Moliere

Dramaturgo y actor francés. Nacido en una familia de la rica burguesía comerciante, su padre desempeñaba el cargo de tapicero real. Molière perdió a su madre a la edad de diez años. Alumno en el colegio jesuita de Clermont hasta 1639, se licenció en la facultad de derecho de Orleans, en 1642.

El gran mérito de Molière consistió en adaptar la commedia dell’arte a las formas convencionales del teatro francés, para lo que unificó música, danza y texto y privilegió casi siempre los recursos cómicos, y en luchar contra las hipocresías de su tiempo mediante la ironía.

SELECCIÓN DE FRASES:

‘A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco’.

‘Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien’. Epitafio de Molière, redactado en vida por él mismo.

‘Casi todos los hombres mueren de sus remedios, no de sus enfermedades’.

‘Corrige las costumbres riendo’.

‘La belleza del rostro es frágil, es una flor pasajera, pero la belleza del alma es firme y segura’.

‘La hermosura sin gracia es un anzuelo sin cebo’.

‘La hipocresía es el colmo de todas las maldades’.

‘La felicidad ininterrumpida aburre: debe tener alternativas’.

‘La muerte es el remedio de todos los males; pero no debemos echar mano de éste hasta última hora’.

‘La serena razón huye de todo extremismo y anhela la prudencia moderada’.

‘Las cosas no valen sino lo que se las hace valer’.

‘Los vicios de moda pasan por virtudes’.

‘Médicos. Hombres de suerte. Sus éxitos brillan al sol… y sus errores los cubre la tierra’.

‘Nadie es capaz de evitar el amor, y nadie es capaz de evitar que su amor se acabe’.

‘Ningún hombre es tan bueno, que, al ser expuesto a las acciones de la ley, no sería condenado a la horca por lo menos diez veces’.

‘No hay nada tan conmovedor como un enamorado que se llega a las puertas de la amada y cuenta sus dolencias a los goznes y a los cerrojos’.

‘Nunca se dio el caso de conquistar un corazón por la fuerza’.

‘Oponerse directamente a las opiniones es el medio de echarlo todo a perder’.

‘Prefiero un vicio tolerante a una virtud obstinada’.

Sganarelle a Don Juan: ‘A fe mía, tengo que decir… No sé qué decir, pues dais la vuelta a las cosas de un modo que parecéis tener razón, y, sin embargo, es indudable que no la tenéis. Guardaba yo los más hermosos pensamientos del mudo, y vuestros discursos lo han embrollado todo’.

El enfermo imaginario:

  • ‘Los médicos no son para eso; su misión es recetar y cobrar; el curarse o no es cuenta del enfermo’.
  • Argán: ‘¿Y el latín? ¿Y conocer las enfermedades y los remedios que deben aplicarse?’. Beraldo: ‘En el instante de vestir el ropón y birrete de médico, aprenderéis todo eso, y después seréis aún más diestro de lo que deseáis’. A: ‘¡Cómo! ¿Conoce uno las enfermedades con sólo llevar esa indumentaria?’. B: ‘Si. En cuanto se habla vistiendo toga y birrete, todo charlatanísmo resulta sapiciencia, y todo desatino se convierte en razonable’. Toñita: ‘Además, señor, sólo con vuestra barba tenéis la mitad del camino recorrido, que unas buenas barbas hacen la mitad de un médico’.