El oficio de vivir

Vivir

‘Todo el problema de la vida es éste: cómo romper la propia soledad, cómo comunicarse con otros’.

‘Esperar también es una ocupación. Lo terrible es no esperar nada’.

‘Hay un solo placer, el de estar vivos, y todo lo demás es miseria’.

‘Las lecciones no se dan, se toman’.

‘Estamos convencidos de que una gran revelación sólo puede emerger de la terca insistencia de una misma dificultad. No tenemos nada en común con los viajeros, los experimentadores, los aventureros. Sabemos que el más seguro -y más rápido- modo de sorprendernos es fijarse impertérritos siempre en el mismo objeto. En un determinado momento nos parecerá -milagroso- no haber visto nunca este objeto’.

‘El arte de no gozar, éste es el arte’.

‘El pecado no es una acción en vez de otra, sino toda una existencia mal ensamblada’.

‘El origen de todos los pecados es el sentimiento de inferioridad, llamado también ambición’.

‘Pobre gente, los testículos de los que hemos nacido continúan siendo nuestra sustancia. Inmensamente más feliz es el necio, el pobre, el malvado cuyo miembro funciona que el genio, el rico, el virtuoso anormal de ahí abajo’.

‘Tu salvación -buen florete que ofrecerte a los treinta años- está sólo en la cobardía, en el meterse en el caparazón, en el no correr riesgo. ¿Y si te busca el riesgo? ¿Y cuánto durará el caparazón?’.

‘Sabe esto otro: por tremendas que hayan resultado hasta ahora las pruebas, estás hecho de modo que mañana serán todavía peores. Lo que te sucede es que sólo crece, con los años, tu capacidad de enfurecerte, no la de resistir. Porque tu caparazón -hoy lo ves claro- ha ido adelgazando constantemente, incluso materialmente. Estás enfermo y desocupado’.

‘Para que la gente tenga piedad de nosotros hace falta que nos presentemos bien (keep smiling -es una exhortación a sonreír, a mostrarse contento). Que no seamos demasiado sucios, que representemos una ventaja para quien se ocupa de nosotros. Pero lo que verdaderamente requeriría la piedad es el sacrificio -al humillado, al obseso, al impotente; al sucio y malhablado; al desesperado y al sediento, ¿quién querría dedicarles la vida? Digo la vida de manera absoluta, como haría una mujer que se casase con él, sin reservas. Muchos, por caridad, le quitarían el hambre, le darían conversación, le lavarían el pus, ¿pero quién uniría a la suya su vida?’.

‘¿Ha habido alguna vez un santo que haya salvado a una sola persona? Todos han salvado a muchas, han cumplido una misión, han buscado a los infelices, ¿pero alguno se ha quedado con un infeliz, encerrándose en semejante tumba? E incluso quien ha sacrificado su vida ofreciendo su sangre por otro ¿habría sabido pasar todos sus días unido a este otro, sólo a éste?’.

‘Querría estar siempre -como lo estoy esta mañana- seguro de que, estando la voluntad del adulto condicionada por las cien mil decisiones que fue tomando el niño en estado de irresponsabilidad, es ridículo hablar de libre albedrío también en el adulto. Nos encontramos poco a poco caracterizados… sin saber siquiera cómo hemos llegado, y es indudable que, según el distinto carácter, se obrará de u modo o de otro: ¿qué es del libre y consciente albedrío?’.

‘Estoy desolado por haber descuidado siempre hasta ahora las formas, las maneras, por no haberme hecho un estilo de comportamiento, sino haber actuado siempre a tontas y a locas fiándome de mi gusto desdeñoso y cometiendo así infinitas meteduras de pata románticas. ¿Por qué las mujeres en general tienen mejores maneras que los hombres? Porque deben esperarlo todo de su efecto formal mientras los hombres actúan o piensan. Hay que volverse más mujer’.

‘Los pueblos que han tenido una mitología rica son los pueblos que luego han filosofado encarnizadamente: indios, griegos, germanos’.

‘Por mucho malo que suceda, ¿merecemos algo mejor? Siempre contento de existir’.

‘La libertad no elige entre el bien y el mal; destruye al mal’.

‘Amor es deseo de conocimiento’.

‘Nada es más esencial al comenzar una obra de arte que asegurarse la riqueza del punto de vista. La manera más inmediata y trivial de hacerlo es tomar una experiencia un poco insólita y suficientemente lejana y trabajar sobre la complejidad realística de asociaciones que presenta. Pero hay una manera técnica de formarse un punto de vista que consiste en disponer varios planos espirituales, varios tiempos, varios ángulos, varias realidades, y derivar de ellos proyecciones cruzadas, juego de alusiones, riqueza de sobreentendidos, a que tiende toda tu preparación y tu gusto’.

‘La prueba de que todo es en ti orgullo, hela aquí. Ahora que has recuperado el permiso de telefonearle y escribirle, no sólo no lo haces, sino que ni siquiera sientes la ardiente necesidad de hacerlo’.

‘Lo que también podría ser la prueba de que en todas las cosas buscamos solamente la posibilidad futura. Si sabemos que podremos hacer una cosa, estaremos satisfechos y es posible que ni siquiera la hagamos’.

‘Las cosas se consiguen cuando ya no se desean’.

 Autor: Cesare Pavese.