuando los ojos ven lo que nunca vieron, el corazón siente lo que nunca sintió.

• Para vivir, dejar vivir.

• El primer paso de la ignorancia es presumir de saber, y muchos sabrían si no pensasen que saben.

• El excusarse antes de ocasión es culparse.

• Sólo vive el que sabe.

• Para prevenidos no hay acasos [suceso imprevisto].

• Quien añade sabiduría, añade tristeza.