ObsesiónPara el diccionario, ‘una idea obsesiva es una idea insistente, que el sujeto vivencia como no voluntaria y que le invade la conciencia. Como elemento aislado es propio de una psicopatología obsesiva. Su rasgo fundamental es la persistencia’. El sujeto experimentan un conflicto entre la idea obsesiva, cuyo origen es inconsciente, y su rechazo, que proviene de la lógica consciente.

La persona se siente invadida por pensamientos intrusivos que son vividos como repugnantes, inaceptables o absurdos e intenta rechazarlos. Un ejemplo extremo podría ser el de un hombre afectado por el temor de abandonar su casa porque se le imponía la idea de que si salía, cogería papeles sucios de la papelera y se los llevaría a la boca.

A la idea obsesiva le suceden síntomas que, aunque también forman parte del pensar obsesivo, conviene diferenciar: la duda, el acto y los rituales obsesivos. Estos mecanismos surgen con posterioridad y como defensa frente al pensamiento repetitivo que se impone al sujeto. En el ejemplo anterior, el sujeto oscilaba entre la idea obsesiva y los argumentos en contra: ‘cogeré papeles sucios… no, es absurdo… pero si salgo a la calle…’.  Esta duda produce otras por derivación, creando pensamientos que se oponen  entre sí, interminablemente.  El acto obsesivo, en este caso, era una compulsión a cerrar la puerta para evitar salir, y el ritual, la comprobación hasta siete veces de la cerradura como garantía de que la puerta estuviera cerrada.

En su apariencia son insolubles por lo insensatas y extravagantes que resultan, pero a través de una tarea de traducción ‘adecuadamente profunda’ se llega a una solución, que ‘se consigue cuando se logra relacionar cronológicamente estas ideas obsesivas con la vida de la persona afectada’. Es decir, cuando se analiza el momento en que surgieron por primera vez y las circunstancias en que se han repetido, con el fin de averiguar los deseos inconscientes que representan.

CARACTERÍSTICAS DE LAS IDEAS OBSESIVAS:

  • Carácter repetitivo.
  • Carácter parásito.
  • Lucha ansiosa.
  • Atmósfera de duda.
  • Pero no hay conciencia de irrealidad.

A menudo las personas obsesivas, han tenido infancias en las que se sintieron abandonados o fueron víctimas de abuso emocional, físico o sexual. Estas relaciones disfuncionales en la infancia les han podido impedir aprender patrones sanos de relación de pareja. Tienen un miedo extremo a ser abandonados, reaccionando con gran miedo y ansiedad ante el más mínimo indicio, real o imaginado de abandono. Este miedo les hace aferrarse con fuerza a su pareja. Se enamoran con mucha rapidez, de manera que nada más conocer a alguien pueden creer que es el amor de su vida y desear estar con esa persona para siempre. Pueden tener problemas para controlar sus emociones y tener emociones muy intensas, que varían con gran facilidad. Esto hace que el amor que sienten sea muy intenso, pero también la ansiedad, el miedo al abandono y otras emociones negativas que, dada su intensidad, se vuelven difíciles de controlar.  Algunas de estas personas pueden tener un trastorno límite de la personalidad.

Las obsesiones nos hacen focalizar toda nuestra atención en un punto fijo y dejar de ver lo demás; por eso nos limitan, condicionando la manera que tenemos de enfrentarnos a la vida.

La obsesión es un pensamiento insistente que nos domina, al menos de forma intermitente, pese a que lo podamos juzgar como injustificado o absurdo.

‘Las personas pueden sentirse empujadas, forzadas o dominadas no sólo por poderes exteriores o por otras personas, sino por ellas mismas’. Karl Jaspers.

En el inicio de una obsesión siempre encontramos miedo y angustia.  Este miedo, al pasar al plano racional, se traduce en pensamiento obsesivo.  Y condiciona nuestra conducta, que intenta paliar esa angustia mediante acciones concretas.

La obsesión puede provocar aquello que tememos: quien teme permanentemente que su pareja le sea infiel puede, a través de su conducta temerosa (sospechas, suspicacias, celos, mal humor), provocar lo que tanto teme.

Lo cierto es que todos tenemos obsesiones, en mayor o menor grado. Pero se convierten en un problema cuando limitan nuestra vida y generan demasiado sufrimiento.  El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es el extremo máximo de la obsesión.  Puede generar conductas como lavarse las manos cuarenta veces al día, si nos obsesiona la higiene personal, o a trabajar 24 horas si sólo pensamos en ganar dinero y ascender.

TIPOS DE PENSAMIENTOS OBSESIVOS:

  • Pensamiento filtrante: se toman sólo los detalles negativos y se magnifican, sin tener en cuenta los positivos.
  • Pensamiento polarizado: las cosas son blancas o negras. La persona debe ser perfecta; si no, significa que ha fracasado.  Los términos medios no pueden ser concebidos, lo que provoca extremismos.
  • Generalización: de un hecho anecdótico se extrae una conclusión general.  Si ocurre algo malo en una situación, se espera que ocurra lo mismo una y otra vez.
  • Visión catastrofista: se espera de forma totalmente irracional que algo malo llegue a ocurrir.  El individuo que la tiene se entera de un problema y empieza a decirse: ¿’y si eso me sucede a mí’?
  • Personalización: es la tendencia a compararnos con los demás para luego juzgarnos. ¿Quién es más elegante, listo, amable de mi grupo?
  • Culpabilidad externa: la culpa de los propios problemas siempre es de los demás. Uno es sólo un espectador pasivo de los acontecimientos.
  • Culpabilidad interna: la persona siempre se achaca las culpas a sí misma de lo que sucede: sólo piensa en ella pero para mal, se hace la víctima.
  • Atribución de causalidad: las cosas salen bien gracias a mi esfuerzo. Es el caso de la persona que sabe el porqué de todas las cosas, se pasa la vida analizando lo que ocurre a su alrededor.

PARA DARLE IMPORTANCIA SÓLO A LAS COSAS QUE LA TIENEN:

  • Flexibiliza tu forma de ver las cosas y no opines nunca desde un único punto de vista.
  • Ten en cuenta las opiniones de los demás.
  • Mira la parte positiva. Cuando un pensamiento negativo entre en tu mente, no te dejes llevar por él y fíjate en el lado bueno.
  • Aprende a valorarte en función de lo que opinas tú, no de lo que crees que los demás opinan de ti o de lo que la sociedad establece.
  • Relativiza la gravedad de las cosas. Si lo que tanto temes sucediera, ¿sería tan malo en realidad? O ¿crees que podrías sobrellevarlo?
  • Un problema siempre tiene solución (pero hay que mojarse para solucionarlo). Y si no la tiene, entonces, ¿por qué preocuparnos?

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por sentir obsesiones y compulsiones. Las primeras son pensamientos o imágenes mentales que se presentan de forma espontánea y que a menudo se reconocen como absurdas o sin sentido. Las compulsiones son actos que se realizan para neutralizar la ansiedad provocada por las obsesiones. Cuando estas compulsiones se llevan a cabo de forma encadenada, se denominan “rituales“.

Entre los TOC más característicos figura el de la persona que siente que se contamina al tocar pomos de las puertas u otros objetos, sin necesidad de que estos estén muy sucios. En otros casos, es típico que se eviten estos contactos o que se mantengan, pero de una forma cautelosa, como abrir la puerta con el codo. Otro ejemplo de TOC es sentir una inseguridad tremenda tras realizar determinados actos, como cerrar la llave del gas, apagar la plancha, cerrar la puerta del coche o conectar una alarma. Esa incertidumbre causa un alto grado de ansiedad que lleva a realizar comprobaciones frecuentes, pese a que en el fondo se sabe que son innecesarias. También es muy frecuente tener pensamientos agresivos, obscenos o de contenido sexual inapropiado.

ALTERACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA: las obsesiones y las compulsiones provocan un gran malestar y limitan de forma muy evidente la vida personal, laboral o académica. Los individuos que sufren un TOC acostumbran a evitar multitud de situaciones habituales. Dedican mucho tiempo a las compulsiones y rituales con los que intentan calmar su ansiedad. “Pasan horas limpiando o se lavan cerca de cincuenta veces las manos en un día”. Dedican buena parte a pensar en si apagaron la plancha o no y son capaces de abrir y cerrar la puerta del coche “hasta quince veces” cada vez que lo cambian de sitio.

TRATAMIENTO COMPLEJO:

  • Respecto al TOC, es difícil que se cure por sí solo, ya que el paciente intenta evitar las situaciones, conductas o personas que disparan sus obsesiones. Es una forma comprensible de prevenir el sufrimiento y la frustración que conlleva la práctica de compulsiones y rituales. Además, este tratamiento es en general muy complejo por la timidez que sienten los afectados, que les lleva al principio de una terapia a no hablar de todas sus obsesiones y compulsiones.  Por tanto, el terapeuta debe ganarse la confianza del paciente para que sienta que advierte su malestar.
  • Primero se trabaja con las obsesiones que el afectado considera menos amenazantes y, a continuación, de manera progresiva, se intenta dominar la exposición y prevención de respuesta, que es una de las técnicas que más apoyo empírico acumula en cuanto a eficacia. Consiste en una exposición gradual a los estímulos que disparan las obsesiones e impide las compulsiones que se utilizarían para calmar la ansiedad. Se complementa con técnicas cognitivas y, en ocasiones, se administra también tratamiento psicofarmacológico.
  • Algunas pautas:
    • Posponer el ritual: proponte cumplir los rituales pero un poco más tarde. así desarrollarás una habilidad para controlarlos, mientras te enfrentas durante más tiempo al pensamiento que te preocupa.
    • Ejecutarlo lentamente: haz tus comprobaciones despacio, sin correr. Así te ahorrarás la fatiga, lo que te permitirá tener más control sobre la situación.
    • Modificar el ritual: si, por ejemplo, siempre te lavas las manos del mismo modo, intenta cambiar algún elemento del ritual que te haga descubrir que controlas tu conducta.
    • Evitarlo: busca el apoyo necesario (una tarea que te distraiga o algo incompatible con el ritual) que te impida ejecutarlo

AUTOESTIMA, CLAVE EN LAS OBSESIONES: los aspectos relevantes para formar la autoestima pueden estar relacionados con los contenidos de las obsesiones. Éstas se clasifican en función de su contenido. Según un estudio llevado a cabo por la psicóloga clínica Edna B. Foa (Universidad de Pensilvania, EE.UU.), la mayoría de las personas que sufren un TOC tienen obsesiones relacionadas con la contaminación, los impulsos agresivos y las necesidades de simetría (orden). Menos habituales son las obsesiones relacionadas con temas sexuales, religiosos, acumulación de objetos e impulsosinaceptables.  Algunos científicos se han planteado que los contenidos de las obsesiones provocan mucho malestar porque tienen un significado personal. Es decir, atacan al núcleo de la autoestima de quien las padece.