Martes, 13 de Octubre de 2020

DESEO:

Una razón por la cual la gente no suele alcanzar sus objetivos es que los busca como medio para lograr otro fin, aquello que realmente desea. Por ejemplo, quizá vas al gimnasio porque quieres perder peso y así atraer a un hombre. Es simple: tu objetivo no es perder peso, sino atraer a un hombre. En este caso, te recomiendo que busques directamente lo que quieres [a nivel interno]. Talane Miedaner.

La inteligencia sólo es posible cuando hay verdadera libertad del yo, del mí, o sea, cuando la mente deja de ser el centro de la exigencia del más, deja de estar atrapada en el deseo de la experiencia más grande, más amplia o más extensa. J. Krishnamurti.

Todo está en llamas oh discípulos… ¿Por medio de qué fuego se ha inflamado esto? Yo os lo aseguro, es por el fuego de la sed (deseo-codicia), por el fuego del odio, por el fuego de la ignorancia. Mahavagga. El budismo del Buda. Alexandra DavidNeel.

¡Temed los deseos! ¡Regocijaros en la soledad, en los bosques apacibles, donde no hay querellas ni penas! Santideva.

Buddha a Ananda: ¿NO te he dicho, en anteriores ocasiones, que está en la naturaleza misma de las cosas, cercanas y queridas para nosotros, el deber de alejarnos de ellas? En tanto que cualquier cosa nacida, creada y organizada contiene en sí misma la necesidad de su propia disolución; ¿cómo puede ser posible que un ser así no se disuelva? ¡No puede existir una condición así! Ananda Coomaraswamy.

 

Cuando aquel que libre estaba de todo deseo apremiante,

Aquel que había alcanzado el tranquilo estado de Nirvana

Cuando el gran Sabio terminó su lapso de vida

¡Ninguna agitada lucha molestó a ese firme corazón!

Bien resuelto y con la mente segura

Triunfó en calma sobre el dolor de la muerte.

Así como se apaga una brillante llama, así fue

La última emancipación de su corazón.

Anuruddha.

Los niños son vuestra responsabilidad ante la vida. Ellos vienen a vosotros para liberaros. Su tarea no consiste en cumplir vuestros deseos pues su deseo es que les ayudéis a convertirse en lo que realmente son. ChaoHsiuChen.

Los que se adhieren firmemente al tao no desean la saciedad; donde se evita la saciedad, todo aparece fresco y nuevo. Nada es peor que los numerosos deseos: la lascivia, el frenesí y la codicia perturban la tranquilidad. Hay que atenerse a lo que es real y despreocuparse en absoluto de lo que es meramente ornamental. La estratagema y el afán de poder o de riqueza no son nada para un sabio: al no intentar aferrarse a las cosas, se ahorra el fracaso. Para percibir el camino del cielo, uno no tiene que dar un paso más allá del propio portal. Desechando la erudición, la preocupación, los deseos, el adepto cultiva la quietud y, en esa quietud, conseguiría la percepción sublime del Tao [camino, enseñanza…]. Entonces aparece lo Real y él puede alcanzarlo hasta sus fronteras más lejanas; no hay que verlo, no hay que oírlo. John Blofeld.

El deseo, en sí mismo considerado, no tiene sentido; no se hace significante sino en cuanto traduce la direccionalidad u orientación libre de la conciencia sobre el mundo. André Dartigues.

Conquistar los deseos destruye para siempre el ánimo que teníamos antes de abrazarlos. Alejandro Lanús.

La interioridad es lo eterno, y el deseo es lo temporal, pero lo temporal no puede fundamentarse sin lo eterno. El deseo disminuye y por último desaparece, pero el tiempo de la eternidad nunca acaba. La interioridad, la eternidad nunca acaba. S. Kierkegaard.

Cuando un hombre posee todo lo que ambiciona en el mundo, excepto aquello que más desea, se  pierde el respeto a sí mismo, se convierte en un amargado, desea dañar, igual que le han dañado a él. Película Laura.

Los que han llegado al perfecto conocimiento y ven con plenitud, han acabado con la apetencia que les inflamaba, con el odio que les irritaba, con la locura que les trastornaba, con la ira que les perturbaba, con la hipocresía que les corrompía, con las tinieblas que embriagan a los seres y los llevan por el mal camino… H. M. Enomiya Lassalle.

Desead aquello que ya poseéis, dice la biblia. Luciana Marinangeli.

Si llegáis a tener gustos despreciables, escondedlos; pero que vuestro ardor por las cosas grandes no deje nunca de mostrarse. Isócrates.

Los deseos son los sueños que tenemos cuando estamos despiertos. Película Tú y yo.

Si deseas algo con mucha fuerza, si lo deseas con corazón, lo conseguirás por Navidad. Película Tú y yo.

Montaigne nos pide que busquemos en nosotros mismos para que aprendamos que nuestros deseos, privados en su mayoría nacen y son alimentados a costa de los demás. Harold Bloom.

A nadie cuesta más que a aquel que mucho desea. Santiago Ramón y Cajal.

Toda limitación proporciona felicidad. Cuanto más estrecho es nuestro círculo de visión, de acción o de roce, tanto más felices somos; y cuanto más amplio es, tanto más frecuentemente nos sentimos atormentados y angustiados. Pues al aumentar ese círculo aumentan y se agrandan las preocupaciones, los deseos, los miedos. Por ello los ciegos no son tan desdichados como tendría que parecernos a priori, testimonio de ello es la suave y casi jovial calma de las facciones de su rosto. Arthur Schopenhauer.

Un deseo cumplido se parece a una limosna recibida por un mendigo: lo mantiene hoy para que mañana vuelva a estar hambriento. La resignación, en cambio, se parece a una heredad: le quita para siempre a su propietario todas las preocupaciones. Arthur Schopenhauer.

 

¿Qué es lo que hay que desear?

Una mirada que vea ponerse el Sol desde una cárcel igual que desde un palacio. Esa mirada es lo que hay que desear, y nada más.

¿Quién puede tener esa mirada?

Cada uno de nosotros.

¿A quién le gustaría tenerla?

A todos.

¿Quién la quiere?

Uno de cada cien mil.

Arthur Schopenhauer.

La mente que intenta conseguir jamás podrá separarse a sí misma del futuro, la mente que intenta conseguir no tiene más remedio que estar orientada al futuro. Y una mente que está orientada al futuro debe estar basada en el pasado, porque el futuro no es otra cosa que una proyección del pasado. Proyectamos nuestras memorias pasadas en deseos futuros. Nuestros sueños del futuro son nuestras experiencias del pasado bellamente pintadas, deseadas más estéticamente. Osho.

El ojo sano debe ver todo lo visible y no debe decir: quiero lo verde, porque eso es propio de un ojo hinchado. El oído y el olfato sanos deben estar dispuestos para todo lo que puede oírse y olerse. El estómago sano debe tener la misma disposición para todos los alimentos como el molino para todo lo que está constituido para molerse. Así pues, también, la reflexión sana debe estar dispuesta para todos los sucesos. La que diga: que se salven mis hijitos y que todos alaben lo que hago, es como el ojo que busca lo verde o los dientes que buscan lo mollar [tierno, blando]. Marco Aurelio.

Caminante, ¿quién eres tú? Veo que recorres tu camino sin desdén, sin amor, con ojos indescifrables; húmedo y triste cual una sonda que, insaciada, vuelve a retornar a la luz desde toda profundidad  ¿qué buscaba allá abajo? , con un pecho que no suspira, con unos labios que ocultan su náusea, con una mano que ya sólo con lentitud aferra las cosas: ¿Quién eres tú? ¿Qué has hecho? Descansa aquí: este lugar es hospitalario para todo el mundo  ¡recupérate! Y seas quien seas: ¿Qué es lo que ahora te agrada? ¿Qué es lo que te sirve para reconfortarte? Basta con que lo nombres: ¡lo que yo tenga te lo ofrezco!  ¿Para reconfortarme? ¿Para reconfortarme? Oh tú, curioso, ¡qué es lo que dices! Pero dame, te lo ruego. ¿Qué? ¿Qué? ¡Dilo!  ¡Una máscara más! ¡Una segunda máscara!… F. Nietzsche.

La tentación entra generalmente por una puerta que previamente se ha dejado abierta.  Anónimo.

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