Viernes, 11 de Enero de 2019

FELICIDAD:

Siempre la felicidad nos espera en algún sitio, pero a condición de que no vayamos a buscarla. Voltaire.

¡Qué felices serían los campesinos si supieran que son felices! Virgilio.

La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado. Channing Pollock.

El puritanismo es el temor espantoso de que alguien pueda ser feliz en alguna parte. Henry Louis Mencken.

La felicidad es una cosa monstruosa. Quienes la buscan no dejan de hallar castigo. Gustave Flaubert.

Es preciso aprovechar el tiempo de la vida; el tiempo pasa con pie rápido, y por muy feliz que sea el venidero, es menos dichoso que el que ya había pasado. Ovidio.

¡Oh Dioses! De cuántos gustos me ha privado la abundancia, sin la experiencia de la necesidad. Artajerjes I.

Entre todas las desgracias la peor es el haber sido feliz. Boecio.

No hay paraíso hasta que se ha perdido. Marcel Proust.

De las cosas que tienes, escoge entre la mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras. Marco Aurelio.

Quien va con hambre a la mesa y cansado a la cama, no necesita manjares selectos ni colchón de pluma. Salvatore Rosa.

¡Qué felices son los pesimistas! ¡Qué felicidad la suya cuando demuestran que no existe la felicidad! Marie Von Ebner-Eschenbach.

Hay un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender modificarla. Jacques Chardonne.

Un hombre feliz es como un barco que navega con viento favorable. Proverbio Chino.

El placer más seguro es el menos placentero. Publio Ovidio Nasón.

Recorres el mundo en busca de una felicidad que está siempre al alcance de tu mano. Quinto Horacio Flaco.

La vida es con frecuencia terriblemente desagradable; pero por muy desagradable que la vida sea, no hay vida tan agradable como la vida que pasa un hombre que estima que lo más agradable de la vida es la vida. Enrique Jardiel Poncela.

A Paul Goodman le gusta decir que para medir el grado de felicidad de una persona, no hay que medir cuanto te quieren, sino cuanto eres capaz de querer. Película La boda de Rachel.

¿Qué es la felicidad sino el desarrollo de nuestras facultades? Germaine de Staël.

El arte de no gozar, éste es el arte. Cesare Pavese.

Hay un solo placer, el de estar vivos, y todo lo demás es miseria. Cesare Pavese.

… Lo importante no es ser feliz, sino digno de ser feliz. I. Kant. 

El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Albert Schweitzer.

La felicidad es buena salud y mala memoria. Ingrid Bergman.

Sostengo que los hombres podrían ser incomparablemente más felices de lo que son, y que podrían, en poco tiempo, realizar grandes progresos en incrementar su felicidad, si estuviesen dispuestos a hacer lo que deben. Tenemos a la disposición medios excelentes para hacer en 10 años más de lo que se podría hacer en varios siglos sin ellos, si nos entregamos a hacer de ellos lo mejor posible, y no hacer nada más excepto lo que se debe hacer. Gottfried Leibniz.

Disfruta la vida – solo tendrás una.  Richard Branson.

La felicidad está, ante todo, en la salud.  George William Curtis.

La salud y la felicidad se engendran entre si naturalmente.  Joseph Addison.

Después de mucha experiencia, he llegado a la conclusión de que la felicidad humana no fue incluida en los planes del Creador. Sigmund Freud.

Inmensamente más feliz es el necio, el pobre, el malvado cuyo miembro funciona que el genio, el rico, el virtuoso anormal de ahí abajo. Cesare Pavese.

La mayor felicidad del mayor número de personas es el fundamento de la moral y la legislación. J. Bentham.

El arte es una promesa de felicidad. Stendhal.

… Tiene una mano inválida, pero ser feliz depende de uno. Película Todo lo que siempre quiso.

Marc Levy:

  • … ¿Somos los principales enemigos de nuestra felicidad?

  • Vaya por delante que no soy más que un novelista y que escribir un libro no te convierte en un experto sobre el tema. Dicho esto, sí creo que muchos vamos buscando lo contrario de lo que afirmamos querer, y que existir en el sufrimiento es más fácil que vivir en la felicidad. Hay una relación más fuerte con uno mismo cuando estamos en el sufrimiento, que además solo nos exige padecer, mientras que la felicidad requiere un esfuerzo de construcción y, en el caso de las parejas, de aprender a compartir.  Cuando alguien dice sufrir por otra persona no está compartiendo nada con ella.

Blaise Pascal:

  • Todos los hombres consideran la felicidad como su objetivo: no hay ninguna excepción. Por diferentes que sean los medios que empleen, todos tienden al mismo fin.

  • La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno.

  • La felicidad total del hombre consiste en disfrutar de la estimación de los demás.

  • La imaginación dispone de todo; crea belleza, justicia, y felicidad, que es el todo del mundo.

  • Sólo se es verdaderamente feliz cuando se sueña con la felicidad.

  • Somos tan desdichados que no podemos encontrar placer en algo sino con la condición de enfadarnos si no tiene éxito.

  • Por muchas riquezas que un hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades de las que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás.

  • Nos consolamos con pequeñeces porque son menudencias las que nos afligen.

  • Para ser dichoso y ser o con toda seguridad es necesario procurar que los demás lo sean también. Tus bienes y tus males dependen en gran medida de aquellos con quienes te hayas juntado. La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume, el respeto la conserva.

  • La moral es la ciencia por excelencia; es el arte de vivir bien y de ser dichoso.

  • El pasado y el presente solamente son medio para nosotros: el futuro es siempre nuestro fin. Por eso nunca vivimos realmente, sino que esperamos vivir. Alucinados siempre por esta esperanza de ser felices algún día, es inevitable que no lo seamos alguna vez.

  • Si el artesano estuviese seguro de soñar por espacio de doce horas que es rey, creo que sería tan feliz como un rey que soñase doce horas que es artesano.

RELACIÓN:

El hombre es todo en cada momento y también en cada momento está enteramente en él la sociedad. Jean Baudrillard.

Sin amor propio (…) nadie es capaz de hacer la vida más agradable a los demás, que es el secreto de la amabilidad. Y el que es amable acaba por ser amado. Luis Racionero Grau.

No hay por qué saber si una persona tiene un disgusto o no, malas caras, brusquedades. Cada uno debe, por consideración a los demás, guardar sus cosas y hacer la vida más fácil a los otros. Elena Quiroga.

La carta que tú no escribes, las disculpas que no ofreces, el alimento que no dejas en el plato al gato: todos ellos pueden ser mensajes suficientes y eficaces porque el cero puede, dentro del contexto, ser significativo; y quien crea el contexto es el receptor del mensaje. Gregory Bateson.

Cuanto más alto es el estatus de una persona, tanto mayor es la zona íntima que los otros le conceden. Vera F. Birkenbihl.

Queremos, al igual que Pygmalion, transformar a la persona según la imagen que tenemos de ella. Nuestra impresión de que el otro es ‘arrogante’ suelta por nuestra parte señales de enemistad que precisamente robustecen en el otro aquella inseguridad que había emitido en un principio las señales de ‘arrogancia’. Pero con ello se robustece nuestra impresión ‘negativa’ que de nuevo fortalece nuestras señales negativas del plano de relación, etc., etc.  Vera F. Birkenbihl.

Decir algo está conectado estrechamente con la producción de ciertos efectos en el oyente. J. L. Austin.

Cabe ver una incoherencia en el modo que tiene nuestra sociedad de enjuiciar el conformismo (juego de equipo) y el inconformismo (desviación). (…) El inconformista puede ser alabado por historiadores o idolatrado en películas y en la literatura mucho después de producirse su inconformismo, pero normalmente no le aprecian mucho en el momento las personas a cuyas exigencias rehúsa plegarse. Elliot Aronson.

La persona (P) tiene ciertos sentimientos hacia el receptor (R). Pretende comunicar un sentimiento específico. Esto se manifiesta en algún tipo de conducta -palabras, un gesto, una sonrisa, una mirada o lo que fuere. El receptor percibe esta conducta a su manera, basándose en sus propias necesidades, sentimientos, historia pasada, opiniones sobre P, etc. Esta percepción de la conducta de P evoca en R un sentimiento (afecto, molestia, amor, miedo o el que fuere). Este sentimiento es rápidamente trasladado a una interpretación de las intenciones de P que, por su parte, fluye hasta convertirse en una evaluación del tipo de persona que es P. Elliot Aronson.

En cada individuo hay una proporción diferente entre el número de cosas que hace porque las ha visto hacer o las ha oído decir y las que provienen de su propia iniciativa. El que no inventa apenas nada, sino que se adapta a las pautas dominantes en la sociedad o grupo social donde vive es una marioneta movida por los hilos mecánicos de la sociedad.  José Ortega y Gasset.

El hombre ha vivido a través de los siglos como un borrego, formando parte de la multitud, acatando sus tradiciones, convenciones, siguiendo las antiguas escrituras y las viejas disciplinas.  Osho.

La multitud te da certidumbre, seguridad, a costa de tu espíritu. Te esclaviza. Te da unas directrices de cómo vivir: qué hacer, qué no hacer. Osho.

Este es el mayor desafío, y el más cotidiano para las personas, para las comunidades, para los pueblos. Convivir, no coexistir apenas; convivir cariñosamente en fraternidad y sororidad [hermandad]; no sólo en tolerancia mutua. Ayudar a hacer agradable la vida. Pedro Casaldáliga.

Si deseáis juzgar realmente el carácter de un hombre no observéis sus grandes actos. Cualquier insensato puede convertirse en héroe en un momento dado. Observad a un hombre cuando ejecuta sus más comunes acciones. Swami Vivekananda.

El considerar a todos por igual puede resultar en que se dé un trato desigual a aquellos que se encuentran en una posición desfavorable. Amartya Kumar Sen.

Lo universal de los hombres es que se alimentan tanto de lo que parece como de lo que es e incluso  muchas veces se mueven más por las apariencias que por la realidad. Nicolás Maquiavelo.

El verdadero amigo es aquel al que no se tiene nada que decir. Satisface al mismo tiempo nuestra rudeza y nuestra sociabilidad. Tristan Bernard.

En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad. Agustín de Hipona.

El pueblo es la unión de una multitud racional, asociado en razón de las cosas que comúnmente ama. Agustín de Hipona.

Cuando estés en Roma compórtate como los romanos. Agustín de Hipona.

¿Qué es lo que quiere este hombre? Querrá ser amado, claro. Todos queremos ser amados. Si fracasa querrá ser admirado. Si fracasa querrá ser temido. Si fracasa, querrá ser odiado y despreciado. Debemos guardarnos de un hombre que quiere ser odiado. Película Calvary.

Cada ser humano es una nueva puerta abriéndose hacia otros mundos.  Seis grados de separación entre nosotros y el resto del planeta. Pero hay que encontrar a las personas adecuadas. Película Seis grados de separación.

Una relación es como un tiburón. Si para de avanzar muere. Woody Allen.

Estar en compañía no es estar con alguien, sino estar en alguien. Antonio Porchia.

Hallarás la distancia que te separa de ellos, uniéndote a ellos. Antonio Porchia.

Y si no pudiera alejarme de mí, no podría acercarme a nadie, a nada. Ni a mí. Antonio Porchia.

Sabes tanto de mí y no me comprendes. Saber no es comprender. Podríamos saberlo todo y no comprender nada. Antonio Porchia.

No me hables. Quiero estar contigo. Antonio Porchia.

Quien se queda mucho consigo mismo, se envilece. Antonio Porchia.

Uno es uno con otros; solo no es nadie. Antonio Porchia.

Ha sido correcto conmigo todo el universo, menos el hombre, mi semejante. Antonio Porchia.

Cuando comienzan a vernos como esto, como aquello, comienzan a no vernos. Antonio Porchia.

He llegado a un paso de todo. Y aquí me quedo, lejos de todo, un paso. Antonio Porchia.

Cuando me hiciste otro, te dejé conmigo. Antonio Porchia.

Trátame como debes tratarme, no como merezco ser tratado. Antonio Porchia.

Creamos la autoridad con nuestro deseo de verdad, de seguridad, de comodidad, de evitar conflictos y confusiones conscientes; pero nada que sea resultado del miedo puede ayudarnos a entender nuestros problemas, aunque el miedo asuma apariencia de respeto y sumisión a los llamados sabios. Los sabios no hacen uso de la autoridad, y los que tienen autoridad no son sabios. El miedo en cualquier forma impide que nos entendamos nosotros mismos y nuestras relaciones con las cosas. J. Krishnamurti.

Toda vida es un movimiento en relación. No existe nada viviente sobre la Tierra que no esté relacionado con una cosa u otra. Aun el ermitaño, un hombre que se marcha a un paraje solitario, sigue en relación con el pasado y con aquellos que le rodean. No es posible escapar de la relación. En esa relación, que es el espejo que nos permite vernos a nosotros mismos, podemos descubrir lo que somos, nuestras reacciones, nuestros prejuicios y temores, las depresiones y ansiedades, la soledad, el dolor, la pena, la angustia. J. Krishnamurti.

¿Por qué tenemos imágenes de nosotros mismos? Estas imágenes separan a las personas. Si tiene una imagen de sí mismo como suizo, inglés o francés, etc.  esta imagen no sólo distorsiona su observación de la humanidad, sino que también le separa de los demás. Y mientras exista esa separación, esa división, debe haber conflicto, como el conflicto que hay en todo el mundo, el árabe contra el israelita, el musulmán contra el hindú, una iglesia católica contra otra. Las divisiones nacionales y económicas son el resultado de todas estas imágenes, esos conceptos, esas ideas, y el cerebro se aferra a estas imágenes. ¿Por qué? J. Krishnamurti.

Las peleas entre extraños se acaban con el año. Las peleas de familia se alimentan cada día. Refrán citado en la Película Silencio Roto.

Vivir para los demás no es sólo la ley del deber, es también la ley de la felicidad. Auguste Comte.

Mucho más que los intereses es el orgullo quien nos divide.  Auguste Comte.

Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos; nunca el interés forjó uniones de larga duración.  Auguste Comte.

Un país habrá llegado al máximo de su civismo cuando en él se puedan celebrar los partidos de fútbol sin árbitros. José Luis Coll.

Vivimos en una época de tal individualismo que ya no se habla nunca de discípulos; se habla de ladrones. Jean Cocteau.

Mi trabajo es mi única relación con el todo. Federico Fellini.

Los sentimientos son los instrumentos de que dispone el sujeto para estar interesado en los objetos que le rodean. Sin los sentimientos seríamos prácticamente muebles. Carlos Castilla Del Pino.

Nos movemos con los ojos cerrados y los oídos tapados: derribamos muros en los que hay puertas que esperan ser abiertas al tacto; buscamos a tientas escaleras, olvidando que tenemos alas; rezamos como si Dios estuviera sordo y ciego, como si estuviese en un espacio. No es de extrañar que no reconozcamos a los ángeles que andan entre nosotros. Henry Miller.

El conocimiento del yo es el camino final de la identificación con el mundo y, por consiguiente la comprensión de la inutilidad de los vínculos. Henry Miller.

Era como un reflector que revelaba la estupidez y la futilidad de todo. Henry Miller.

Emanaban de mí vibraciones, alusiones, matices que cargaban la atmósfera desagradablemente. Henry Miller.

Siempre me asombraba la facilidad con la que la gente se enfurecía con tan sólo oírme hablar. Henry Miller.

Vista tal cual soy, y como siempre seré, siento que soy una fuerza tanto creadora como de muerte, que soy un valor real, y tengo un derecho, un lugar, una misión entre los hombres. Henry Miller. 

 

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