Tai-Chi-Chuan

Tai ChiLos 10 principios esenciales

 

 

 

  • Estar vacío, ágil y mantener la energía en lo alto de la cabeza:
    • Tener la cabeza bien recta.
    • No emplear la fuerza muscular.
  • Entrar ligeramente el pecho y estirar la espalda:
    • Entrar el pecho consiste en retenerlo ligeramente hacia el interior, para que el aliento pueda descender.
    • Abstenerse de inclinar el tronco.
    • Estirar la espalda. Consiste en adherir el aliento en la espalda. Al entrada del pecho conlleva naturalicen un estiramiento de la espalda, lo que permite emitir la fuerza a partir del eje espinal.
  • Relajar la cintura:
    • La cintura es el maestro de todo el cuerpo. Los pies sólo tienen fuerza y la pelvis asentamiento si se es capaz de aflojar la cintura.  Los pasajes de ‘lleno’ al ‘vacío’ se efectúan a partir de los movimientos giratorios de la cintura.
  • Distinguir el ‘lleno’ y el ‘vacío’:
    • Si todo el peso del cuerpo está apoyado sobre la pierna derecha, se dice que la pierna derecha está ‘llena’, la izquierda ‘vacía’ y viceversa.
    • Los movimientos giratorios del cuerpo se efectuarán con ligereza, agilidad y sin el más mínimo esfuerzo, únicamente si se sabe distinguir el ‘lleno’ y el ‘vacío’, de lo contrario los desplazamientos serán torpes y pesados, al cuerpo le faltará estabilidad y podría ser fácilmente desequilibrado por el adversario que os atrae.
  • Bajar los hombros y dejar caer los codos:
    • Bajar los hombros consiste en relajarlos y dejarlos caer.
    • Dejar caer los codos a lo largo del cuerpo consiste en relajarlos.
  • Emplear el pensamiento creativo y no la fuerza muscular:
    • Todo reside en el empleo del pensamiento en lugar de la fuerza.
    • Todo el cuerpo está relajado.
    • La agilidad y la flexibilidad extremas producen la resistencia y la rigidez extremas.
  • Enlazar lo alto y lo bajo:
    • La energía toma raíz en los pies, se desarrolla en las piernas, es dirigida por la cintura y se manifiesta en los dedos’ desde los pies hasta las piernas, pasando por la cintura, es necesaria una unidad perfecta. Todo movimiento de las manos va unido a un movimiento de la cintura. Cuando los pies se mueven, la energía espiritual de los ojos, la mirada, se mueve al mismo tiempo y los sigue. En este caso se puede decir que lo alto y lo bajo están unidos, pero si una sola parte del cuerpo no está armonizada con el resto, existirá desorden y desunión.
  • Unir el interior y el exterior:
    • El trabajo del Tai-Chi-Chuan es un trabajo de la energía espiritual, por esto se dice: ‘la energía espiritual es el amo, el cuerpo es criado’. Si se consigue poner en movimiento la fuerza vital, los movimientos son espontáneos, ligeros y ágiles.
    • El encadenamiento de los movimientos sigue los principios de alternancia de ‘lleno’ y ‘vacío’, de apertura y cierre.
    • Cuando se habla de apertura, no se trata únicamente de la apertura de los pies y de las manos, sino también de la apertura del pensamiento y del espíritu. Igualmente el cierre no es solamente un cierre de los pies y las manos, sino también del pensamiento y del espíritu.  Todo es perfecto cuando el interior y el exterior pueden ser unidos en un solo aliento.
  • Encadenar los movimientos sin interrupción:
    • En las artes de combate de la escuela exotérica… hay salidas, paradas, encadenamientos e interrupciones.
    • En el Tai-Chi-Chuan, se utiliza el pensamiento y no la fuerza muscular, todo está enlazado sin interrupción de principio a fin. Cuando una evolución llega a su fin, otra comienza, desarrollándose el movimiento circular hacia el infinito.
    • En el Tratado original se ha dicho: ‘el boxeo lento es parecido a las olas del mar o a las de un extenso río que se mueven continuamente y sin fin’. O también: ‘hacer que se mueva la energía como un hilo de seda que se devana de un capullo’.  Todas estas comparaciones sugieren que todo está unido por un solo aliento.
  • Buscar la calma en el seno del movimiento: en las artes marciales de la escuela exotérica, la capacidad de saltar está considerada como muy importante y se utiliza hasta el agotamiento la fuerza muscular y el aliento… En el Tai-Chi-Chuan, se dirige el movimiento por la calma. Aunque moviéndose, el ejecutante permanece sosegado. Por este motivo es preferible ejecutar el encadenamiento de los movimientos lo más lentamente posible. Gracias a la lentitud, la respiración se vuelve larga y profunda.

 

PRINCIPIOS A OBSERVAR EN LA EJECUCIÓN DE LOS MOVIMIENTOS:

  • Estar relajado: la relación de la mente y el cuerpo abren las puertas a la suavidad. La relajación o suavidad significa realizar un mínimo de fuerza, el necesario para llevar a cabo el movimiento. El ejemplo tradicional es que sus movimientos deberían ser tan suaves y ligeros que al posarse una mosca en nuestro brazo este debería caer. Durante la práctica, la mente se concentra en los movimientos.
  • Moverse lentamente: la ejecución lenta de las posturas permite relajarse y concentrarse en el equilibrio, control muscular y respiración.
  • Ser continuo: como un río que fluye sin cesar. Hay que realizar las posturas a una velocidad uniforme, sin pausas y sin detenerse. Pase de una postura a la siguiente grácil y suavemente uniendo una a otra como se unen las perlas de un collar o como el que extrae seda de un capullo, ya que si no tiramos del hilo lenta y firmemente, éste se romperá.
  • La circularidad: los movimientos de brazos, piernas y cuerpo deberían ser circulares, a fin de que todas las articulaciones, muñecas, codos, hombros se relajen y se ajusten a las curvaturas naturales.
  • El hundirse: hundir todo el peso en los pies al igual que si hubieran echado raíces en la tierra. Esto asegura un perfecto equilibro en cada una de las postura. El cuerpo se hace pesado y el centro de gravedad desciende.
  • La moderación: debe evitarse cualquier clase de extremismo al realizar los movimientos, nunca hay que dar el paso demasiado largo ni demasiado corto, ni extender demasiado los miembros y sobre todo, mantener codos y rodillas siempre distendidos.
  • Coordinar la respiración con los movimientos: respirar de forma natural, siempre por la nariz. Debe ser lenta, suave, pensada.  Al inhalar dilatar al parte baja del abdomen.
  • Mover el cuerpo como un todo: las acciones de la cabeza, brazos y piernas deben subordinarse al movimiento global del cuerpo. Nunca debe mover sus miembros independientemente del cuerpo. Todos los movimientos parte de la cintura y están dirigidos por ésta.
  • La tranquilidad: mantenga su mente en calma y despejada. Debe esforzarse en alcanzar un estado de concentración relajada que aumentará su percepción y conciencia.

 

Autor: Ferran Tarragó.