Lunes, 26 de Noviembre de 2018

El sumo bien es la concordia del alma; pues las virtudes deberán estar allí donde estén la armonía y la unidad; son los vicios los que discrepan. L. A. Séneca.

Ley, derecho, moralidad, existen por el Estado, que descansa en una convención: los particulares convienen limitarse mutuamente. Pero el hombre no cede definitivamente sus derechos, puesto que lo que espera de la comunidad es su conservación y, si ésta se pone en peligro, tiene derecho a reclamarlos. Así debe ser, pues Dios crea individuos, no naciones. B. Spinoza.

Quien moraliza no comprende la necesidad de la conducta según leyes inmanentes, y cubre esa ignorancia con la idea de ley preceptiva. B. Spinoza.

Todos los geómetras serían finos si tuviesen buena vista, porque no razonan falsamente sobre los principios que conocen; y los espíritus finos serían geómetras si pudieran acomodar la vista a los principios inusitados de la geometría. Blaise Pascal.

Es tan grande [Freud] como vacuo. Frank Kafka.

No estoy ya en este mundo, sino dando vueltas y vueltas en el vestíbulo del infierno, pues la conciencia de culpa no supone para mí una ayuda, una solución; no, solo tengo conciencia de culpa porque es la forma más bella de arrepentimiento. Frank Kafka.

El coito, castigo de la dicha de estar juntos. Frank Kafka.

La vida del hombre se da en 3 estadíos de progreso moral (B. Spinoza):

  • Individualidad.

  • Razón.

  • El entendimiento puro intuye la unidad substancial del mundo, el Todo que se manifiesta en todo. Ese estado es el amor intelectual de Dios, un amor sin pasión, con-sentimiento en el orden y necesidad universal, que constituye la verdadera felicidad, la auténtica libertad (liberación de la esclavitud de las pasiones individualizantes).

Cuatro modos de conocer (B. Spinoza):

  • Por testimonio externo, como sabemos el día de nuestro nacimiento.

  • Por experiencia vaga, como sabemos que hemos de morir.

  • Por deducción inadecuada, sin idea clara de la unión que liga los términos conexos por ejemplo, del efecto a la causa.

  • El saber, único perfecto y cierto, en que concebimos algo a partir del principio, como en las matemáticas.

BLAISE PASCAL:

La filosofía consiste en reírse de la filosofía.

La grandeza de un hombre consiste en saber reconocer su propia pequeñez.

La imaginación dispone de todo; crea belleza, justicia, y felicidad, que es el todo del mundo.

La justicia sin la fuerza es irrisoria; la fuerza sin justicia es tiranía.

La mayor parte de los errores de los médicos proviene no de malos raciocinios basados en hechos bien estudiados, sino de

raciocinios bien establecidos basados en hechos mal observados.

La moral es la ciencia por excelencia; es el arte de vivir bien y de ser dichoso.

La razón obra con lentitud, y con tantas miras, sobre tantos principios, que a cada momento se adormece o extravía. La pasión obra en un instante.

La reina del mundo es la fuerza y no la opinión; pero es la opinión quien usa de la fuerza.

La verdad de la religión estriba en su misma oscuridad, en la escasa luz que tenemos sobre ella y en nuestra indiferencia por esa luz.

La verdad es útil a quien la escucha, pero desventajosa a quien la dice, porque lo hace odioso.

La virtud de un hombre no debe medirse por su esfuerzo, sino por sus obras cotidianas.

Lo que se ve con frecuencia no maravilla… Lo que nunca se vio, cuando ocurre, se tiene por prodigio.

Lo último que uno sabe es por dónde empezar.

Los extremos se tocan.

Los hábitos son una segunda naturaleza que destruye a la primera.

Los hombres no aman naturalmente sino aquello que puede serles útil.

Los hombres son tan necesariamente locos que sería estar loco, con otro género de locura, no estar loco.

Los mejores libros son aquellos que quienes los leen creen que también ellos pudieron haberlos escrito.

Muy débil es la razón si no llega a comprender que hay muchas cosas que la sobrepasan.

Nadie habla en nuestra presencia del mismo modo que en nuestra ausencia. La sociedad humana está fundada en este mutuo engaño.

No creo en las revoluciones que cambian el orden de las cosas y no cambian el corazón del hombre.

No debo buscar mi dignidad en el espacio, sino en el gobierno de mi pensamiento. No tendré más aunque posea mundos. Si fuera por el espacio, el universo me rodearía y se me tragaría como un átomo; pero por el pensamiento yo abrazo al mundo.

No es bueno ser demasiado libre. No es bueno tener todo lo que uno quiere.

No es cierto que todo sea incierto.

No hay más que dos clases de hombres: unos, los justos, que se creen pecadores; otros, los pecadores, que se creen justos.

No lo buscarías si no lo hubieras ya encontrado.

No poseemos la verdad ni el bien nada más que en parte y mezclados con la falsedad y con el mal.

Nos gusta más la caza que la presa.

Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad.

Nuestra naturaleza está en movimiento. El reposo absoluto es la muerte.

Ordinariamente, uno se convence mejor por las razones que encuentra por sí mismo que por aquellas que proceden del espíritu de los demás.

Para quienes no ansían sino ver, hay luz bastante; más para quienes tienen opuesta disposición, siempre hay bastante oscuridad.

Para ser dichoso y serlo con toda seguridad es necesario procurar que los demás lo sean también. Tus bienes y tus males dependen en gran medida de aquellos con quienes te hayas juntado. La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume, el respeto la conserva.

Pintar el amor ciego es una sinrazón de los poetas; es preciso quitarle la venda y devolverle para siempre la alegría de sus ojos.

Pocas amistades quedarían en este mundo si uno supiera lo que su amigo dice de él en ausencia suya, aún cuando sus palabras fueran sinceras y desapasionadas.

Por muchas riquezas que un hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades de las que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás.

¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y su príncipe tiene una querella con el mío aunque yo no la tenga con él?

Que cada uno en su ley busque en paz su luz.

¿Quien se siente desgraciado por no ser rey, sino un rey destronado?

Sabed que el hombre supera infinitamente al hombre.

Saber más que los otros es fácil… Lo difícil es saber algo mejor que los otros.

Si el artesano estuviese seguro de soñar por espacio de doce horas que es rey, creo que sería tan feliz como un rey que soñase doce horas que es artesano.

Si los hombres supieran lo que unos dicen de otros no existirían en el mundo cuatro amigos de verdad.

Sólo se es verdaderamente feliz cuando se sueña con la felicidad.

Somos tan desdichados que no podemos encontrar placer en algo sino con la condición de enfadarnos si no tiene éxito.

Todas las buenas máximas están en el mundo; sólo hace falta aplicarlas.

Todo nuestro razonamiento se reduce a ceder al sentimiento.

Todos los hombres consideran la felicidad como su objetivo: no hay ninguna excepción. Por diferentes que sean los medios que empleen, todos tienden al mismo fin.

Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.

Nos consolamos con pequeñeces porque son menudencias las que nos afligen.

SÉNECA:

Tantas cosas por las que te fuerzas buscando el placer son causas de dolor.

Te diré cómo se conoce la sanidad del alma: si está contenta de sí misma, si confía en sí misma, si sabe que todos los deseos de los mortales no tienen ninguna importancia para la verdadera felicidad.

Te podría decir de muchas cosas que una vez compradas destruyen nuestra libertad; seríamos en estos casos más nuestros si ellas no fuesen nuestras.

Toda la armonía total de este mundo está formada de discordancias.

Todas las calamidades podrán ser llamadas bienes siempre que la virtud las ennoblezca.

Todo arte es imitación de la naturaleza.

Todo el mundo aspira a la vida dichosa, pero nadie sabe en qué consiste.

Trata a tu inferior como quieras ser tratado por tu superior.

Un barco que parecería grande en el río, sería muy pequeño en plena mar.

Un Emperador debe de gobernar como los dioses.

Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.

Un viejo proverbio: el gladiador se decide en la arena.

Una discusión prolongada es un laberinto en el que la verdad siempre se pierde.

Una era construye ciudades. Una hora las destruye.

Una gran fortuna es una gran servidumbre.

Una persona inteligente se repone pronto de un fracaso. Un mediocre jamás se recupera de un éxito.

Vencer sin peligro es ganar sin gloria.

Vendrán en los tardos años del mundo ciertos tiempos en los cuales el mar océano aflorará los atamientos de las cosas y se abrirá una grande tierra y un nuevo marinero como aquel que fue guía de Jasón y que hubo de nombre Tiphys descubrirá nuevo mundo y ya no será la isla de Thule la postrera de las tierras […].

Verdaderamente, el azar tiene mucho poder sobre nosotros, puesto que, si vivimos, es por azar.

Vive con el inferior tal cual quisieras que el superior viviera contigo. Siempre haz con el esclavo no más que lo que quisieras hiciera contigo un dueño.

Vive con los hombres como si Dios te viese; háblale a Dios como si los hombres te oyeran.

Vive pues de tal manera como si yo tuviera que saber todo lo que haces; más aún, como si tuviese que verlo.

Viven más contentos aquellos en quienes jamás puso los ojos la fortuna, que los otros de quienes los apartó.

Vuelvo más avaro, más ambicioso, más sensual, aún más cruel y más inhumano, porque estuve entre los hombres.

Ya vemos que llegaste a la más avanzada edad a que puede llegar un hombre; pesan sobre ti cien años o más. Pues bien, saca las cuentas de tu existencia; cuenta qué parte de ese tiempo se ha llevado el acreedor, cuál la amiga, cuál el rey, cuál el cliente; cuánto tiempo perdiste peleándote con tu mujer, corrigiendo a tus esclavos, yendo de visita por la ciudad; añade a ello las enfermedades que tú mismo provocaste y el tiempo perdido inútilmente: verás que tienes menos años de los que cuentas.

Y si me preguntas cuál es el límite de las riquezas, te diré que primeramente tener lo necesario y después tener lo suficiente.

Cuando se está en medio de las adversidades ya es tarde para ser cauto.

… el estoicismo estaba muy extendido, así como el epicureísmo y el escepticismo. Todas estas doctrinas han salido de la de Sócrates. Su intuición común es de la renuncia del espíritu a todo lo exterior, para bastarse a sí mismo. Georg Wilhelm Friedrich Hegel.

 

 

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