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La fidelidad es la mejor arma de la mujer marchita y la mayor hipocresía de la mujer encantadora. Película El prisionero de Zenda.
Al besarla, había sentido que el ser divino temblaba dentro del ser querido. Víctor Hugo.
Tengo por principio no aceptar nunca una derrota, de cualquier clase y sea quien sea quien me la inflige. Alexandra David-Néel.
Creo que la salud tiene un precio y la enfermedad un coste. Guillermo López Vivanco.
Para aquél que sabe mirar y sentir, cada minuto de esta vida libre y vagabunda es una auténtica gloria. Alexandra David-Néel.
Tanto nadar para morir ahogado en la orilla. Anónimo.
Los pensamientos son tiranos que regresan una y otra vez para atormentarnos. Película Cumbres Borrascosas.
Es mejor ser examinado que ignorado. Mae West.
La historia humana es la historia de dos deseos. El deseo de un hombre que desea el deseo del otro. Que el otro lo reconozca como su superior. Que se someta. El animal desea cosas naturales el hombre no. Hegel.
Guarde para su regalo
esta sentencia un autor:
si el sabio no aprueba, ¡malo!
si el necio aplaude, ¡peor!
Tomás de Iriarte,
Los pequeños gestos cotidianos de amabilidad con la pareja, como por ejemplo decirse un te quiero hacen sentirse más valorados en su relación. Anónimo.
La base de la satisfacción es ser capaz de resolver las necesidades de intimidad y de autonomía. Antonio Fuertes.
CONOCIMIENTO:
El renombre y el reposo no compaginan. Georg Lichtenberg.
Nadie está de acuerdo con las opiniones de los demás; sólo aceptamos las nuestras expresadas por otros. Anónimo.
Cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede. Terencio.
Experiencia: Los errores que nos gusta recordar.anónimo.
No interesa lo pequeño que parezca el comienzo. Henry David Thoreau.
Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres. Tristan Bernard.
Concede a tu espíritu el hábito de la duda, y a tu corazón, el de la tolerancia. Georg Lichtenberg.
Aunque no lo creas, no todo está perdido. Anónimo.
La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo. Séneca.
El mundo no puede dar alegrías tan grandes como son las que quita. Lord Byron.
El pensador sabe considerar las cosas más sencillas de lo que son. Friedrich Nietzsche.
No existe en el mundo nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo. Victor Hugo.
Las palabras antiguas son las mejores, y las breves, las mejores de todas. Winston Churchill.
Cuando una lámpara se destroza, la luz yace muerta en el suelo. Percy B. Shelley.
Una conclusión es el lugar donde llegaste cansado de pensar. Anónimo.
La indiferencia hace sabios y la insensibilidad monstruos. Denis Diderot.
¡Como si se pudiera matar el tiempo sin insultar a la eternidad! Henry David Thoreau.
No es necio el que hace la necedad, sino el que, hecha, no la sabe encubrir. Baltasar Gracian.
Es una reflexión penosa para un hombre considerar lo que ha hecho, comparado con lo que debió hacer. Samuel Johnson.
Es mejor ser un joven abejorro que una vieja ave del paraiso. Mark Twain.
Mis manos son el límite seguro de toda realidad. José Clemente.
No existe ningún punto de partida si no se sabe bien a donde ir. Silvina Garré
No hace falta renunciar al pasado al entrar en el porvenir. Al cambiar las cosas no es necesario perderlas. John Cage.
El experimentador que no sabe lo que está buscando no comprenderá lo que encuentra. Claude Bernard.
No desprecies a nadie; un átomo hace sombra. Pitágoras.
Los débiles tiemblan ante la opinión, los tontos la desafían, los sabios la juzgan, los expertos la dirigen. Anónimo.
La totalidad está presente incluso en las piezas rotas. Aldous Huxley.
Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia. Aldous Huxley.
Los hombres sabios aprenden mucho de sus enemigos. Aristófanes.
Nada más difícil, pero nada más precioso que el saber decidirse. Napoleón Bonaparte.
El pasado no es sino la prefiguración del futuro. Mircea Eliade.
Casi todo lo que realices será insignificante, pero es muy importante que lo hagas. Mahatma Gandhi.
No hables, en manera alguna, hasta que tengas algo que decir. Thomas Carlyle.
No olvides que dar un consejo es contraer un compromiso, cuando menos. Juan Zorrilla de San Martin.
La irreflexión es la fuerza más invencible de la tierra. Anselm Feuerbach.
Prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la sabiduría. Anatole France.
¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar? Helen Keller.
Por nuestra ignorancia no sabemos las cosas necesarias; por el error las sabemos mal. Robert Burton.
No basta saber, se debe también aplicar; no es suficiente querer, se debe también hacer. Johann Wolfang Von Goethe.
El mejor consejo lo da la experiencia; lástima que llegue siempre demasiado tarde. Anónimo.
La desgracia abre el alma a una luz que la prosperidad no ve. H. Lacordaire.
La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así el entendimiento del hombre. Santa Teresa de Jesús.
El alma es un vaso que solo se llena con eternidad. Amado Nervo.
Ninguna cosa hay tan difícil como el arte de hacer agradable un buen consejo. Joseph Addison.
Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima. Alphonse de Lamartine.
Hay que atender no sólo a lo que cada cual dice, sino a lo que siente y al motivo porque lo siente. Marco Tulio Cicerón.
Las personas inteligentes tienen un derecho sobre las ignorantes: El derecho a instruirlas. R. W. Emerson.
Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños. Khalil Gibran.
Van mal los asuntos humanos cuando queda solamente la fe en los asuntos materiales. Marco Fabio Quintiliano.
En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa. Antonio Machado.
El que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario. Benjamin Franklin.
La única educación eterna es esta: estar lo bastante seguro de una cosa para decírsela a un niño. Gilbert Chesterton.
Nadie prueba la profundidad del río con ambos pies. G. Moxeranus.
Si no tienes ganas de ser frustrado jamás en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti. Epícteto.
En la naturaleza no existen ni premios ni castigos. Solo existen consecuencias. Robert Ingersoll.
La meta es partir. Giuseppe Ungaretti.
No hace falta defender siempre la misma opinión porque nadie puede impedir volverse más sabio. Konrad Adenauer.
La palabra es el espejo de la acción. Solón.