Expresión

Los psicólogos Goleman y Grey señalan que entre hombres y mujeres hay un desencuentro en la forma de comunicar las emociones.  La mujer, cuando algo le preocupa, intenta hablar de ello y entenderlo.  No niega los sentimientos y necesita comunicarse. El hombre, ante los problemas emocionales, se mete en su burbuja y tiende a negar los sentimientos. Según Goleman, la imperturbabilidad masculina ante los enfados femeninos es un mecanismo de defensa contra el miedo que tienen a un desbordamiento emocional.  Cuando se encierran en sí mismos. , desciende el ritmo cardiaco y se produce una sensación subjetiva de consuelo. Pero cuando los hombres inician esta retirada, el rimo cardiaco de las mujeres asciende. Los hombres tendrían que aprender a escuchar y a no tener tanto miedo a lo emocional.

En un experimento de la década de 1970 se demostró que los estudiantes japoneses expresan sus emociones de forma distinta a la de los estadounidenses. Se les mostró una película con escenas de operaciones médicas desagradables que normalmente inspiran repugnancia. En la primera parte de la prueba, las películas se vieron individualmente y se grabaron las expresiones de la cara durante la proyección. En esa fase no existen diferencias notables entre los estudiantes de ambas culturas. Sin embargo, más tarde se les vuelve a mostrar la película mientras se los entrevista y se graban de nuevo sus caras. En este caso, las expresiones son muy distintas. La interpretación habitual en este caso era que los japoneses, según se les había ensañado en su proceso de socialización, no mostraban sus emociones negativas delante de una autoridad, ocultándolas con expresiones más positivas.

Ecología emocional: es el arte de gestionar nuestros afectos y emociones de tal forma que su energía promueva conductas que aumentan nuestro equilibrio personal, favorezcan el desarrollo de nuestra capacidad de adaptación positiva, la mejora de nuestras relaciones interpersonales y el respeto y cuidado de nuestro entorno…

DA FORMA A TU MUNDO INTERIOR: ¿no es cierto que cuando cuentas a un amigo algo que te atormente, en parte desaparece el problema, pesa menos? Otro tanto sucede con el dibujo, la pintura o la escritura.  Muchos artistas hablan de su necesidad interior de crear como forma de dar salida a su mundo interno para poder compartirlo con los demás. Aunque no hemos de caer en la tentación de pensar que toda obra de arte es la expresión de angustias existenciales, crear sí que es una magnífica manera de simbolizar la propia realidad psíquica. Cuando sientes cierta falta de sentido en la vida, una vaga insatisfacción hacia todo, una sensación de vacío que no acabas de entender, puedes ayudar a que el verdadero problema fluya poniéndote a crear algo tuyo personal. No has de exigirte una belleza estética o conceptual sublime, sino una sincera aproximación a tus experiencias. Depende de ti el medio escogido para expresarlas: dibujo, pintura, escritura, modelado, expresión corporal… Jung ideó la técnica de la imaginación activa.  Se trata de una visualización que bucea en lo inconsciente, en la sombra, y pretende que sus imágenes emerjan… Imagina que estás en el lugar que sea para ti más tranquilo y acogedor del mundo.  Estás bien, sereno. Aparece la última persona que te apetecería encontrarte allí. ¿Qué sientes cuando la ves?, ¿qué dice?, ¿qué aspecto tiene? Llénate de todo lo que te sugiere esa persona.  Si sientes emociones fuertes (miedo, asco, rabia…), síguelas y procura retenerlas para darles forma posteriormente según el modelo que expresión que su elijas.

La ausencia de emociones negativas es esencial para la felicidad, porque en cuanto entran en juego el miedo, el enfado o la tristeza, el placer se reduce. Los estímulos emocionales son registrados por la amígdala (en el sistema límbico).  Parece que el hemisferio derecho es más sensible a las emociones negativas. El hemisferio izquierdo se asocia con la felicidad. En los cambios de ánimo es como si el hemisferio izquierdo sintiera pereza. Estuviera mandando menos señales de inhibición a su hemisferio temperamental gemelo. Por eso leer, hablar (propio del hemisferio izquierdo) alivia la ansiedad o la angustia.

La terapia cognitiva nos ayuda a elevar las emociones al nivel cortical donde pueden ser procesadas de forma consciente. Hablar y pensar sobre nuestras emociones puede darnos control sobre ellas. Por otro lado guardarlas hasta quedar sumergidos en ellas las hace más dolorosas. La persona se siente más a gusto y satisfecha cuando forma parte de un grupo y está acompañada de seres queridos.

BENEFICIOS SABER EXPRESAR LOS SENTIMIENTOS:

·      Permite una comunicación más humana, auténtica y precisa.

·      Amplía y enriquece las relaciones con las demás personas.

·      Reduce el estrés y la conflictividad.

·      Mejora la salud a todos los niveles.

·      Promueve la autoafirmación y la autoestima. John Gray, autor del bestseller Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus, dice en otro de sus libros, Conoce tus sentimientos, mejora tus relaciones: ‘como seres humanos, somos expertos en ocultar la verdad acerca de nuestros sentimientos’.  Y advierte sobre los peligros que conlleva ese enmascaramiento: ‘poco a poco perderás el contacto con lo que realmente sientes y, aunque quieras, no conseguirás decir la verdad sobre tus sentimientos concretos’.   Al final, John Gray concluye: ‘cuanta más verdad tengas en tu vida, más amor sentirás.  Unas relaciones sinceras con una comunicación directa y efectiva representan un creciente caudal de amor y de propia autoestima’.

TEST: ¿EXPRESAS LO QUE SIENTES?:

Contesta S (siempre), AV (a veces) o N (nunca), según la frecuencia con la que te identifiques con las siguientes afirmaciones:

·      Me cuesta señalarles sus errores a otras personas.

·      Me resulta embarazoso decirle a alguien que me gusta.

·      Prefiero evitar las situaciones difíciles o los enfrentamientos.

·      Siento que la gente se aprovecha de mí.

·      Hablar con gente de autoridad o a la que admiro me pone nervioso o inseguro.

·      Me tensa mucho expresar mis opiniones en grupo, especialmente si no estoy de acuerdo con la mayoría.

·      No me gusta halagar.

·      La gente dominante me incomoda.

·      No me gusta invertir tiempo y energía en salir a buscar nuevas amistades.

·      No sé qué decir y me pongo nervioso cuando me quedo a solas con una persona que me gusta.

Resultados:

·      Si la mayoría de tus respuestas ha sido S, prueba a preguntarte: ¿a qué le tengo miedo? Recuerda que ninguna relación de confianza e intimidad funcionará durante mucho tiempo ni de verdad si no se establece desde la sinceridad. Enmascarar tus emociones sólo complicará las cosas, creando un estrés adicional e innecesario y dando lugar a muchos malentendidos.

·      Si tus respuestas mayoritarias se sitúan entre AV y N, enhorabuena: te aceptas y sabes expresar de forma adecuada lo que sientes, lo que quiere decir que muy probablemente aceptarás sin problemas a los demás.

ELOCUENCIA EMOCIONAL:

·      Habla en primera persona: acostúmbrate a formar frases que empiecen por: ‘quiero…’, ‘me gusta…’, ‘no me gusta…’, ‘me siento…’ (siempre en primera persona). Trata de incluirlas en tu conversación hasta que surjan espontáneamente, de una manera natural.

·      No te reprimas: no dejes pasar situaciones emocionalmente confusas sin clarificarlas. Si algo te ha molestado, intenta aclararlo inmediatamente. Resulta mucho más conveniente y menos problemático expresar tu malestar en el momento que guardártelo para darle vueltas y rumiarlo más adelante, indefinidamente.

·      Anima al otro: acostúmbrate a utilizar frases que refuercen la conducta positiva de tu interlocutor. Si algo te ha gustado, házselo saber enseguida; si simplemente le aprecias, trasmíteselo. Muchas veces nos resulta más difícil expresar frases favorables que hacer críticas, y lo triste es que suele ser ¡por falta de costumbre!

·      Siempre, sinceridad: como alternativa al enfado, y para evitar estallar en ira ante una confrontación, practica la siguiente fórmula: ‘estoy enfadado porque (por ejemplo) me has hablado con malos modos (…). Me gustaría que (por ejemplo) la próxima vez me dijeras lo que piensas pero con modales más delicados’.  Expón la verdad de lo que sientes y esperas.

·      Ingredientes básicos: una buena expresión de los sentimientos debería incluir: tus necesidades, tus deseos, tus derechos y cómo repercuten las distintas situaciones en ti. No debería incluir reproches, deseo de herir y autocompasión. Todo esto enmascara tus sentimientos y hace que el otro te entienda mal o se ponga en contra.

·      La buena comunicación es…: A) Positiva: expresa adecuadamente lo bueno y valioso que se observa en las otras personas, y señala respetuosamente aquello que nos molesta. B) Empática: reconoce el punto de vista y la situación del otro. C)   Asertiva: defiende llanamente los propios intereses y derechos cada vez que nos sentimos avasallados por otras personas. D)  Subjetiva: describe, sin condenar, el comportamiento de la otra persona, su efecto en uno mismo y los propios sentimientos, y expresa lo que se desearía en su lugar.