Miércoles, 26 de Septiembre de 2018

Cuando se hace el bien es preciso hacerlo alegremente. Talmud.

Los alegres curan. F. Rabelais.

Un sabio es aquel cuyo intestino funciona bien.  Buda.

La belleza te hace interesante solo durante cinco minutos.  Monica Bellucci.

Dime cómo estás buscando y te diré qué estás buscando. L. Wittgenstein.

El mundo es como tú te lo hagas amigo, si no te cabe haz los ajustes necesarios. Película Silverado.

Estoy persuadido de que nada tiene una influencia tan decisiva en el rumbo de la vida de un hombre como su aspecto físico y no tanto éste como el convencimiento de ser o no ser atractivo. León Tolstoy.

Entre un hombre y una mujer todo es cuestión del momento. Película El fuego fatuo.

El tiempo vuela a veces como un pájaro, y a veces se arrastra como un caracol. Pero la mayor felicidad del hombre sobreviene cuando no se advierte si su paso es raudo [rápido] o moroso [lento]. Iván Turgueniev.

La única forma de ser más listo es enfrentarse a un oponente más listo. Película Revolver. 

No pudiendo ver a los demás sino a través de sí mismos, jamás habrá hombre sabio para el ignorante, ni bueno para el perverso. Arthur Schopenhauer.

VERDAD:

  • El hombre descubre la verdad sólo por la razón, no por la fe. Tolstoi.

  • Mi manera de bromear es decir la verdad. Bernard Shaw.

DELITO:

  • La fuente de todo delito se encuentra en algún defecto del entendimiento, en algún error del raciocinio o en algún impulso repentino de las pasiones. Thomas Hobbes.

  • Los delitos que tienen éxito son tan alabados como la misma virtud. La Bruyère.

  • La codicia, el amor a los placeres, la lujuria, la ociosidad, la cólera, el odio y el afán de venganza son las principales causas de los crímenes. Estas pasiones y deseos son compartidos por los ricos y por los pobres por igual, por los instruidos y los ignorantes. Son inherentes a la naturaleza humana y su germen se encuentra en todos los hombres. H. B. Irving.

CASTIGO:

  • El castigo acarrea sabiduría; es el arte de curar la maldad. Platón.

  • El que desea infligir un castigo racional no toma venganza por un daño que ya no puede remediarse. Más bien se preocupa del futuro y cuida de que el hombre castigado y el que presencia el castigo se abstengan de delinquir en lo sucesivo. Platón.

  • El castigo es una especie de medicina. Aristóteles.

ESPERAR:

  • La espera de recompensas y castigos más allá de esta vida conduce a los hombres a la ruinosa ignorancia del hecho de que todas las recompensas y castigos se encuentran en este mundo. T. E. Huxley.

  • Una comunidad es embrutecida muchísimo más por el empleo habitual del castigo que por los delitos que puedan cometerse de vez en cuando. Oscar Wilde.

  • Hambre que espera hartura no es hambre ninguna. Anónimo.

  • Sin pasión, el hombre sólo es una fuerza latente que espera una posibilidad, como el pedernal el choque del hierro, para lanzar chispas de luz. Amiel.

  • El amor verdadero no espera a ser invitado, antes él se invita y se ofrece primero. Fray Luis de León.

  • Es necesario siempre esperar cuando se está desesperado, y dudar cuando se espera. Gustave Flaubert.

  • El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal. Sigmund Freud.

  • Burro aparejao, camino espera. Anónimo.

  • El futuro es una realidad que se crea, no una realidad que se espera. Anónimo.

  • Nunca pidas consejo pues ni el más sabio de los sabios puede dártelo, ya que nadie conoce lo que te espera a la vuelta de la esquina. Anónimo.

  • El secreto de un buen jugador es saber descubrir que espera el otro, y saber hacer creer que va a obtenerlo. Ken Burns.

  • Hay amor donde una mujer nunca obtiene lo que espera y un hombre nunca espera lo que obtiene. Juna Sue.

  • Ten el valor de la astucia que frena la cólera y espera el momento propio para desencadenarla. Gengis Khan.

  • Sin el tiempo, esa invención de Satanás, el mundo perdería la angustia de la espera y el consuelo de la esperanza. Antonio Machado.

  • Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. Proverbio Hindú.

  • El corazón es un niño: espera lo que desea. Proverbio ruso.

  • La muerte os espera en todas partes; pero, si sois prudentes, en todas partes la esperáis vosotros. San Bernardo de Claraval.

  • El colmo de la infelicidad es temer algo, cuando ya nada se espera. Séneca.

  • La mayor rémora [freno] de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy. Séneca.

  • El valor espera; el miedo va a buscar. José Bergamín.

  • Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera. N. Boileau.

  • La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero. Voltaire.

  • El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas. William George Ward.

  • Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde. George Ward.

CONOCIMIENTO:

  • La misión del conocimiento no es iluminar a un alma que es oscura de por sí ni hacer ver a un ciego. Su misión no es descubrir los ojos del hombre, sino guiarlo, gobernarlo y dirigir sus pasos a condición de que tenga piernas y pies para caminar. Montaigne.

  • El conocimiento y el poder humano son sinónimos, puesto que la ignorancia de la causa frustra el efecto. Francis Bacon.

  • El conocimiento, en la mayoría de los que lo cultivan, es una especie de moneda, que se estima en mucho, pero que sólo contribuye a nuestro bienestar en la medida en que se comunica. Si al hombre sabio se le priva del placer de ser escuchado, el conocimiento no significará nada para él. Rousseau.

  • Nuestro conocimiento está constituido por el pensamiento y la experiencia acumulados de innumerables mentes. Emerson.

  • El conocimiento es un proceso de acumulación de hechos; la sabiduría consiste en su simplificación. Martin H. Fhischer.

  • Deja al tiempo todo aquello que quieras conocer debidamente, porque en los primeros ímpetus nada se logra ver con discernimiento. Séneca.

  • El mejor maestro es el que enseña a estudiarnos a nosotros mismos. Stephen Crane.

MARQUES DE SADE:

  • La gloria seduce la imaginación, más no procura la menor voluptuosidad a los sentidos.

  • Nadie es un gran hombre para su ayuda de cámara.

  • Como las ciudades en guerra, todas las mujeres tienen un flanco indefenso. Cuando se les descubre, la plaza se rinde inmediatamente.

  • En el amor todas las cumbres son borrascosas.

EURÍPIDES DE SALAMINA:

  • No llames jamás feliz a un mortal hasta que no hayas visto cómo, en su último día, desciende a la tumba.

  • Las ganancias mal logradas reportan pérdidas.

  • Es más fácil dar consejos que sufrir con fortaleza la adversidad.

  • Más celos da a la maldad la virtud que el vicio.

  • Es un dichoso infortunio el no tener hijos.

  • No hay ningún hombre absolutamente libre. Es esclavo de la riqueza o de la fortuna o de las leyes o bien el pueblo le impide obrar con arreglo a su exclusiva voluntad.

  • Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo que acontece.

  • La vida es lucha.

  • A quienes Dios quiere destruir, primero los enloquece.

  • Mi lengua promete, pero mi mente no ha prometido.

  • Los ricos no pueden comprar el privilegio de morir viejos

  • Cuando las calamidades caen sobre un Estado, se olvidan los dioses y nadie se preocupa de honrarlos.

  • El amor es el maestro más fecundo en recursos.

  • Dícese que los regalos persuaden aun a los dioses.

ESQUILO:

  • La mayor parte de los hombres prefieren parecer que ser.

  • El hombre a quien nadie envidia no es feliz.

  • No es sabio el que sabe muchas cosas, sino el que sabe cosas útiles.

  • Oye sólo a medias el que oye sólo a una parte.

  • Toda el agua de los ríos no bastaría para lavar la mano ensangrentada de un homicida.

  • La mejor salud tiene un límite; la enfermedad lo anda rondando siempre.

  • El infortunio es un lazo que une a los hombres tanto como la misma naturaleza.

  • Quien no es envidiado, no es digno de serlo.

SÓFOCLES:

  • Me temo que lo mejor no sea pasar toda la vida en la observancia de las leyes instituidas.

  • No hay forma de luchar contra lo que es forzoso.

  • El orgullo lleva consigo un castigo: la necedad.

  • No hay desgracia mayor que la anarquía: ella destruye los estados, conmociona y revuelve las familias.

  • No nací para compartir el odio, sino el amor.

  • Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna tan portentosa como el hombre… Sólo la muerte no ha conseguido evitar.

  • Describo a la gente como debería ser, pero Eurípides los pinta como son.

  • El sueño es la única medicina efectiva.

  • No haber nacido es, por encima de cualquier otro, el mejor premio.

  • La prudencia es la base de la felicidad.

PLATÓN:

  • El tiempo es una imagen móvil de la eternidad.

  • Aprendiendo a morir sea prende a vivir mejor.

  • Los espíritus vulgares no tienen destino.

  • Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos.

  • El hombre sabio querrá estar siempre con quien sea mejor que él.

  • No hay un solo rey que no descienda de un esclavo, ni un esclavo que no haya tenido reyes en su familia.

  • La burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan.

  • La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos.

  • El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio.

  • La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.

Gustave Flaubert:

  • El trabajo es nuestro mejor modo de escamotearnos a la vida.

  • Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda.

  • A un alma se la mide por la amplitud de sus deseos, del mismo modo que se juzga de antemano una catedral por la altura de sus torres.

  • El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí porque se nos escapa el presente.

  • La mujer es un vulgar animal del que el hombre se ha formado un ideal demasiado bello.

 

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