Pio-Baroja

Fue un escritor español de la llamada Generación del 98. Fue hermano del pintor y escritor Ricardo Baroja, de la escritoraCarmen Baroja y tío del antropólogo Julio Caro Baroja y del director de cine y guionista Pío Caro Baroja. Durante un tiempo ejerció la medicina.

SELECCIÓN DE FRASES:

 ‘Soy un fauno reumático que ha leído un poco a Kant’.

‘La literatura no puede reflejar todo lo negro de la vida. La razón principal es que la Literatura escoge y la vida no escoge’.

‘Soy un hombre curioso y que se aburre desde la más tierna infancia’.

‘Yo no he podido llegar a distinguir dónde empieza y dónde acaba la explotación’.

‘En la vejez no se hace más que repetirse’.

‘Yo soy un tipo a quien podía llamársele no conformista apacible’.

‘El mérito para los snobs es hacer siempre descubrimientos. Así han llegado al dadaísmo, al cubismo y a otras estupideces semejantes’.

‘El anarquismo ofrecía una mezcla de misticismo y criminalidad un poco rara’.

‘En nuestro tiempo, entre comunistas y fascistas, hay una gran simpatía por los burócratas y un fondo de animosidad contra los que no lo son’.

‘La historia es una rama de la literatura’.

‘¡Y pensar que algunos se asombran de que hayamos perdido las colonias! Lo que a mí me asombra es cómo no hayamos perdido, con esta burocracia, hasta los pantalones’.

‘En España siempre ha pasado lo mismo: el reaccionario lo ha sido de verdad, el liberal ha sido muchas veces de pacotilla’.

‘La verdad es que, con el progreso, se priva al hombre libre de los grandes encantos y emociones de ser perseguido’.

‘Dejemos las conclusiones para los imbéciles’.

‘Al oírle se sospechaba si se trataría de un hombre de genio. Al ver su obra se comprendía que no era más que un descontento sencillo’.

‘A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre’.

‘El escritor que con menos palabras pueda dar una sensación exacta es el mejor’.

‘La raza española entonces ni pretendía ni podía ver a lo lejos’.

‘Lo que se llama erudición y lo que se llama estilo, generalmente no es más que pedantería y amaneramiento’.

‘El hombre poetiza todo lo lejano’.

‘Las mujeres parecen primero ángeles, luego supone uno si serán demonios, y poco a poco empieza uno a comprender, que son hembras, como las yeguas, como las vacas’.

‘Siempre es simpático el que triunfa’.

‘A mí el libro que me gusta es el que no tiene ni principio ni fin. Ni alfa ni omega. Me agrada la novela permeable y porosa’.

‘Somos grandes constructores de ilusiones, hasta que hacemos lo posible para derruirlas’.

‘Las acciones más trascendentales de nuestra vida las ejecutamos en plena inconsciencia, casi como sonámbulos’.

‘Sólo los tontos tienen muchas amistades. El mayor número de amigos marca el grado máximo en el dinamómetro de la estupidez’.

‘España no ha tenido esas minorías selectas de cultura media de los países centroeuropeos. España nunca ha sido foco sino periferia. Algunos hombres extraordinarios, y luego, plebe’.

‘Nos miramos todos con el odio característico con que nos miramos los españoles’.

‘Triste país en donde todos los hombres son graves y todas las mujeres displicentes [desdeñosas], en donde en la mirada de un hombre que pasa vemos la mirada de un enemigo’.

‘Cuando se hace uno viejo le gusta más releer que leer’.

‘Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos’.

‘Son los inocentes y no los sabios los que resuelven las cuestiones difíciles’.

‘Así como la desgracia hace discurrir más, la felicidad quita todo deseo de análisis; por eso es doblemente deseable’.

‘El hombre: un milímetro por encima del mono cuando no un centímetro por debajo del cerdo’.

‘La burocracia en los países latinos parece que se ha establecido para vejar al público’.

‘El cemento armado es una musa honesta y útil, y quizá en manos de un arquitecto genial sería admirable; pero cuando se desmanda y se siente atrevida, como una cocinera lanzada a cupletista, hace tales horrores, que habría que sujetarla y llevarla a la cárcel’.

‘El árbol de la ciencia no es el árbol de la vida’.

‘El contagio de los prejuicios hace creer muchas veces en la dificultad de las cosas que no tienen nada de difíciles’.

‘Europa acaba en los Pirineos’.

‘Hay que reírse cuando dicen que la ciencia fracasa. Tontería: Lo que fracasa es la mentira; la ciencia marcha adelante’.

‘La burocracia en los países latinos parece que se ha establecido para vejar al público’.

‘La revolución es buena para los histriones. Sirven todos los gritos, todas las necedades tienen valor, todos los pedantes alcanzan un pedestal’.

‘La crueldad, como la estupidez, cuanto más adornadas son más detestables’.

‘Mi ideal es ya fundar la República del Bidasoa con este lema: ‘Sin moscas, sin frailes y sin carabineros. Un pueblo sin moscas quiere decir que es un pueblo limpio: un pueblo sin frailes revela que tiene buen sentido, y un pueblo sin carabineros indica que su estado no tiene fuerza; cosas todas que me parecen excelentes’‘.

‘No ha salido en España un hombre que valga la pena. ¡Qué vulgaridad, qué pobreza! El territorio nacional se divide en dos campos enemigos irreconciliables, sin que sirvan para aplacarlos y llevarlos a un ambiente de tolerancia las voces de algunas personas sensatas’.

‘Para mí un político es un retórico a quien no hay que tener en cuenta y el Gobierno que no haga nada es el mejor’.

‘Una novela larga será siempre una sucesión de novelas cortas’.

‘Hemos llegado a querernos de verdad —decía Andrés—, porque no teníamos interés en mentir’.

‘La verdad es que en España hay siete clases de españoles…  sí, como los siete pecados capitales. A saber:  1.   Los que no saben;  2.   Los que no quieren saber;  3.   Los que odian el saber;  4.   Los que sufren por no saber;  5.   Los que aparentan que saben;  6.   Los que triunfan sin saber, y  7.   Los que viven gracias a que los demás no saben.     Estos últimos se llaman a sí mismos políticos y a veces hasta intelectuales’.

Hay gentes que dicen: hay que definirse. Cuando se es un pedante y un tonto, es cosa fácil definirse, porque las definiciones cuadran muy bien para las cosas simples y superficiales, pero cuando uno no es un tonto, ya el definirse resulta bastante difícil’.

‘El dinero es el gran disolvente de todas las virtudes’.