Abraham Maslow y la teoría de la motivación humana

Maslow1

UNA TEORÍA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Intentó formular una teoría positiva de la motivación. La más importante de sus fuentes de conocimiento, es la experiencia clínica.  Creo que esta teoría, está en la tradición funcionalista de James y Dewey y está fundida con el holismo de Wertheimer, Goldstein, la psicología de la Gestalt y con el dinamismo de Freud y Adler.  Como resultado de tal síntesis, puede llamársele teoría holística dinámica.

A) LAS NECESIDADES BÁSICAS:

Las necesidades fisiológicas:

  • Homeostasis: se refiere a los esfuerzos automáticos del cuerpo para mantener un estado normal y constante del riego sanguíneo.
  • Apetito: Young ha investigado el apetito en relación con las necesidades del cuerpo. Si al cuerpo le falta algún producto químico, el individuo tenderá a desarrollar un apetito específico, o hambre parcial, por el alimento que lo contenga.
  • Estos impulsos o necesidades fisiológicas son relativamente independientes de otros, de otras motivaciones y del organismo como unidad. Además en algunos casos es posible localizar la base somática dispuesta para el impulso.
  • Algunas de las necesidades fisiológicas y el comportamiento consumado comprendido en ellas, desarrollan una función canalizadora de todas las otras clases de necesidades. Es decir, la persona que tiene hambre, puede estar buscando en realidad más confort, o dependencia, que vitaminas o proteínas.   Recíprocamente, es posible satisfacer en parte la sensación de hambre, mediante otras actividades, tales como beber agua o fumar.
  • Las necesidades fisiológicas son las más primordiales. Lo más probable es que una persona a la que faltase alimento, seguridad, amor y estima, sentiría la necesidad de alimento más que de ninguna otra cosa.
  • Si todas las necesidades están insatisfechas, de modo que el organismo se encuentre dominado por las necesidades fisiológicas, todas las otras necesidades pueden dejar de actuar como tales en su organismo completo, diciendo sencillamente que tiene hambre, pues su conciencia se halla prácticamente absorbida por esta última necesidad.  Todas las capacidades se dirigen entonces a su satisfacción, de modo que la organización de los impulsos está determinado por el único propósito de procurarse alimento.
  • Los receptores y causadores, la inteligencia, la memoria, los hábitos, en fin, todo, puede definirse en este momento como medios para aplacar el hambre. Las capacidades que no son útiles para este fin, permanecen inactivas, o se relegan a último término.
  • Otra características peculiar del organismo humano, cuando está dominado por una cierta necesidad, es que tiende también a cambiar toda su filosofía del futuro.  La propia vida, tiende a definirse en términos de comer.
  • La satisfacción es, en la teoría de la motivación, un concepto tan decisivo como la privación, pues libera al organismo del dominio de las necesidades fisiológicas, permitiendo con ello, la aparición de impulsos sociales. El organismo y su comportamiento están dominados sólo por las necesidades insatisfechas. Un deseo que es satisfecho, no es ya un deseo.

Las necesidades de seguridad:

  • Si las necesidades fisiológicas están relativamente satisfechas, aparecen las necesidades de seguridad.
  • Pueden actuar en gran parte como organizadores exclusivos del comportamiento, reclutando todas las capacidades del organismo para su servicio y en este caso podemos describir el organismo completo, como un mecanismo de búsqueda de seguridad. Los receptores y procesos intelectuales y otras capacidades, son en primer lugar, instrumentos en la búsqueda de seguridad.
  • De nuevo, como en el hombre hambriento, encontramos que tal objetivo dominante, no sólo determina la perspectiva de su mundo actual y su filosofía, sino también su visión del futuro. En la práctica todo parece de menor importancia que la seguridad (aún a veces las necesidades fisiológicas satisfechas, son subestimadas).
  • Un individuo neurótico puede ser descrito como un adulto que mantiene de forma regresiva las actividades del niño hacia el mundo. Es decir, puede decirse que un adulto neurótico se comporta como si efectivamente estuviera asustado por una azotaina, o por la desaprobación de su madre, porque le hayan castigado sin comer.  Es como si sus actitudes infantiles, de miedo y reacción ante la amenaza de un mundo peligroso, hubieran penetrado en su interior y no hubieran evolucionado con el crecimiento y el proceso de ilustración
  • No todos los individuos neuróticos se sienten inseguros. La neurosis puede tener en su centro, una frustración de las necesidades de afecto y estimación, en una persona que generalmente se siente segura.

La necesidad de posesividad y amor:

  • Si tanto las necesidades fisiológicas, como las de seguridad, están satisfechas, aparecerán las necesidades de amor, afecto o posesión, y el ciclo completo, ya descrito, se repetirá con este nuevo centro.  Ahora, y no antes, la persona sentirá como un problema candente la ausencia de amigos, de una novia, una esposa o hijos. Tendrá hambre de relaciones afectuosas, con las personas en general, es decir, de hallarse integrado en su grupo, y se dedicará con gran intensidad a conseguir este objetivo. Olvidará que una vez, cuando tenía hambre, miraba despectivamente el amor como irreal, innecesario o sin importancia.
  • En nuestra sociedad, la frustración de estas necesidades, es la causa más corriente de los casos de mal ajuste y psicopatologías más graves.  El amor y el afecto, así como su posible expresión en la sexualidad, se consideran ambivalentes y se rodean corrientemente, de muchas restricciones e inhibiciones.
  • Ordinariamente, el comportamiento sexual es multideterminado, es decir, determinado no sólo por las necesidades sexuales sino también por otras entre las que se encuentran principalmente las necesidades de amor y afecto.   No olvidar tampoco, que las necesidades de amor incluyen tanto el que da, como el que recibe, es decir, los aspectos activo y pasivo del amor.

Las necesidades de estima:

  • Todas las personas de nuestra sociedad tienen necesidad o deseo de una evaluación estable, firmemente basada, y alta, de su personalidad: necesitan de auto-respeto o auto-aprecio, y del aprecio de los otros. Estas necesidades pueden clasificarse en dos grupos subsidiarios:
    • Primero: el deseo de fuerza, la realización, suficiencia, dominio y competencia, de confianza frente al mundo y de independencia y libertad.
    • Segundo: lo que podemos llamar el deseo de reputación y prestigio (definiéndolo como respeto o estima de otras personas), dominación, reconocimiento, atención, importancia o apreciación.
  • La satisfacción de la necesidad de auto-aprecio, conduce a sentimientos de auto-confianza, valía, fuerza, capacidad y suficiencia, de ser útil y necesario en el mundo. La frustración de estas necesidades, produce sentimientos de inferioridad, debilidad o impotencia, los cuales a su vez, dan lugar a reacciones desanimadoras e incluso compensatorias o neuróticas. Es peligroso, basar el auto-aprecio en las opiniones de los otros más que en la capacidad real y la eficacia en la tarea. El auto-aprecio más estable se basa en el respeto merecido, la fama, la celebridad externa y la adulación no deseada.

La necesidad de ‘self-actualizatión’:

  • Después que estas necesidades sean satisfactorias, muchas veces, aunque, no siempre, se desarrollará un nuevo descontento y desasosiego, a menos que el individuo se entregue a una tarea que se adapte a su modo de ser.
  • Self-actualization: este término, inventado por Kurt Goldstein, se refiere a la necesidad del hombre de ejecución total, es decir, la tendencia de llegar a hacer actuales todas sus potencias o posibilidades. Esta tendencia, podría ser definida como deseo de llegar a ser, cada vez más, lo que uno es.
  • La forma especifica que adoptarán estas necesidades, variará mucho de una a otra persona. En un individuo, puede expresarse por ejemplo en el campo del deporte…
  • La aparición clara de estas necesidades descansa en la situación anterior de las necesidades fisiológicas, de seguridad, de amor y de estima.

B) CONDICIONES PREVIAS PARA LA SATISFACCIÓN DE NECESIDADES BÁSICAS:

  • Existen ciertas condiciones sociales que se configuran como requisitos previos para la satisfacción de las necesidades básicas.   Ejemplos de tales condiciones son: libertad para hablar, libertad de expresión, libertad para investigar y buscar información científica, libertad para defenderse a sí mismo, derecho a la justicia, la equidad, la honestidad, y permanencia garantizada en el grupo.   Al frustrarse estas libertades, el individuo reaccionará con una respuesta de amenaza o emergencia.
  • Estas condiciones no se defienden por su valor intrínseco, sino porque sin ellas, la verdadera satisfacción de necesidades es completamente imposible, o por lo menos, se ve gravemente amenazada.
  • Cualquier deseo consciente (fines parciales) es más o menos importante, en relación con su mayor o menor proximidad a las necesidades básicas.   Cuanto menos directamente contribuya tal comportamiento, cuanto más débil sea esta contribución tanto menos importante será, desde el punto de vista de la psicología dinámica.   Puede hacerse una afirmación semejante para los varios mecanismos de defensa. Algunos se dirigen directamente a la protección o consecución de necesidades básicas, otros sólo están relacionados débil y distantemente con ellas.

Deseo de conocimiento y comprensión:

  • La principal razón de que sepamos poco acerca de los impulsos cognoscitivos, su dinámica y su patología, es que no son importantes para la solución de problemas clínicos, y su influencia, mínima, en la tradición médica-terapéutica, cuyo problema central es librarse de la enfermedad. Los síntomas misteriosos, vivos y excitantes, hallados en las neurosis clásicas, faltan aquí.   La psicopatología cognoscitiva, es indistinta, sutil y fácilmente escapa a la atención, o se define como normal. No solicita ayuda.
  • Por encima y más allá de estos determinantes negativos para adquirir conocimiento (ansiedad, temor), existen algunos fundamentos razonables, para postular impulsos positivos per se, para satisfacer la curiosidad, saber explicar y comprender:
    • Algo semejante a la curiosidad humana puede observarse fácilmente en los animales superiores.
    • La historia de la humanidad nos facilita un número satisfactorio de ejemplos, en los que el hombre estudió los hechos y buscó explicaciones, frente a grandes peligros, incluso cuando la misma vida se veía amenazada
    • Estudios sobre personas psicológicamente sanas, indican, que como características definitoria, se sienten atraídas por lo misterioso, lo desconocido, lo caótico, desorganizado y sin explicación. La reacción contraste es el aburrimiento.
    • El neurótico compulsivo-obsesivo (el neurótico en general), los soldados heridos en el cerebro de Goldstein, las ratas fijadas de Maier, todos muestras un asirse compulsivo y ansioso a lo familiar, y un temor a lo no familiar, a lo anárquico, lo inesperado, lo no previsto.   Por otra parte, existen algunos fenómenos usados como reacción para anular esta posición, entre estos están la inconvencionalidad forzada, una rebelión crónica contra cualquier autoridad, la bohemia, el deseo de shock y alarma, todos los cuales pueden ser hallados en ciertos individuos neuróticos, así como en aquellos en proceso de regresión cultural.
    • Probablemente determinados fenómenos psicopatológicos provienen de la frustración de las necesidades cognoscitivas.
    • Hemos visto casos en los que parecía claro que la patología (aburrimiento, pérdida de gusto en la vida, alto-desagrado, depresión general de las funciones corporales, deterioro de la vida intelectual, de gustos, etc.) se producía en personas inteligentes, que vivían entregadas a trabajos áridos y sin interés. Hemos visto muchas mujeres inteligentes prósperas y sin ocupación desarrollar lentamente estos mismos síntomas de inanición.
    • Las necesidades de saber y comprender, pueden apreciarse en la infancia más fácilmente todavía que en la edad adulta.  Además, esto parece ser un producto espontáneo de la maduración, más que de la ilustración.
    • La satisfacción de los impulsos cognoscitivos, es subjetivamente satisfactorio, y es sentida como experiencia-fin.   La comprensión de un problema, corrientemente, ocupa un lugar predominante, en la vida emocional de cualquier persona.
  • El impulso a vencer los obstáculos, el éxito conseguido en la lucha contra la frustración, los acontecimientos de amplia proyección histórica (cruce de especies y de culturas), la presión insistente, que aunque débil, nunca muere, la necesidad de satisfacción de esta necesidad, como un pre-requisito para el desarrollo completo de las potencialidades humanas, su aparición espontánea en la temprana historia del individuo, todos estos datos apuntan a una necesidad cognoscitiva, dentro del marco de las necesidades básicas.
  • Sin embargo, esta postulación no es suficiente, incluso después de saber, queremos saber más minuciosamente y microscópicamente, por así decirlo, e implicar tan minucioso conocimiento en una extensa filosofía del mundo, una teología, etc. Los hechos aislados y atomísticos, que percibimos, sufren inevitablemente una teorización, y son analizados y organizados. Este proceso ha sido descrito por algunos como la búsqueda de sentido. Postulamos entonces un deseo para comprender, sistematizar, organizar, analizar, hallar significado, construir un sistema de valores.
  • Una vez que se ha aceptado la discusión de estos deseos, vemos que también ellos forman una jerarquía, en la que el deseo de saber, es predominante sobre el deseo de comprender.

Las necesidades estéticas:

  • Algunos individuos especiales se ponen enfermos si se ven obligados a vivir en un ambiente feo y se curan si les rodeamos de belleza.  En los niños sanos, se ha observado esto, casi universalmente. La evidencia de tal impulso se encuentra en cualquier cultura y cualquier edad, incluso si nos remontamos al hombre de las cavernas.
  • La íntima relación de las necesidades estéticas con las conativas (esfuerzo, tendencia, voluntad) y cognoscitivas, hace imposible una separación absoluta entre ellas.   Las necesidades de orden, simetría, procedimiento, terminación del acto, sistema y estructura, pueden referirse, indistintamente, a las necesidades cognoscitivas conativas, estéticas e incluso a las neuróticas.

C) ÍNDICES CLÍNICOS DE SALUD MENTAL:

  • Alta percepción de la realidad. Buena aceptación de uno mismo, de los demás y de la naturaleza.
  • Capacidad de espontaneidad.
  • Capacidad de discriminación y de enfoque correcto de los problemas.
  • Capacidad de independencia y de deseo de intimidad.
  • Capacidad de autonomía y de huir de patrones impuestos.
  • Frescura de apreciación y de riqueza en la reacción emocional.
  • Sensación de identificación con la ‘especie humana’.
  • Una mejor capacidad de comprensión en las relaciones interpersonales.
  • Mayor creatividad.
  • Capacidad de modificar su escala de valores.

Autor:  Elías Real Otsoa.