Martes, 28 de Julio de 2020

ÉTICA-MORAL I:

El propio instinto de la vida aparta al incrédulo de la desesperación y al creyente de la santidad. Jean Rostand (biólogo).

La práctica de la honestidad nos obliga a prestar atención incluso a la falta de atención. No es algo fácil, pero puede hacerse.  De forma paulatina todo se convierte en objeto de la conciencia, de modo que áreas que previamente eran inconscientes se tornan conscientes y la energía que antes se perdía está disponible para un uso creativo. La vida justa no puede emprenderse sin energía. Cuando se reprime su flujo y éste conduce a los subterráneos del inconsciente, puede explotar en otra dirección, pues la energía se ve forzada a expresarse y el canal alternativo que tome puede ser más destructivo que el primero.  Es por ello que la moral represiva no lleva a la vida justa. Los conflictos inconscientes trastornan la psique y, cuanto más profundamente los encerremos, más difícil nos será controlar nuestras reacciones. Dhiravamsa.

Cuando las disciplinas culturales funcionan al servicio de Eros, la ética deja de ser un cuerpo de reglas de represión para convertirse en técnica de expresividad: la moralidad se configura como una estética de la conducta.  La disciplina estética instaura el orden de la sensualidad contra el orden de la razón.  Incorporada a la filosofía de la cultura, esta noción propone una liberación de los sentidos que, lejos de destruir la civilización, le daría una base más firme y aumentaría notablemente sus potencialidades. Operando a través de un impulso básico -el impulso del juego- la función estética aboliría la compulsión y colocaría al hombre, tanto moral como físicamente, en la libertad.  Armonizaría los sentimientos y afectos con las ideas de la razón, despojando a las leyes de la razón de su compulsión moral y reconciliándolas con los intereses de los sentidos (H. Marcuse). Alan Watts.

Tener más moral que El Alcoyano. Este clásico del saber popular tiene su origen en el equipo de fútbol de la ciudad alicantina de Alcoy.  Se cuenta que, disputándose un encuentro decisivo de tercera división en la década de 1950, cuando quedaban pocos minutos para el final, y siendo en ese momento el resultado de 13 goles a 0 a favor del visitante, los jugadores del equipo local –el Alcoyano- se esforzaban como si el partido acabara de comenzar y conservaban los futbolistas íntegra la moral de victoria. En relación con este hecho extraordinario, a la persona que no pierde la esperanza sino que se muestra animosa hasta el final se le dice que tiene más moral que ‘El Alcoyano’. Pancracio Celdrán Gomariz.

Las virtudes que se ostentan son vanas y falsas virtudes.  W. Bousset.

Es como si el mundo estuviera dividido en buenos y malos.  Los buenos duermen mejor, mientras que los malos parecen disfrutar mucho más las horas de vigilia.  Woody Allen.

La indigestión es la encargada de Dios de predicar la moral al estómago.  Víctor Hugo.

El único predicador que aprovechamos es el Tiempo.  Nos da exactamente el mismo espíritu que las personas de edad se esforzaron, en vano, en inspirarnos.  Jonathan Swift.

Los motivos verdaderos de nuestras acciones, al igual que los verdaderos tubos de un órgano, suelen estar ocultos; pero el pretexto dorado y hueco se coloca pomposamente delante para que se vea.  Charles Caleb Colton.

Hoy en día la gente sabe el precio de todo y no conoce el valor de nada.  Oscar Wilde.

No nos hemos de dejar engañar por las malas acciones de la gente buena.  Se puede ser bueno, misericordioso, desinteresado y ser también capaz de una mala acción.  F. Mauriac.

Cuando soy buena, soy buena; cuando soy mala soy mucho mejor.  Mae West.

Los hombres serían siempre malos, si ser buenos no les diera mejor resultado.  León Daudi.

Entre dos males, elijo el que no he probado.  Mae West.

Con la moral corregimos los errores de nuestros instintos, y con el amor los errores de nuestra moral.  J. Ortega y Gasset.

El trabajo es una evasión del aburrimiento.  Pero es cómico llamarle noble por esa razón.  Somerset Maugham.

En los duelos se resuelve el honor, que es una raya fina que separa un mundo sólo turbio de otro mundo completamente a oscuras.  Anónimo.

Hasta ahora, continúo con la autoridad de los abundantes chirridos de sus articulaciones… Anónimo.

¿Cómo puedo ser imparcial sin ser insensible y compasivo sin dejar de ser justo? Anónimo.

Cuidado con el lisonjero [halagador].  Te está alimentando con una cuchara vacía. Jonathan Swuift.

Considera en cada placer no cómo comienza, sino cómo termina. Cicerón.

Convertid un árbol en leña y arderá; pero ya no dará flores ni frutos. R. Tagore.

Hay defectos que, bien manejados, brillan más que la misma virtud. La Rochefoucauld.

Hay gentes que sólo se lavan cuando ven a los otros sucios. Friedich Hebbel.

Se justo antes que generoso.  Sé humano antes que justo. Anónimo.

¿Quisiste?, ¿sentiste?, ¿gozaste?, ¿consentiste?, era el tipo de preguntas que nos hacían los jesuitas cuando confesábamos un mal pensamiento o una mirada impura.  Pronto aprendimos así que lo importante no era el acto ni, por supuesto, las consecuencias del acto, sino el consentimiento o  intención con que lo habíamos realizado…ver no es mirar ni sentir es consentir.  …Y quizá un poco de hermenéutica de confesionario va siendo necesaria para compensar esta bacanal de razones de Estado y  éticas de la responsabilidad que cundió en nuestro país… Anónimo.

¿Y Vd. qué se considera? R  Feo, feo, tampoco.  Soy más desagradable que otra cosa (…), pero tengo que tener seguridad en mí mismo para triunfar.  ¿Qué es triunfar?  Mi idea antes era la fama y la riqueza, pero ahora soy más famoso que rico, y ya no me seduce tanto.  Quiero ser feliz. Santiago Segura.

El tipo ideal: demasiado humilde para saber que es perfecto. Anónimo.

Si llenas el corazón de esperanza, no hay lugar para el dolor. Anónimo.

La gente se alegra mucho cuando tiene una razón para despreciar. Anónimo.

He nacido en la miseria pero no soy miserable. Anónimo.

Lo importante es la actitud, no los logros. Anónimo.

Tratando de hacer lo mejor, no he podido hacerlo peor. Anónimo.

¡Pobres mortales, entre vosotros nada hay constante sino la inconstancia! Abate Coyer (citado por Kant).

La libertad no está en qué eliges, sino en quién elige. Anónimo.

La simpatía del observador imparcial es el criterio de la moralidad. Adam Smith.

El efecto del placer: perfeccionar el ejercicio de una facultad. Aristóteles

No hay malo más malo que un bueno cuando se convierte en malo. Anónimo.

Cuando se vende el orgullo, es difícil ponerle precio… Película Chicago años 30.

Políticos, prostitutas y edificios viejos, se vuelven honorables si duran lo suficiente. Anónimo.

La vergüenza, donde sale una vez nunca más entra; y la sospecha nunca sale de donde entra. Anónimo.

Virtud es conocimiento: si quieres ser un buen zapatero la primera cosa necesaria, es aprender lo que es un zapato y para qué sirve. El conocimiento más necesario y primero que un hombre debe conseguir es el del fin que se persigue, el de lo que el hombre quiere conseguir.  Sócrates.

La ciencia carece de valor porque no responde a la única pregunta importante para nosotros: que debemos hacer y cómo debemos vivir. León Tolstoi.

 

 

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