Quevedo

Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, estudió Teología, Cánones, Filosofía y Medicina en Madrid y Alcalá.

Alcanzó el rango de Consejero Real, Embajador y Ministro.  Caballero de la Orden de Santiago.

Su vida política se enmarca en  3 frentes: el Conde Duque de Olivares, El Duque de Osuna y el Rey Felipe IV.

Capaz de burlarse de su sombra, de articular un chiste escatológico, de escribir en latín o en griego; de reflexionar acerca de la ‘Política de Dios y Gobierno de Cristo y tiranía de Satanás’, de desahuciar a Góngora; de escribir sobre Job; de parodiar en ‘El Buscón’ la picaresca; de llegar al clímax lírico en sus poemas de amor, aunque siente el amor y a la mujer como excrementales; de concebir una fantasmagoría en ‘Los Sueños’; de poner de chupa de dómine [poner a parir] a sus compatriotas desde la ‘Epístola censoria contra las costumbres presentes de los españoles’; de hacer frente gallardamente a la Inquisición con ‘La culta latinaparla y Discurso de todos los diablos’; de historiador a ‘Marco Bruto’ y a ‘San Pablo’…

Figura literaria máxima del Siglo de Oro español, que sufrió el estigma de la imperfección física (era cojo), del mal de amores, de la soledad de la prisión en Uclés y en San Marcos y del destierro en la Torre de Juan Abad.

Viejo, enfermo, triste y solo, murió en Villanueva de los Infantes -Ciudad Real- el 8 de Sep. de 1645.

 

FRASES SELECCIONADAS:

‘Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito’.

‘Bien acierta quien sospecha que siempre yerra’.

‘Creyendo lo peor, casi siempre se acierta’.

‘Cuando el avaro dice: tengo un tesoro, el preso dice: tenga una cárcel’.

‘Dijo la rana al mosquito desde una tinaja: más quiero morir en el vino que vivir en el agua…’.

‘Donde hay poca justicia es un peligro tener razón’.

‘El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien’.

‘El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar que le llamen’.

‘El amigo interesado mira a su amor propio; el verdadero, sólo al bien del amigo’.

‘El amor es fe y no ciencia’.

‘El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo’.

‘El árbol de la vida es la comunicación con los amigos; el fruto, el descanso y la confianza en ellos’.

‘El exceso es el veneno de la razón’.

‘El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos’.

‘El rico come, el pobre se alimenta’.

‘Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga’.

‘La guerra es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar es una misma cosa’.

‘La paciencia es virtud vencedora. La impaciencia es vicio del demonio’.

‘La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió’.

‘Lo más seguro es no ponerse en peligro’.

‘Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco más’.

‘Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan’.

‘Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla’.

‘Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez’.

‘Muchos son buenos si se da crédito a los testigos; pocos si se toma declaración a su conciencia’.

‘Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir’.

‘No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada’.

‘No hace la codicia que suceda lo que queremos, ni el temor que no suceda lo que recelamos’.

‘No hay cosa que más avive el amor que el temor de perder al ser amado’.

‘No hay verdadero amor donde hay alguna sospecha’.

‘No es sabio el que sabe donde está el tesoro, sino el que trabaja y lo saca’.

‘No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa’.

‘Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres’.

‘Pocos oyen murmurar de otro, que no les parezca poco lo que oyen y verdad lo que creen’.

‘Poderoso caballero don Dinero’.

‘Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho’.

‘Quien no ama con todos sus cinco sentidos a una mujer hermosa, no estima a la naturaleza su mayor cuidado y su mayor obra’.

‘Quien pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y pierde la honra’.

‘Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor; codicioso, no caritativo’.

‘Si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante de ellas’.

‘Siempre se ha de conservar el temor mas jamás se deberá mostrar’.

‘Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad’.

‘Todos anhelamos llegar a viejos y todos hemos negado que ya hemos llegado’.

‘Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen’.

‘Una sola piedra puede desmoronar un edificio’.

‘Vive sólo para ti si pudieres, pues sólo para ti si mueres, mueres’.

‘Arrojar la cara importa, que el espejo no hay por qué’.

‘Para ver cuán poco caso hacen los dioses de las monarquías de la tierra, basta ver a quién se las dan’.

‘No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo’.

‘Es nuestro deseo siempre peregrino en las cosas de esta vida, y así con vana solicitud anda de unas en otras sin saber hallar patria ni descanso’.

‘El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor’.

‘De ninguna manera conviene que el rey yerre; mas si ha de errar, menos escándalo hace que yerre por su parecer que por el de otro’.

‘El que quiere en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos en la vida’.

‘Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada’.

‘La cólera que se desfoga por la boca, no se desfoga por las manos’.

‘El gusto de complacer al amigo es diablo tentador’.

‘Las palabras son como las monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una’.

‘Si te pide el pobre, no digas que le diste, sino que le pagaste, que el pobre que pide al rico lo que le falta y a él le sobra, mandamiento trae, a cobrar viene’.

‘Mala cosa cuando en el ánimo se representa la temeridad con rostro de valentía, y la cordura con rostro de cobardía’.

‘Más fácilmente se añade lo que falta que se quita lo que sobra’.

‘El temor no hace que no suceda lo que recelamos’.

‘El consejo, bueno es; pero creo que es de las medicinas que menos se bastan y se gustan’.

‘Las mentiras del corazón comienzan desde la cara’.

‘No basta saber dónde está el tesoro, hace falta trabajar y sacarlo’.

‘Muchos son limpios de manos porque se lavan, no porque no roban’.

‘Vive para ti sólo si pudieres, pues sólo para ti, si mueres, mueres’.

‘Aquel monarca que de sus consultas elige por bueno lo que votaron los más, es esclavo de la multitud, debiendo serlo de la razón’.

‘Siempre hay quienes ponen malos nombres a la virtud, pero son siempre los que no merecen conocerla’.

‘Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y la honra’.

‘Ningún vencido tiene justicia si lo ha de juzgar su vencedor’.

‘En sujetos enfermizos nunca los males huyen, sino anídanse’.

‘Muchos son los buenos, si se da crédito a los testigos; pocos, si se toma declaración a su conciencia’.

Terceto en el que la muerte no vence al amor:

Su cuerpo dejarán, no sin cuidado;

serán ceniza, mas tendrán sentido.

Polvo serán, mas polvo enamorado

La muerte y de la brevedad de la vida:

Ayer se fue, mañana no ha llegado;

hoy se está yendo sin parar un punto.

Soy un fue y un será y un es cansado.

Es amarga la verdad:

Pues amarga la verdad,

Quiero echarla de la boca;

Y si al alma su hiel toca,

Esconderla es necedad.

Miré los muros:

‘Miré los muros de la patria mía,

si un tiempo fuertes, ya desmoronados,

de la carrera de la edad cansados,

por quien caduca ya su valentía’.