Sábado, 15 de Junio de 2019

Monet, pasó media vida pintando nenúfares. Cuando le preguntaban: pero ¿no se cansa de pintar siempre lo mismo?, respondía: ¡cómo lo mismo! ¡Si mi problema es que las cosas cambian muy deprisa! Si sólo se fija en la materia de las cosas, entonces le parece que ese nenúfar es siempre el mismo. Yo, en cambio, me fijo en cómo refleja la luz, y eso cambia continuamente.  José Antonio Marina.

De ponto un tejado, un reflejo de sol en una piedra, el olor del camino, hacíanme parar por el placer particular que me causaban, y además porque me parecía que ocultaban por detrás de lo visible una cosa que me invitaba a coger, pero que, a pesar de mis esfuerzos, no lograba descubrir (En busca del tiempo perdido de Marcel Proust). El protagonista de Proust, en su paseo en coche, se queda fascinado por la aparición y desaparición de los campanarios de una iglesia…  José Antonio Marina.

… Reyes caprichosos, súbditos disciplinados, destinos de papel para quienes ya nada importa salvo cumplir una misión. Y por encima de todos esos personajes, por encima del propio autor, parece sobrevolar la sombra de Dios, como testigo indiferente de lo que sucede a sus criaturas favoritas. Óscar Alonso (sobre Saramago).

El hombre de la imaginación, la comprensión y la ironía es incapaz de prescindir del Ser supremo. Y aunque siempre se declarará ateo, parece seguir los dictados de aquel que dijo: yo no creo en Dios porque Dios no me lo permite. Óscar Alonso (sobre Saramago).

Inventamos a Dios, pero Dios no salió de nuestras cabezas, permaneció dentro como factor de vida algunas veces, como instrumento de muerte casi siempre. José Saramago.

Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. Carmen Laforet.

Creo en mí porque algún día seré todas las cosas que amo. Gabriel Celaya.

Ayúdate a ti mismo y todos te ayudarán. F. Nietzsche.

Todo lo que haces a los demás también te lo haces a ti mismo. Erich Fromm.

La acción más importante del día, del mes, del año, es la que estás realizando ahora. Elvira Coderch.

La esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia. John Ruskin.

Ser sabio no es saber muchas cosas, es aprender a vivir en cada instante. Consuelo Martín.

Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos. Oliver Goldsmith.

En las grandes adversidades toda alma noble aprende a conocerse mejor. Friedrich von Schiller.

La razón es un don de Dios a los hombres civilizados. Película Ivanhoe.

El dinero se asusta cuando el poder sojuzga al derecho. Película Ivanhoe.

Película Ivanhoe:

-Se me parte el corazón, padre.

-El mío se partió hace tiempo, pero todavía sigue latiendo.

¿Y que son las palabras? Un ligero y breve ruido que muere para siempre. Película Atila rey de los Hunos.

Con las batallas ocurre lo mismo que con las mujeres princesa. Valen más cuanto más cuestan de ganar. Película Atila rey de los Hunos.

Cada día Sancho -dijo don Quijote-, te vas haciendo menos simple y más discreto. Cervantes.

Vale más buena esperanza que ruin posesión. Cervantes.

Todas nuestras locuras proceden de tener los estómagos vacíos y los cerebros llenos de aire. Cervantes.

La conversación de vuestra merced ha sido el estiércol que sobre la estéril tierra de mi seco ingenio ha caído. Cervantes.

Preguntar necedades y responder disparates no he menester yo andar buscando ayuda de vecinos. Cervantes.

Casamientos de parientes tienen mil inconvenientes. Cervantes.

La poesía, señor hidalgo, a mi parecer, es como una doncella tierna y de poca edad, y en todo extremo hermosa. Cervantes.

La confianza es la madre del descuido. Baltasar Gracián.

Es mejor ser examinado que ignorado. Mae West.

Creer inteligente al que sabe muchas cosas de memoria es como considerar sabio al que tiene en su casa una gran biblioteca. Carlo Dossi.

La mujer tiene sólo un camino para superar al hombre: ser cada día más mujer. Ángel Ganivet.

Invertir en conocimientos produce siempre los mejores intereses. Benjamin Franklin.

Tienen derecho a censurar los que tienen corazón para ayudar. William Penn.

Las personas débiles se tranquilizan tan fácilmente como se asustan. Honoré de Balzac.

Si no quieres derramar el vino no llenes demasiado el vaso. Lao-Tsé.

La experiencia es el bastón de los ciegos. Jacques Roumain.

Habla poquísimo de ti, poco de los otros, mucho de las cosas. Paolo Mantegazza.

Las palabras acercan, los silencios destruyen. André Maurois.

Donde la prensa es libre y todo hombre es capaz de leer, todo está salvado. Thomas Jefferson.

Más vergonzoso es desconfiar de los amigos que ser engañados por ellos. Jean de la Bruyère.

Preguntémonos, cuando nos cueste trabajo dejarnos conmover, cuán poco felices seríamos si los demás fueran inexorables hacia nosotros. Séneca.

El placer está destinado a las personas que no se divierten. Henri Duvernois.

El carácter es la virtud de los tiempos difíciles. Charles de Gaulle.

Hay tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama. José Ortega y Gasset.

Yo velo cuando tú duermes; yo lloro cuando tú cantas; yo me desmayo de ayuno cuanto tú estás perezoso y desalentado de puro harto. Miguel de Cervantes.

El pueblo que soporta una tiranía acaba por merecerla. Gabriel Alomar.

El canal se complace pensando que los ríos no existen sino para traerle agua. Rabindranath Tagore.

Ama a tu vecino, pero no derribes vuestra verja. George Herbert.

No puede uno confiarse a sus superiores cuando has triunfado donde ellos fracasaron. Graham Greene.

Los cautos rara vez se equivocan. Confucio.

Cualesquiera que hayan sido nuestro logros, alguien nos ayudó siempre a alcanzarlos. Althea Gibson.

ARISTÓTELES:

¿Qué es un amigo? Una misma alma que habita en dos cuerpos.

Quien es capaz de vivir en sociedad y no tiene necesidad de ella, porque se basta a sí mismo, tiene que ser un animal o un dios.

Se ama más lo que se ha conquistado con fatiga.

Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales.

Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia.

Solamente haciendo el bien se puede realmente ser feliz.

Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.

Sólo hay un principio motriz: el deseo.

Somos lo que hacemos día a día; de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito

Tan capaz es nuestro entendimiento para entender las cosas altísimas y clarísimas de la naturaleza, como los ojos de la lechuza para ver el sol.

Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores.

Todo los hombre tienen naturalmente el deseo de saber. El placer que nos causan las percepciones de nuestros sentidos son una prueba de esta verdad.

Una definición es una frase que significa la esencia de una cosa.

Un error mínimo al principio puede ser máximo al final.

Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por unas buenas leyes.

Y es que la naturaleza no hace nada en vano, y entre los animales, el hombre es el único que posee la palabra.

La dignidad no consiste en poseer honores, sino en merecerlos.

La educación es un ornamento en la prosperidad y un refugio en la adversidad

Una gran ciudad no debe ser confundida con una muy poblada

Los jóvenes no son el auditorio más adecuado para la ciencia política; no tienen experiencia de la vida y, puesto que todavía siguen a sus emociones, sólo escucharán sin un propósito, de manera vana.

La virtud, como el arte, se consagra siempre a lo más difícil.

Todos los hombres desean por naturaleza saber. Así lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad, son amados a causa de sí mismos, y el que más de todos el de la vista.

Las artes matemáticas nacieron en Egipto, pues allí disfrutaba de ocio la clase sacerdotal.

Los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración.

Está en mejores condiciones para juzgar aquel que ha oído, como si se tratase de un litigio, todos los argumentos opuestos.

Todas estas cosas se llaman sustancias porque no se predican de un sujeto, sino que las demás cosas se predican de éstas.

Se llama universal aquello que por su naturaleza puede darse en varios.

Todo arte y todo método, y del mismo modo toda acción y elección, parecen tender a algún bien: por eso se ha dicho, con razón, que el bien es aquello a que todas las cosas tienden.

 

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