Notas de Siddhartha de Hermann Hesse

Siddhartha.

 

ÍNDICE

 

 

 

  • Hermann Hesse.
  • Tema.
  • Argumento.
  • Resumen:
    • Primera parte.
    • Segunda parte.
  • Reflexión.

Hermann Hesse:

  • Según manifiesta él mismo, sus obras han sido escritas sin intención de servir a una idea, si bien todas ellas pueden ser comprendidas como una defensa del individuo, en ocasiones como un grito de angustia a favor de esta defensa.
  • La primera guerra mundial puso en evidencia la barbarie del mundo occidental, la estupidez de un mundo gobernado por la razón. Hesse se propone rescatar al hombre del secuestro al que le había sometido una civilización alejada de las verdaderas fuentes de la cultura, del cultivo de la vida del espíritu. Para esto recurre a las doctrinas orientales de la anulación del yo, a las teorías psicoanalíticas del mito y del inconsciente colectivo y a la amplia literatura del zen y del misticismo budista.
  • ¿Qué es Siddhartha para su autor? ‘Es la confesión de un hombre de origen y educación cristianos, que ha abandonado completamente la Iglesia y se ha esforzado por comprender otras religiones, en primer lugar las de la India y China’. Intentó descubrir lo que es común a todas las confesiones, a todas las formas de piedad; lo que supera las diferencias entre las naciones, lo que puede ser creído y respetado por todo hombre, sea cual sea la raza a la que pertenezca.
  • Siddhartha, escrito en 1919 se ha tomado en diversas ocasiones, como un breviario ideológico por grupos preocupados por abrir nuevas rutas a la humanidad, dejando al margen la carga ideológica del racionalismo a ultranza. El movimiento hippy y las nuevas tendencias en psicología de los años 60 en los Estados Unidos, pusieron a la India de moda y encontraron en Siddhartha una guía espiritual de excepción.

Tema: el camino hacia la auténtica liberación del ser humano a través de una vía contrapuesta al racionalismo occidental que ha conducido a la hecatombe de una conflagración mundial con millones de víctimas, pasa por un despertar de la sensibilidad y de los sentidos. Pasa por una nueva concepción del mundo que encontramos en las enseñanzas de los maestros orientales. Se trata de vivir el propio cuerpo, de abrirse a la naturaleza y tomar a ésta como maestra y amiga. Este camino lleva al desarrollo pleno del individuo a través de una serie de etapas sucesivas en las cuales éste percibe toda realidad como una Unidad, cambiando su visión del mundo y dirigiendo sus pasos hacia un auténtico despertar. Este despertar hará que el individuo espontáneamente ame todo lo creado y así posibilitar el cambio de una serie de valores ya caducos, por otros más auténticos. El individuo se convierte en un buscador, más que en un poseedor. La actitud de su espíritu es de apertura, de amor, de amistad, de solidaridad y paz interior.

Argumento:

  •  Siddhartha, joven de 17 años, es hijo de un brahmán [de la casta de los sacerdotes  en la India]. a pesar de vivir en un contexto cultural rico, no está satisfecho con lo que sabe, por lo que decide abandonar la casa de sus padres para hacer averiguaciones en torno a su Yo (Atman [Alma]). Vive tres años con unos ascetas (samanas), pero decide abandonarlos también, porque sus enseñanzas tampoco le satisfacen. Se encuentra con Buda y escucha sus enseñanzas, pero descubre una aporía [contradicción o paradoja]. Esta aporía le lleva a hacerse el firme propósito de prescindir de todo tipo de maestros. Esta primera parte de la obra acaba con el despertar de Siddhartha. Este despertar consiste en prescindir de buscar cosas abstractas (su Yo, o Atman) y penetrar y conocerse así mismo, pero como un todo: ‘el sentido y la esencia no se hallan en algún lugar de las cosas, sino en ellas mismas, en todo’.
  • En la segunda parte de la obra, Siddhartha decide abandonar la vida de asceta y marcharse a la ciudad en busca de nuevas experiencias. Conoce a una cortesana, Kamala a la que pide que le enseñe los placeres del amor. Esta le pone una serie de condiciones que Siddhartha acepta. Pero como para ello precisa trabajar, Kamala le presenta a un rico mercader (Kamaswami) el cual emplea a Siddhartha. El trabajo con el mercader le proporciona dinero y con ello las enseñanzas de Kamala. El mundo del placer, la codicia, la indolencia, el vicio y la avaricia habían poseído a Siddhartha, pero finalmente decide salirse de ese juego y toma la decisión de abandonar sus propiedades, al mercader y a Kamala. Siddhartha vuelve al río, en el que un día conoció a un barquero, con la intención de suicidarse, pero cuando está a punto de morir ahogado, oye en su interior la palabra mágica OM y desiste. Posteriormente y a instancias del barquero, decide quedarse con él. Un día se vuelve a encontrar con Kamala y su hijo (que también era de Siddhartha), pero Kamala es mordida por una serpiente y muere, quedándose Siddhartha con su hijo el cual posteriormente se fugará porque no le gusta como le trata su padre. Poco a poco va entrando en el corazón de Siddhartha el amor. Su hijo se lo había despertado. Pasó de despreciar a la gente vulgar a considerarles como hermanos, a no sentirse superior. Amaba también la naturaleza: el río, las aves, los árboles, etc. El barquero se muere y Siddhartha se queda solo. Posteriormente se encuentra con su amigo Govinda (el cual se había marchado de casa juntamente con Siddhartha) que le manifiesta que todavía sigue buscando. Siddhartha le hace ver que quizá sea esa actitud de búsqueda la que le impide reconocer lo que busca cuando lo encuentre. Govinda apremia a Siddhartha a que le diga qué es lo que ha descubierto. Éste le habla de la concepción del mundo como Unidad, del Buda que cada uno lleva dentro de sí, de la ilusión del tiempo. Finalmente le dice que en el momento actual lo que persigue es AMAR EL MUNDO.

Resumen:

Primera parte:

  • El hijo del Brahman.
  • Con los samanas.
  • Gotama (Buda).
  • Despertar.

Segunda parte:

  • Kamala.
  • Con los hombres niños.
  • Sansara.
  • A orillas del río.
  • El barquero.
  • El hijo.
  • OM.
  • Govinda.

PRIMERA PARTE:

El Hijo del Brahman:

  • Siddhartha se mueve en un ambiente de brahmanes [sacerdotes], los cuales le han trasmitido lo mejor de sus enseñanzas. Su propio padre es un brahman, de la casta de los sacerdotes de la India. a pesar de ello tiene muchas preguntas sin contestación relativas a su alma (Atman). Para Siddhartha el conocimiento de los grandes sabios se hallaba en las palabras mágicas de los Upanishads (escritos revelados) ‘Tu alma es todo el universo’.
  • Tras un ejercicio de meditación con su amigo Govinda, Siddhartha decide hacerse samana (asceta errante), para lo cual decide marcharse de casa, previo permiso de su padre. Su padre le deja partir, ante la firme resolución de Siddhartha, pero le insta a que si encuentra la felicidad vuelva y se la enseñe. Y sino, que vuelva también para seguir juntos indagando.

Con los samanas:

  • Siddhartha y su amigo Govinda, se unen a los samanas. En su camino por el mundo como samana, vio Siddhartha muchas cosas pero todo le parecía un engaño. Todo simulaba tener sentido, felicidad, belleza, cuando no era más que podredumbre encubierta. El mundo para él, tenía un gusto amargo.
  • Sólo tenía una meta; quedarse vacío, despojarse de su sed, de sus deseos, de sus sueños, de sus penas y alegrías. Deseaba morir para sí mismo, aniquilar su Yo, para que así de ese modo surgiera lo más íntimo de su ser.
  • Instruido por el más anciano de los samanas, aprendió a practicar la despersonalización y el ensimismamiento (a través de un proceso de identificación) como una forma de matar su yo. Pero a pesar de su esfuerzo el yo seguía en su punto de partida. La sed de conocimiento que tenía, se seguía manteniendo a pesar de su experiencia con los samanas, por lo que decide apartarse de ellos, tras tres años de errar por el mundo.
  • Estando todavía con los samanas, llega a sus oídos que andaba cerca Gotama (Buda). Este había superado en sí mismo el sufrimiento del mundo, deteniendo la Rueda de las reencarnaciones. Govinda se une a Buda mientras que Siddhartha decide seguir solo, previamente abandonan ambos a los samanas.

Gotama (Buda):

  • Siddhartha se encuentra con Buda. El rostro de éste y su modo de andar, su mirada discreta y tranquila, su mano que colgaba serenamente a un lado y cada uno de los dedos de esa mano, rezumaba paz y perfección. En su figura era imposible descubrir algún asomo de búsqueda, voluntad, afán imitativo o esfuerzo: sólo paz y luminosidad.
  • Posteriormente Siddhartha tiene una conversación con Buda. Le dice que encuentra una fisura en su doctrina, en lo relativo a la ley de la causalidad universal. No comprendía cómo era posible que una persona pudiera salirse de esa Rueda de las reencarnaciones. Buda le responde que no importaban las palabras, que su objetivo era liberar a la gente del sufrimiento. Esa y no otra era su enseñanza.
  • Siddhartha le hace ver que la liberación que ha conseguido Buda ha sido a través del pensamiento, la meditación, el conocimiento y la iluminación, no a través de alguna doctrina. Siddhartha quiere alejarse de cualquier doctrina pues tiene miedo que con la doctrina de Buda integre su yo y lo que él busca es precisamente la destrucción total del mismo.

Despertar:

  • Siddhartha quiere conocerse para descubrir el enigma que es, dejando al margen la vida ascética y las diferentes doctrinas. Ahora bien cambia de enfoque. En lugar de interesarse por un aspecto de Siddhartha, (como es el Yo o el Atman), quiere conocerse, penetrarse completamente. El sentido y la esencia no se hallan en algún lugar tras de las cosas, sino en las cosas mismas, en todo. Quería leer el libro del mundo, el libro de su propio ser, en función de un sentido atribuido de antemano, pero eso ya pasó, al final ha despertado, al final ‘ha nacido’.
  • Después de este despertar, le entra una angustia vital, ‘último estremecimiento del despertar, el espasmo final del parto’, que le lleva a decidir volver a casa de sus padres, pero finalmente desiste ‘retroceder’.

SEGUNDA PARTE:

Kamala:

  • El verdadero tesoro y el secreto de Buda no era su doctrina, sino esa vivencia inefable e imposible de enseñar que el Sublime experimentó en el instante mismo de su iluminación. Eso era lo que Siddhartha buscaba.
  • Había estado trabajando para liberarse de su Yo, pero en definitiva ¿de qué quería liberarse sino sabía qué era? Pensó que tanto las ideas como los sentidos, eran cosas buenas y tras ellas yacía oculto el significado último de la existencia. Es decir deja de centrarse en una parte abstracta de sí, como paso previo a su liberación, para centrarse en lo concreto de su vida, considerada como un cúmulo de actividades y funciones de la mente y del cuerpo.
  • Decide dejarse llevar, sin tener ningún tipo de aspiraciones, para ver qué pasa, si bien presuponía que eso le conduciría a su ansiada liberación (es decir al instante mismo de la iluminación). Decide seguir su voz interior, dejando al margen los sacrificios, las plegarias y las mortificaciones.
  • Decide ir a la ciudad para lo cual tiene que cruzar el río. Allí tiene el primer encuentro con el barquero (Vesudeva), el cual manifiesta a Siddhartha cuando estaban cruzando el río que éste [el río] ‘siempre enseña algo’.
  • En la ciudad se encuentra con Kamala (joven cortesana) y la dice que quiere que ella sea su maestra. La dice que quiere aprender con ella los placeres del amor. Kamala le pone una serie de condiciones: ‘has de tener vestidos elegantes, zapatos bonitos, mucho dinero en la bolsa y regalos para mí’.
  • Siddhartha necesitaba ganar dinero para lo cual sólo contaba con tres cosas: sabe meditar, ayunar y esperar (no deja penetrar en su alma nada que pueda apartarlo del objetivo propuesto. Su propia meta lo atrae. Esto lo aprendió con los samanas). Además escribe poesías, conoce himnos sagrados, fórmulas de encantamiento y ha leído las escrituras (…).
  • La tarea de conseguir dinero para tener acceso a las enseñanzas de Kamala, le parece muy fácil, si lo comparaba con las penurias que había tenido que soportar en los tres años que estuvo como samana. Además Kamala le facilitó la labor, puesto que le presentó a un rico mercader: Kamaswami, el cual podía emplear a Siddhartha.

Con los hombres niños:

  • Kamaswami emplea a Siddhartha, lo cual le permite a éste participar activamente en sus negocios y tener dinero, así como el acceso a Kamala, a la cual visita diariamente.
  • Kamala le va enseñando entre otras cosas, que no se puede recibir placer sin devolverlo; cada gesto, cada caricia, cada contacto, cada mirada y cada parte del cuerpo por pequeña que sea, tienen su propio misterio cuyo desciframiento produce la felicidad al que lo descubre. Siddhartha se convirtió en discípulo, amante y amigo de la cortesana Kamala.
  • Siddhartha de vez en cuando, escuchaba la voz interna que le decía que lo que estaba haciendo no era más que un juego y que la verdadera vida pasaba a su lado sin tocarle.
  • Tanto Kamala como Siddhartha tenían una cosa en común que les diferenciaba de los demás: en su interior tienen un lugar en el que pueden refugiarse a cualquier hora y sentirse a gusto. Poca gente posee este recurso, aunque todos podían tenerlo. Kamaswami era tan inteligente como ellos, pero no tenía ese refugio interior. Otros sin embargo lo tienen pero su inteligencia no supera la de un chiquillo.
  • Un aspecto a destacar es el hecho de que tanto Kamala como Siddhartha son conscientes de que no pueden amar, de que no saben. Pero acaso ¿no se puede practicar el amor como un arte?

Sansara [ciclo de nacimiento, vida y muerte]:

  • El mundo y la indolencia fueron invadiendo el alma de Siddhartha hasta colmarla, entorpecerla, agotarla y adormecerla. A cambio sus sentidos habían revivido y aprendido muchas cosas haciendo acopio de multitud de experiencias. Había ido poco a poco adoptando los hábitos de los hombres niños: la puerilidad y los temores.
  • Empezó a adoptar aquellos rasgos que aparecen con frecuencia en los rostros de la gente adinerada, rasgos de insatisfacción, carácter enfermizo y malhumorado, la desidia, la ausencia de amor. La enfermedad espiritual de los ricos se fue apoderando lentamente de él. La voz interior que antes le guiaba, había enmudecido totalmente.
  • El mundo del placer, la codicia, la indolencia y al final incluso el vicio que el siempre aborreciera y ridiculizara más -la avaricia-, se habían apodera de él. Le habían subyugado el afán de posesión y el lucro.
  • También se dio al juego de dados. Sólo en la sensación que provoca el juego, lograba hallar algo parecido al placer, a un arrebato de entusiasmo, a una experiencia capaz de elevarlo sobre su vida gris, mediocre y satisfecha.
  • Con las pérdidas en el juego, perdió también su paciencia con los deudores morosos, perdió su habitual bondad de corazón para con los mendigos y su proclividad a hacer regalos y a prestar dinero. Se volvió rígido, mezquino en sus negocios y algunas noches llegó a soñar con dinero.
  • Anhelaba liberarse de aquellos placeres y costumbres, de toda esa vida absurda y por supuesto de sí mismos. Aquel juego en el que estaba metido (sansara), un juego de niños, quizá fuera agradable de jugar una, dos o diez veces, pero ¿siempre? Entonces toma la decisión de abandonar su casa, a Kamaswami y a Kamala.

A orillas del río:

  • Ya no tenía metas, sólo le quedaba el deseo profundo y doloroso de sacudirse aquel árido sueño de encima, de escupir ese insípido vino y poner fin a aquella vida ignominiosa y miserable. Anhelaba la muerte, el aniquilamiento.
  • Se sumerge en el río con ánimo de suicidarse, pero cuando estaba a punto de perecer ahogado, la palabra sacra ‘OM’ despertó su espíritu adormecido y entonces reconoció la locura que estaba a punto de cometer. Se reconoció así mismo en medio de su horror y miseria. Volvió a tomar conciencia de Brahma [Dios como totalidad], de la indestructibilidad de la vida y de todo lo referente a la divinidad que había olvidado.
  • Se acuesta en la ribera del río donde tiene un sueño profundo y posteriormente cuando se despierta, se encuentra con Govinda, su antiguo amigo. Se da cuenta Siddhartha de que amaba a su amigo, de que amaba todo lo que veía. Ésta le pareció ser la grave enfermedad que le había afligido entonces: el no haber sido capaz de amar nada ni a nadie.
  • Antes dominaba tres artes nobles: ayunar, esperar y meditar. Estas nobles artes, las había trastocado por lo más efímero y mezquino que existe: el placer de los sentidos, la vida holgada y las riquezas.
  • Hace un repaso a su vida y en sus reflexiones piensa ‘que bueno es probar por uno mismo lo que hay que saber’. Ya de niño le habían enseñado que los placeres del mundo y las riquezas no son ningún bien. Lo sabía, pero ahora lo había vivido en propia carne. Se daba cuenta de que la voz misteriosa dentro de sí, tenía razón: ningún maestro hubiese podido liberarle nunca.

El barquero:

  • En su corazón oyó la voz que había vuelto a despertar y le decía: ‘ama esta aguas, quédate a su lado, aprende de ellas’. El barquero le ofreció que se quedara con él, teniendo el río como maestro y a él como amigo. Siddhartha decide quedarse.
  • Lo primero que aprendió del rio es a escuchar, a prestar oído con el corazón en calma, con el ánimo abierto y expectante, sin apasionamiento, sin deseos, juicios ni opiniones.
  • Una segunda enseñanza del río fue que el tiempo no existe. ¿No era el tiempo la causa misma de todo temor y de toda tortura? ¿No se suprimiría acaso todo el mal, toda la hostilidad del mundo, en cuanto el tiempo fuera superado, en cuanto se aboliera la idea de tiempo?
  • Finalmente encuentra con Kamala y su hijo (también de él). Kamala es mordida por una serpiente venenosa cuando estaba a punto de cruzar el río y muere. Siddhartha esa noche medita junto al río y éste le enseña una tercera cosa: la idea de Unidad (un auténtico buscador no puede aceptar doctrina alguna, pero el que ha encontrado, sí puede aceptar cualquier doctrina).

El hijo: Siddhartha se da cuenta de que podía amar. Sentía por su hijo esa tardía pasión, pero la más intensa y extraña de todas. Se daba cuenta de que este amor ciego por su hijo era una auténtica pasión. Vive ese amor como algo necesario, puesto que provenía de su propio ser. Sin embargo el barquero le hace ver, de forma humilde, que aquel no era lugar adecuado para su hijo.

OM [mantra u oración sagrada que simboliza el Universo entero]:

  • Comprendía mejor a los hombre, ya no les sentía tan lejanos y compartía su existencia no guiado por ideas u opiniones, sino exclusivamente por instintos y deseos, sintiéndose uno de ellos. Tuvo la impresión de que esos ‘hombres niños’, eran sus hermanos. Sus vanidades, sus deseos, sus caprichos, habían dejado de ser ridículos a sus ojos. Le parecían comprensibles y dignos de estimación y respeto. El sabio o el pensador, sólo les aventajaba en un único detalle: la conciencia, la concepción de la Unidad de todo lo viviente. También pensaba si esto mismo no sería una chiquillada de los hombres pensantes, de los hombres niños pensantes.
  • Fue madurando la noción de sabiduría, como una disponibilidad del alma, una capacidad, un arte que le permitía concebir en cualquier momento la idea de Unidad, que le permitía sentir la Unidad y respirarla.

Govinda:

  • Se encuentra de nuevo con Govinda y éste no le reconoce. Siddhartha le hace la siguiente reflexión: ‘¿no será que tu actitud de búsqueda te impide realmente encontrar lo que buscas?’. Buscar significa tener un objetivo, pero encontrar significa ser libre, estar abierto, carecer de objetivo.
  • Govinda le pide a Siddhartha que le enseñe lo que ha encontrado. Éste le responde que una de las cosas que ha encontrado es que la sabiduría no es comunicable. La sabiduría que un sabio intenta comunicar a otro, suena siempre a locura. El saber puede comunicarse, pero la sabiduría no.
  • Otra verdad que había encontrado era que ‘lo contrario de toda verdad es también verdadero’. Todo lo que puede concebirse con ideas, es unilateral, desprovisto de totalidad, de unidad.
  • Otro hallazgo es que el tiempo no es real. La distancia entre el mundo y la eternidad es una ilusión. El pecador no se halla camino de transformarse en Buda, no se halla comprometido en un proceso evolutivo, aunque nuestro espíritu sea incapaz de representarse las cosas de otro modo, no, el Buda futuro existe ya en el pecador actual. Cada uno hemos de venerar al Buda potencial, al Buda en devenir, al Buda escondido. El mundo es perfecto en cada instante.
  • Siddhartha dice que ha aprendido a amar el mundo y a no compararlo más con algún mundo deseado e imaginado, con algún arquetipo de perfección inventado por su cerebro. Ha decidido amarlo como es e integrarse con él a gusto.
  • Las palabras son nocivas para el sentido secreto de las cosas, todo cambia ligeramente cuando lo expresamos, nos parece un poco deformado, un poco necio. Lo que constituye el tesoro y la sabiduría de un ser humano ha de sonar siempre un poco necio a oídos de otros. Amo las cosas y no las palabras. Las doctrinas no significan nada para mí. Le dice a Govinda que quizá ese exceso de palabras es lo que le impide encontrar la paz.
  • Le pone el ejemplo del barquero (que hacía poco había abandonado a Siddhartha para partir ‘a los bosques’, a la Unidad) el cual había aprendido todo del río. Ignoró que cada viento, nube, pájaro, etc., son igualmente divinos y saben y pueden enseñar lo mismo que el venerado río, pero sabía más que ellos sin haber tenido maestro sin libros: sólo porque tuvo fe en el río.
  • Finalmente le dice a Govinda que su último descubrimiento, es que lo único que persigue es amar al mundo.

Reflexión:

  • Siddhartha nos enseña entre otras cosas a no tener miedo de nosotros mismos. a no desesperar y a confiar en la sincronización del cuerpo y de la mente. Los placeres del mundo no son un obstáculo para entender el significado superior de la existencia, sino que son un paso obligado en la senda que lleva hacia la iluminación, al despertar, a la contemplación, que nos posibilitará una existencia más rica.
  • El adiestramiento consiste en aprender a reposar en la bondad fundamental, a descansar en un estado de total simplicidad. Cuando se aprende a superar el intelecto y la acción que emana de éste, uno se siente que está viviendo en un mundo rico que jamás agota sus mensajes. Es necesario que nos sintamos cómodos con nosotros mismos, para así poder darnos cuenta plenamente de que la disciplina no es más que la expresión de nuestra bondad fundamental.
  • Cuando uno está en ese proceso, se respeta a sí mismo y no tiene que depender de logros, ni victorias, ni necesita embaucar a los demás son subterfugios. Así su dignidad no se ve jamás disminuida. El hombre libre de aceptación y de rechazo, experimenta una afabilidad inmensa y una inmensa intrepidez. La afabilidad se convierte en vivencia del mundo como sagrado y la intrepidez es manifestada por la elegancia y riqueza en la vida de la persona.

Om es el arco, el alma es la flecha,

Y Brhama es el blanco al cual

Has de apuntar, impertérrito.

Autor: Elías Real Otsoa.