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Pensamos demasiado cuando nos dejamos atrapar por torrentes de pensamientos y sentimientos negativos que nos abruman y que interrumpen nuestro funcionamiento diario y nuestro bienestar.

Cuando el pensamiento es constructivo y creativo, y aporta soluciones, nunca es ‘excesivo’, ya que se detiene al final del proceso y se relaja inmerso en una sensación satisfactoria de ‘misión cumplida’.

La preocupación intensa, sin embargo, resulta nociva porque afecta a nuestra capacidad para obtener respuestas y soluciones a nuestros problemas, produce desmotivación y nos bloquea en una posición repetitiva que acaba alejando a las personas de nuestro entorno (que aun apoyándonos en un principio acaban siendo presas del mismo agotamiento impotente) y, finalmente, puede arruinar nuestra salud física y emocional.

Las cargas excesivas que acompañan al exceso de responsabilidades familiares, sociales, profesionales y personales de muchas mujeres, así como (paradójicamente) el menor poder económico y social, hacen que es establezcan tensiones crónicas que perpetúan un hábito de pensamiento y resolución de conflictos constante.

Las mujeres tienen más relaciones sociales y se implican más personalmente. Esto hace que estén permanentemente preocupadas y angustiadas por las consecuencias que puede tener en sus relaciones el más insignificante de los cambios.  Lo peor es que tienden a basar su autoestima y su bienestar en cómo funcionan sus relaciones y en lo que las demás personas piensen de ellas, haciendo que, a veces, y con la intención de contentar a otros, opten por hacer lo que no desean y tomar decisiones equivocadas en sus vidas.

El apoyo moral que buscan las mujeres en otras mujeres puede funcionar como un desahogo, pero también crear círculos viciosos de pensamiento excesivo y victimismo. El sentido de lealtad y empatía puede hacer que muchas mujeres se dejen arrastrar por el pensamiento excesivo-corrosivo de la amiga que necesita ser escuchada, evitando cuestionar su pensamiento y poner freno a su distorsión exagerada de las cosas por temor a que no se sienta comprendida o, más aún, a que se sienta traicionada por otra mujer.

EFECTOS NEGATIVOS DEL PENSAMIENTO EXCESIVO:

  • Te hace la vida más difícil: las tensiones a las que te enfrentas te parecen mayores; resulta más difícil encontrar soluciones adecuadas y es más probable que te sientas cansado.
  • Perjudica tus relaciones: puedes molestar a otras personas con tus reacciones desproporcionadas, pero, además, incluso tus mejores amigos pueden acabar aburridos por la repetición incansable del mismo problema e impotentes ante tu falta de receptividad y actitud para avanzar en la vida.
  • Puede hacerte enfermar: el exceso de preopción puede llegar a provocar trastornos físicos y mentales serios, como gastritis, dolores de cabeza, hipertensión; o bien depresión y ansiedad, así como el abuso de drogas como el alcohol, café o tabaco.

EL PENSAMIENTO CLARO:

  • La mayoría de personas no saben lo que es el pensamiento profundo. Sus pensamientos se mueven alborotados. Hay mucha confusión a veces en su mente. Sus imágenes mentales están muy distorsionadas.
  • Los buenos pensadores no abundan en este mundo. El pensamiento es superficial en la gran mayoría de las personas. El pensamiento profundo requiere de una práctica intensa. El hombre que dice la verdad y que tiene pureza moral, alberga siempre pensamientos poderosos. Quien ha controlado la ira por medio de una práctica prolongada, tiene un gran poder de pensamiento.
  • Cuantos menos pensamientos hay, mayor es la paz. Cuantos menos deseos se tienen, menos son los pensamientos.
  • Una persona adinerada, que está dedicada a especular en una gran ciudad y que tiene un elevado número de pensamientos, tiene una mente intranquila a pesar de sus comodidades. Mientras que un peregrino, que practica en control de pensamiento, es muy feliz a pesar de su pobreza.
  • A través de una práctica constante e intensa, puedes aquietar tus olas mentales y quedar libre de pensamiento. El hombre sereno sin olas en su mente ayuda más al mundo que el hombre que habla desde una tribuna. La gente ordinaria difícilmente puede entender esto. Cuando estás sereno, penetras e impregnas realmente cada átomo del universo, purificando y elevando al mundo entero. Intenta que tu mente sea un océano tranquilo, sin olas de pensamientos en tu mente.
    • En el acto de pensar está implicado todo el hombre.  Pensarás con más claridad y rigor cuanto más sano esté tu cuerpo y goces de más equilibrio mental.
    • Una mente flexible y abierta es una mente entrenada. Una mente rígida es una fuente de sufrimiento para ti mismo y un peligro para los demás.
    • Comprueba con frecuencia si esa opinión que emites es fruto de tu propio pensamiento o del pensamiento de otros. Has de aprender a pensar por tu cuenta, sin temor a equivocarte; de los errores también se aprende.
    • Para pensar necesitas relacionar datos. Has de poseer un criterio claro para seleccionar la información fidedigna e introducirla en tu memoria. Tus decisiones serán mucho más certeras.
    • Un pensamiento vivo, trabajado y sentido, es fuente de ideas propias. Con un pensamiento puramente intelectual, muerto, no pasarás de ser un almacén de ideas ajenas.
    • La opinión pública no es sino la opinión de unos cuantos, que los demás aceptan.
    • Atribuir un gran valor a la opinión de los hombres es, por lo general, dispensarles demasiado honor.
    • Se debe pensar lo justo. Quien piensa en exceso no vive, se desvive. A quien no piensa le manejan.
    • El que piensa en exceso no actúa, no se mueve. El que piensa demasiado poco es temerario. El valiente piensa lo justo.
    • El pensamiento consciente no es una actividad espontánea más que en los pensadores de profesión. Esfuérzate en dedicar cada día un tiempo para pensar. No elijas al comienzo algo complicado. Pensar en algo así como en un alfiler, puede ser bueno para empezar.
    • Un mal pensamiento es ya un castigo, puesto que te predispone a actuar de forma errónea.
    • Párate a pensar y procura averiguar si gran parte de tu modo actual de pensar no es fruto de tus miedos, de tus complejos, de tus frustraciones, de tu pereza, de tu ambición, de tu lujuria, de tu ira, etc.
    • No dejes de alimentarte cada día con hermosos pensamientos.
    • Hazte un fichero. Anota en cada ficha un hermoso pensamiento, sacado de tus lecturas, meditaciones, conversaciones, etc. Trata de memorizar uno cada día. Pon una ficha al alcance de tu vista cada día para poder leerlo varias veces.
    • Ya que no siempre podemos decir lo que pensamos, pensemos siempre lo que decimos.
    • No pienses enseguida que tu sufrimiento se debe a la mala suerte. Examina, más bien, si tu forma de pensar es la adecuada.
    • Pensando puedes llegar a algunas verdades sobre ti mismo. Son pocos los que tienen el valor de decirse la verdad.
    • ¿Existe alguna verdad absoluta? Encierran más verdad las paradojas que los dogmas. Una teoría abierta e incluso dispuesta a autodestruirse a sí misma es mejor que cualquier doctrina. Lo mejor de todo, la espontaneidad creadora y libre. No defiendas ninguna doctrina. Defiende, en todo caso, un método de conocimiento y de autosuperación. Y sobre todo defiende al hombre y su libertad.

Aldous Huxley:

  • ‘La sabia pasividad no verbal es un antídoto contra la actividad verbal no sabia y un correctivo necesario de la actividad verbal sabia’.
  • ‘Es a través del silencio mental y de la práctica de la sabia pasividad como los artistas, los visionarios y los místicos se han preparado a sí mismos para la experiencia inmediata del mundo como belleza, como misterio y como unidad’.