Séptima charla en el Robledal. 7 de julio de 1940

 

Introspección

P: usted dice que debemos estar alerta y vigilantes en cada momento y que este estado de alerta no es lo mismo que la introspección. ¿Tendría la bondad de explicar en qué difieren?

Krishnamurti:

Entre el estado de alerta y la introspección hay una diferencia. La introspección es un tipo de autoanálisis en el cual el pensamiento está midiendo su propia acción y sus resultados, conforme al placer y dolor, a la recompensa y al castigo, formando de ese modo un juicio, un patrón[esto siempre es hecho por la mente condicionada, confusa, y ninguna luz puede salir de ello]. Es decir, al examinar la acción del pasado, el pensamiento trata de llevar a cabo, mediante la acción presente, lo que ha aprendido, y de esta manera determina cómo actuará en el futuro. Observe qué ocurre cuando usted trata de analizarse a sí mismo. Está analizando siempre una acción pasada; no puede analizar una acción que está siendo vivida. Si ha hecho algo que ocasionó dolor o conflicto, quiere comprenderlo a fin de no actuar nuevamente de la misma manera. Así, cuando hace esto, está tratando de comprender, con la intención presente, una acción pasada, una acción muerta, esperando producir con ello un resultado futuro. O sea, el pensamiento está ocupado, en este proceso introspectivo, con el resultado, con el modo como debería actuar.

Ahora bien, la percepción alerta es un proceso distinto. En ella sólo existe el presente; es decir, estando alerta, usted ve el proceso pasado de influencias que controlan el presente y modifican el futuro. La percepción alerta es un proceso integral, no un proceso divisivo. Por ejemplo, si me pregunto: ‘¿creo en Dios?’, en el hecho mismo de preguntarlo puedo observar, si estoy alerta, qué es lo que me hace formular esa pregunta; si estoy alerta puedo percibir cuáles han sido y cuáles son las fuerzas en juego que me obligan a formular esa pregunta. Entonces percibo las diversas formas del miedo, aquéllas que son de mis antepasados y que han creado cierta idea de Dios y me la han trasmitido; y veo cómo combinando la idea de ellos con mis reacciones presentes, he modificado o cambiado el concepto de Dios. Si estoy alerta, percibo todo este proceso del pasado, su efecto en el presente y en el futuro; lo percibo integralmente, como una totalidad.

Si uno está alerta, pues, ve cómo su concepto de Dios surgió a causa del miedo; o quizás existió una persona que tuvo una experiencia original de la realidad o de Dios, y la comunicó a otra que, en su codicia, la hizo propia y dio ímpetu al proceso de la imitación. La percepción alerta es un hecho de totalidad, y la introspección es incompleta. El resultado de la introspección es malsano, doloroso, mientras que la percepción alerta es entusiasmo y júbilo.