Martes, 26 de Marzo de 2019

Quien no calla el hecho, tampoco callará su autor. L. A. Séneca.

La obediencia es la más recomendable virtud para cuando no se puede mandar. E. Manero.

Palabras sin defectos nunca llegarán a los oídos de Dios. William Shakespeare.

El orgullo es complemento de la ignorancia. Bernard de Fontenelle.

Antes de pensar en la injuria que hemos recibido hay que dejar pasar por lo menos una noche. Napoleón Bonaparte.

Del pecado lo peor es la perseverancia. Fernando de Rojas.

Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos. Baltasar Gracian.

Nadie conoce su propia fuerza mientras no se ha encontrado con la necesidad. Samuel Johnson.

Es por la modestia por donde suele dar principio el bienestar. Anónimo.

Tiempo y paciencia hacen más que fuerza y violencia. Jean de la Fontaine.

El cielo de la fama no es muy grande, y cuantos más en el entren a menos toca cada uno de ellos. Miguel de Unamuno.

Después de treinta años se ve de verdad lo que se vale, porque se lucha con los más jóvenes. Antes de los treinta se batalla con viejos y la empresa es más cómoda. Giovanni Papini.

No hay que ser fuerte, hay que ser sensible. Proverbio chino.

El hombre se aproxima con su obra a la gratificación de los deseos. Sigmund Freud.

Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico: cuando se necesita, se necesita urgentemente. Upton Sinclair.

Estar en paz consigo mismo es el medio más seguro de comenzar a estarlo con los demás. Fray Luis de León.

Sin la ocasión, el talento y la virtud son inútiles. Niccolo Maquiavelo.

La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la cosa más fácil, hablar mal de los demás. Epicteto.

Lo característico del hombre contemporáneo es su capacidad para pensar una cosa, sentir otra y hacer otra distinta. Pilar Miró.

A veces, hallarse ante una oportunidad es como tener una jirafa delante y sólo verle las rodillas. Laurie Beth.

No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy. Gregorio Marañón.

La experiencia de la desgracia me enseña a socorrer a los desgraciados. Virgilio.

Un hombre no debe nunca avergonzarse por reconocer que se equivocó que es como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer. Jonathan Swift.

En todo fracaso hay una oportunidad nueva. John D. Rockefeller.

La vida, como un vino precioso, hay que saborearla poco a poco. Los mejores vinos pierden todo su encanto y no se estiman bien si se tragan como si fueran agua. Ludwig Feuerbach.

Conocer a los otros es sabiduría. Conocerse a sí mismo es sabiduría superior. Imponer la propia voluntad a los otros es fuerza. Imponérsela a sí mismo es fuerza superior. Lao-Tsé.

La esencia de toda vulgaridad radica en la falta de sensibilidad. John Ruskin.

Ser feliz, obrar bien y vivir bien, son una sola misma cosa. Aristóteles.

Si dudas de ti mismo, estás vencido de antemano. Henrik Ibsen.

El inventor del psicoanálisis se llamó Freud. El descubrió especialmente escuchando a su mujer, que la gente pocas veces dice lo que realmente piensa; en lugar de eso dice lo que piensa que piensa. Stephan Baker.

Hay tan pocas grandes fortunas libres de culpa, que yo perdono a vuestros padres el que no os hayan dejado ninguna. Marquesa de Lambert.

Un hombre feliz es el que durante el día, por su trabajo, y por la noche, por su cansancio, no tiene tiempo de pensar en sus cosas. Gary Cooper.

Rascad al hombre civilizado y aparecerá el salvaje. A. Schopenhauer.

Cuan preciosa y eficaz es la colaboración involuntaria del enemigo acérrimo para el triunfo de la idea que combate. Manuel de Falla.

Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance. F. de la Rochefoucauld.

El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, ni sabio a los cincuenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico ni sabio. George Herbert.

El recuerdo del gozo ya no es gozo, mientras que el recuerdo del dolor todavía es dolor. Lord Byron.

De todos los males, los más dolorosos son los que se infringe uno mismo. Sófocles.

Avergüénzate menos de confesar tu ignorancia que de porfiar en una necia discusión que la haga patente. Eliz Joceline.

El hombre superior es impasible; se le vitupere o se le alabe, siempre sigue adelante. Napoleón.

Nos engaña más a menudo la desconfianza que la confianza. Cardenal de Retz.

El tesoro que no se gasta aprovecha poco. Proverbio árabe.

Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente. John F. Kennedy.

La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz. Proverbio chino.

La gente no soporta a los bocazas, pero siempre los escucha. Muhammad Alí.

Quien soporta con lamento la adversidad se causa a sí mismo más pena. Franz Schubert.

¿Miedo a la muerte? Uno debe temerle a la vida, no a la muerte. Marlene Dietrich.

No se nace sino que se deviene mujer. Simone de Beauvoir.

Errar es humano, pero más lo es culpar de ello a otros. Baltasar Gracián.

Perdonamos a los grandes del mundo porque han muerto; pero en vida son imperdonables. Aforismo chino.

Los espartanos no preguntaban cuántos eran los enemigos, sino dónde estaban. Agis II.

Lo mejor que podemos hacer en favor de quienes nos aman es seguir siendo felices. Alain.

Lo peor de los complejos de inferioridad es que lo tienen las personas equivocadas. Alain Delon.

Para las personas creyentes, Dios está al principio, para los científicos está al final de todas sus reflexiones. Max Plank.

La intransigencia rima con incompetencia. Milton Friedman.

Primero los hombres construyen las casas, pero luego las casas construyen a los hombres. Emerson.

Es la fortuna, no la sabiduría, la que gobierna la vida del hombre. Marco Tulio Cicerón.

Una crítica mala destruye doce horas de halagos. Fernando Fernán Gómez.

Un vestido carece totalmente de sentido, salvo el de inspirar a los hombres el deseo de quitárselo. François Sagan.

El mundo es un parque de animales en el que se olvidó separar los lobos de los corderos. Princesa Karadja.

Los misóginos [odian a las mujeres] debieran recordar que la más ignorante y rústica de las mujeres puede engendrar un hombre de genio. Santiago Ramón y Cajal.

El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin ilusiones, y muere lo mismo: sin dientes, sin cabello y sin ilusiones. Alejandro Dumas, padre.

Podemos detenernos cuando subimos, pero no cuando descendemos. Napoleón.

Todos los vicios, si están de moda, pasan por virtudes. Molière

Si tuviera que llevarme un sólo libro a una isla desierta, preferiría ahogarme en el naufragio. Eduardo Mendoza.

Estudia como si fueras a vivir para siempre; vive como si fueras a morir mañana. Alanus de Insulis.

El arte de vencer se aprende en las derrotas. Simón Bolívar.

Dios existe, pero no tiene ninguna prisa en hacerlo saber. León Tolstoi.

Las bibliotecas son como las boticas; hay muchos venenos y pocos remedios. André L. G. Prèmontval.

El que escribe en el alma de un niño escribe para siempre. Anónimo.

Me gusta que las películas tengan un principio, un medio y un final. Pero no necesariamente en ese orden. Jean Luc Godard.

El número de los que nos envidian confirma nuestras capacidades. Oscar Wilde.

La mayor victoria: vencerse a sí mismo.  Calderón de la Barca.

Dichas que se pierden son desdichas más grandes.  Pedro Calderón de la Barca.

La intención hace el agravio. Pedro Calderón de la Barca.

El valor es el hijo de la prudencia, no de la temeridad.  Calderón de la Barca.

No le des nunca consejos al que te pida dinero.  Calderón de la Barca.

Nuestra existencia no es más que un cortocircuito de luz entre dos eternidades de oscuridad. Vladimir Nabokov.

La fidelidad comprada es sospechosa y, generalmente, de corta duración. Tácito.

Irritarse por una injuria es casi reconocer que se merece; al despreciarla queda sin valor. Tácito.

El respeto es mayor desde lejos. Tácito.

La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra podemos morir una vez; en política, muchas veces. Winston Churchill.

Me gustaría vivir eternamente, por lo menos para ver como en cien años las personas cometen los mismos errores que yo. Winston Churchill.

Habéis preferido la indignidad a la guerra, ahora tendréis la indignidad y la guerra. Winston Churchill.

El político debe ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después porqué no ha ocurrido. Winston Churchill.

Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. Winston Churchill.

La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás. Winston Churchill.

Amigos son los que en las prosperidades acuden al ser llamados y en las adversidades sin serlo. Demetrio I.

Ningún ser humano puede comprender del todo al otro; nadie puede disponerlo todo para la felicidad de otro. Graham Greene.

Los ordenadores son los únicos contrincantes que no ponen una excusa cuando les venzo. Bobby Fisher.

El arte del comerciante consiste en llevar una cosa de sitio donde abunda a donde se paga cara. Ralph W. Emerson.

Toda educación se reduce a estas dos enseñanzas: aprender a soportar la injusticia y aprender a sufrir el tedio. Abate Galiani.

Primero el hombre aprende en la vida a andar y a hablar. Más tarde, a sentarse tranquilo y mantener la boca cerrada.  Shirley MacLaine.

El carácter es la mitad del destino.  Raul G. de la Grasserie.

El dolor puede ser un extraordinario maestro. Puede ser la fuente de nuestra mayor fuerza. Sonya Friedman.

En cualquier adversidad, lo peor es haber sido feliz. Boecio.

Dos tragedias hay en la vida: una es no lograr aquello que ansía el corazón; la otra es lograrlo. George Bernard Shaw.

Un rico gordo puede estar sano. Un pobre gordo está fatalmente enfermo. Giselda Elsner.

Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo y acabarás lográndolo. Ludwig van Beethoven.

Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlos. Peter Bamm.

Dios perdona siempre, los hombres a veces y la naturaleza nunca. Jaume Vallet.

No hay falsedad tan insensata que no la apoye ningún testigo. Plinio el Viejo.

La vida en familia es como un viaje largo por mar, que nunca acaba; y ya se conoce el proverbio; a medida que avanza la travesía se agrían los caracteres. Emile Tardie.

Para hacer fortuna no se requiere ingenio, basta no tener delicadeza. P. de Bruix.

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