James-Joyce

James Augustine Aloysius Joyce, fue un escritor irlandés, reconocido mundialmente como uno de los más importantes e influyentes del siglo XX. Joyce es aclamado por su obra maestra, Ulises (1922).

Ulises (texto seleccionado de su obra):

  • Otra victoria como ésta y estamos perdidos (Pirro).
  • Vana paciencia en amontonar y atesorar. El tiempo sin duda lo dispersará todo.
  • Los venenos son las únicas curas. Remedio donde menos se espera.
  • Lo que no va en lágrimas va en suspiros.
  • No tenemos ni las esperanzas de una bola de nieve en el infierno.
  • Siempre fuimos leales a las causas perdidas… el éxito para nosotros es la muerte del intelecto y de la imaginación.
  • Nunca fuimos leales a los que tuvieron éxito. Les servimos.
  • …Fue aquel pequeño acto, trivial en sí, de encender esa cerilla, lo que determinó el posterior transcurso de nuestras dos vidas.
  • Espigando lo que deja la gente bien.
  • Hombre hambriento es hombre violento.
  • El arte tiene que revelarnos ideas, esencias espirituales sin forma.
  • Un hombre de genio no comete errores. Sus errores son voluntarios y son los pórticos del descubrimiento.
  • ‘Ten cuidado con lo que deseas en tu juventud, porque lo obtendrás en tu edad media’. Goethe.
  • El sentimentalista es el que querría disfrutar sin incurrir en la inmensa deuda de la cosa hecha.
  • Los peores enemigos de un hombre serán los de su propia casa y familia.
  • Un padre…es un mal necesario.
  • Amor matris, genitivo subjetivo y objetivo, quizá sea la única cosa verdadera de la vida.
  • El hijo nacido trae dolor, divide el cariño, aumenta la preocupación. Es un macho: su crecimiento es la decadencia de su padre, su juventud la envidia de su padre, su amigo el enemigo de su padre. ¿Qué les vincula en la naturaleza? Un instante de ciego celo.
  • Se rio para liberar su mente de la servidumbre de su mente.
  • Cada cual su propia mujer.
  • ¿Qué es América?: las barreduras de todos los países incluido el nuestro.
  • La belleza de la música hay que oírla dos veces. La naturaleza y las mujeres, media mirada.
  • Los ojos, en que una lágrima y una sonrisa luchaban perpetuamente por el predominio.
  • Creen el bastón, azotador todopoderoso, creador del infierno en la tierra.
  • ¿Qué me dicen del beato de Cromwell y sus Corazas de Hierro que pasaron a cuchillo a las mujeres de Drogheda con la cita de la Biblia ‘Dios es amor’, pegada alrededor de la boca de sus cañones?
  • La inclinación le sugería hablar: la dignidad le decía que callara.
  • Siempre se ve el punto flaco de un hombre en su mujer.
  • Casarse en Mayo y arrepentirse en diciembre.
  • Crees que estás escapando y tropiezas contigo mismo
  • Las ruinas del tiempo edifican las mansiones de la eternidad.
  • Había soportado las burlas, como frutos de esa edad a la que suele comúnmente acusarse de no conocer piedad.
  • Dime con quién ríes y te dirá quién eres.
  • El ladeo griego con provocadora grupa, los muslos fluyentes, las rodillas besándose modestamente…alcahuetea a todos sus vicios.
  • Vuestra fuerza es nuestra debilidad (le dice un hombre a una mujer).
  • En la risa ruidosa échase de ver la mente vacía.
  • Te vas a meter en un lío. No lo evito. Este provoca a mi inteligencia.
  • Una respuesta suave desvía la ira.
  • Como filósofo sabía que al terminarse la vida asignada a cualquiera sólo se había realizado una infinitesimal parte de sus deseos.

‘He puesto tantos enigmas y acertijos que la novela mantendrá ocupados a los profesores durante siglos, discutiendo acerca de lo que quise decir. Esa es la única forma de asegurarse la inmortalidad’, en referencia a su novela Ulises.

James Joyce: el hombre más orgulloso del siglo, porque quiso -y en parte alcanzó- lo imposible con el empecinamiento de un dios loco y porque nunca transigió con el lector y no estaba dispuesto a ser legible a toda costa. Culminar en la oscuridad.  Cuadernos (1957-1972). E. M. Cioran.