Reflexiones y comentarios. La belleza, sensibilidad y sentido de la vida.

Arte de la vida

Nuestro sentido de la belleza, es el sentido más elevado que posee el ser humano. Oscar Wilde.

Vamos todos por el mismo camino, porque nos invade el miedo a llamar la atención, dar la nota, ser diferentes. Nos dirige lo políticamente correcto, salir del rebaño es complicado, nunca nos alejamos mucho de él, vamos a tientas, caminamos por la oscuridad y estamos más o menos tranquilos porque observamos que hacemos lo que hacen todos y eso nos apacigua y tranquiliza.  Parece que vamos a algún sitio, pero caminamos sin rumbo como los israelitas dando giros y más giros al desierto en el que se ha convertido nuestra vida, sin ser capaces de encontrar ninguna dirección a la misma.

Medimos el éxito, por el tener más de todo lo que consideramos valioso, y lo que consideramos valioso no es más que el reflejo de los valores caducos  de una sociedad decadente en la que prima el principio del ‘sálvese quien pueda’ , ‘vivir a la desbandada’, o ‘primero yo y después también yo’.  Ese es realmente nuestro sentido de la vida, tener más, en lugar de indagar y profundizar en nosotros, conocernos para tener una vida plena de sentido.

Es más fácil entretener la mente con juegos, pasatiempos y otras evasiones que indagar en el sentido de la vida misma, cuya tarea formaría parte de su belleza y nuestra sensatez.  Creemos que el ideal, la felicidad, el sentido de la existencia, está fuera, cuando hay que buscarlos en nosotros. En el interior está lo que anhelamos encontrar en el exterior.  La belleza de la vida no reside en el exterior, sino que está en nosotros.  Una vez encontrada, la vida se hace más rica, auténtica, libre y creativa.  Es el propio corazón del hombre el que labra la belleza, la felicidad  y da sentido pleno a la vida.

Cuando creamos estructuras mentales sanas, nuestra mente es capaz de ver la realidad sin ningún tipo de filtro ni condicionamiento.  Vemos la verdad desnuda de las cosas, sin prejuicios ni trabas. Somos más sensibles a los infinitos matices del mundo que nos rodea.  Podemos ver todo en su esplendor y riqueza. Se produce una transformación en nosotros: la muerte espiritual (a lo viejo y condicionado), la purificación (apertura a lo nuevo), el despertar (del sueño de la sinrazón) y la iluminación (la mente es más sabia). Hay una transfiguración: se ven las cosas en su verdadera naturaleza.

Nietzsche –apelando al arte de vivir-, nos dice que a los hombres más espirituales [aristócratas mentales los llama] les está vedado no ser los primeros:

  • En la dureza consigo y con los demás.
  • Goce de la victoria sobre sí.
  • Ascetismo [disciplina] como segunda naturaleza.
  • Necesidad [motivación] íntimamente sentida [anhelos de desarrollo, crecimiento y autosuperación]
  • No a la negación y pesimismo.
  • La tarea difícil se les antoja una prerrogativa y jugar con cargas bajo las cuales los demás se desplomarían, un solaz [descanso].

Frases para la reflexión:

  • Es necesario mirarse en el espejo, por si te refleja bello, hacer cosas bellas, y por si te muestra feo, corregir el defecto de tu naturaleza con tu conducta intachable (Bias de Pirene).
  • Ustedes podrían preguntarse por qué todas las tradiciones religiosas y los rituales nunca se han referido a la belleza. J. Krishnamurti.
  • Arte: es el resultado de una facultad de producción de cierto género, ilustrada por la razón verdadera. Aristóteles.

 

 

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