Nuevo año

 

Nuevo añoLos japoneses en la antigüedad recibían el año nuevo con una actitud de renovación, siguiendo una práctica conocida como aratama.  No se trata de una religión ni una filosofía sino de una actitud personal ante el año que comienza.  Aratama significa ‘reforma del espíritu’ o ‘nuevo espíritu’.   Te anima a volver la mirada a la naturaleza, disfrutar de las estaciones, respetar la materia, considerar al prójimo, sintonizar con la armonía y ser tolerante con las carencias propias y ajenas.

El año nuevo es una oportunidad para sembrar una nueva semilla, y el fruto que nazca dependerá del tipo de semilla que plantes.  De una buena semilla nacerá un buen fruto.  El abono será tu actitud: si cultivas sentimientos de queja, lamento o insatisfacción, culpando a los demás de lo que no te gusta, eso mismo recogerás: no evolución, no cambio, no mejoras, no transformación.  Para que esto no suceda, el aratama te dice cómo debes prepararte para renacer positivamente y sintonizar con el nuevo siglo, denominado por los orientales como el siglo espiritualista.  Así conseguirás un estado de armonía, salud y prosperidad en el que te desprenderás de ‘la piel antigua’, para renacer o trasformar todo aquello que no funcione dentro de ti y recibir el año con nuevas expectativas.

Los símbolos –o kanllis- de la antigua escritura japonesa –llamada katakana- permiten representar el término aratama de dos maneras distintas, pero complementarias en su esencia. Por un lado, aratama significa ‘nueva alma’ y por otro ‘reforma del alma’.  Es una invitación a una actitud de renovación y cambio por ambos caminos.  Propone volver al sentimiento original, regresar a la aceptación del día a día con las ondas y nódulos que la acompañan (pobreza-riqueza, salud-enfermedad, vida-muerte…).  Toda una manera de enfocar la vida encerrada en esto símbolos milenarios.

La sonrisa es una medicina para el alma.  Tan importante como una alimentación sana es tu actitud con la sonrisa y con el gesto amable que salga de ti. Tanto una como otra benefician al cuerpo y al espíritu.

En aratama se encierra el principio del equilibrio sobre el que gira la vida humana.  En él se coloca el espíritu como el elemento principal, a la materia como subordinado y al cuerpo como el elemento que obedece.  El problema es que nuestra sociedad ha investigado este principio y ha colocado al cuerpo como elemento principal, la materia le obedece y el espíritu depende de los cambios oscilantes de ambos. A causa de esto, nuestro mundo ha desembocado en una situación de crisis y problemas económicos, ecológicos… Sin embargo, en este siglo espiritualista desaparecerá la visión del cuerpo como elemento principal y se establecerá un nuevo principio tridimensional que posicionará al espíritu como el ítem principal, a la materia como elemento que obedece y al cuerpo como el que depende. Este orden traerá la verdadera felicidad.

Podríamos sintetizar el fundamento encerrado en aratama de la siguiente manera:

  • Si regeneras tu espíritu, fortaleces tu mente y cuidas tu cuerpo, cambiarás tu destino y el destino de la humanidad. Es decir, si deseas cambiar a otros, cambia tú primero.
  • Debes mejorar tu actitud interior profunda, ya que las olas de la vida se componen de altibajos, y sufren la influencia de tres clases de destino. El primero son los elementos producto de la providencia (la providencia se compara en aratama a una mano: es la mano que sostiene una bandeja, que representa la vida de cada uno, y sobre la que hay una manzana, que es cada individuo).  El segundo destino es el kármico o la predestinación y son las circunstancias personales predeterminadas (si no se tienen en cuenta hacen que la manzana caiga de la bandeja y se rompa). El tercer destino se deriva de la libre elección individual y es comparable al espacio de la bandeja en el que la manzana puede moverse.  El movimiento descontrolado también puede ocasionar una caída.
  • Siguiendo con la simbología de la manzana, su movimiento sobre la bandeja es parecido a nuestro paso por la Tierra: danzamos en un escenario que se llama vida al compás de un ritmo que son los acontecimientos diarios. La mano que sostiene la bandeja la puede colocar en diferentes escenarios, pudiendo ser algunos in cómodos. Son los momentos en los que el ser humano no sabe qué hacer, se siente en un túnel sin salida (tiene dinero pero no tiene salud o teniendo ambos su vida no tiene armonía…). Conseguir la vida que queremos es posible, pero debemos empezar por cambiar algunos viejos hábitos, renovar nuestros sueños y establecer nuevas metas.
  • Proyectar cambios sin evaluar previamente nuestra vida es como arrojar ropa limpia sobre el cesto de la basura. En un año nuevo hay una energía circundante que parece exigir cambios en todos los aspectos.  Para ellos es recomendable evaluar primero si lo que hemos hecho hasta hoy es lo que queremos y necesitamos. Aunque parezca que no hay solución posible a nuestras insatisfacciones, aratama nos regala la posibilidad de jugar con nuestros sueños. Para ello, una lista de deseos nos vendría muy bien. Podemos comenzarla con cosas que queremos dejar ir, luego con las que esperamos resolver y al final una lista de sueños (que pueden ser ilimitados).  Los expresamos con actitud positiva y agradecemos a la providencia, de antemano, su realización.  ‘La providencia tiene mucho humor y no conoce el tiempo lineal’, expresa un antiguo dicho; lo que quiere decir que puede cumplir nuestros deseos en el momento menos esperado.

Mente sana en cuerpo sano: el cuerpo es el altar del alma, y si es fuerte, la vida interior será vibrante y sana. Revisa la relación que has mantenido con tu cuerpo y no olvides que es un vehículo que debes llevar unido a ti toda la vida.  Igual que cuidas de tu coche y lo cambias por nuevos modelos, del mismo modo tu cuerpo acepta nuevos modelos de comportamiento y cuidados. Todo ello se reflejará en una ausencia de enfermedades y en un sistema emocional equilibrado.  Preocuparse del cuerpo es una de las claves para crear salud, tan importante como cuidar del espíritu y de la psique. Comienza el año con el propósito de llevar una vida sana.

Saludo radiante:

  • Las fiestas de un nuevo año te predisponen a sentirte alegre y expresivo con los que te rodean. Pero cuando pasen estas fechas, ¿seguirás igual de agradable o volverás a ser incapaz de dar los buenos días? Hay un principio que reza: ‘cuanto más se madura, más se sonríe. Practicando la sonrisa y abandonando las actitudes de superioridad, la armonía reinará en el seno de la familia y con los demás’.
  • La sonrisa es una medicina para el alma. El saludo radiante es una práctica que transforma la hostilidad en armonía, va conectado a la sonrisa y es como un pequeño cántico que se entona al expresar amabilidad hacia el prójimo. Practica el saludo desde que te levantas, saluda al nuevo día, a tu cuerpo, a las oportunidades que se te dan de compartir el día… En una palabra: saluda a la vida con ánimo contento.

Visualización creativa: sé valiente y echa a volar tu imaginación: serás lo que proyectes ser.  Si desechas los pensamientos negativos, tu comportamiento será bueno ante cualquier circunstancia.  Dale prioridad a lo que tiene sentido, tanto en tu pensamiento como en tus acciones. Separa el grano de la paja.  El dios del tiempo es implacable y sólo te permite construir tu vida hoy; por eso, vívelo como si fuera tu último día.  Conviértete en el escultor de tu futuro amasando la arcilla de tu presente. Ahora es tu momento, vívelo con humildad, valentía, sinceridad y belleza. Para construir ese presente que quieres disfrutar, el vehículo de llegada es el hoy.  Si sólo colocas tu mirada en la meta, perderás la belleza del camino. Alguien escribió: ‘el futuro sólo es un huésped educado. Está ahí, pero es como si no estuviera’.

Perdónate a ti mismo: sabemos que tenemos cinco sentidos, pero hay dos más que desempeñan un papel preponderante y a los que no les damos la importancia que tienen. El sentido del humor y el sentido del perdón.  Debes tener sentido del humor para perdonarte a ti mismo las cadenas mentales que te has impuesto desde que tienes derecho a elegir, es decir, desde que –dicen los expertos- has alcanzado la madurez emocional.  Este aspecto, también llamado uso de razón, algunas personas lo alcanzan a los siete años, otras a los 70… y algunos nunca. Cuando despertamos de ese sueño que es juzgarnos por los resultados de nuestra vida, comprendemos que debemos pedir perdón por no amarnos lo suficiente.  Nadie nos puede arrebatar la liberación que supone perdonarnos de nuestras derrotas, dolores, ofensas… Hay que tener la valentía de abandonar el cómodo papel de víctima y asumir con sentido del humor nuestras debilidades. Ya sabes: ‘errar es humano; perdonar, divino’.

Tu cuerpo te proporciona salud emocional y física:

  • Para tener un cuerpo renovado debes sentir el deseo de experimentar nuevas percepciones que, a su vez, ocasionen nuevas soluciones. Por ejemplo descálzate sobre el césped, cierra los ojos y palpa despacio un objeto.
  • Cuida lo que comes, agradece el alimento diario y compártelo siempre que puedas.
  • Relaciónate con tu cuerpo, mírate al espejo y sonríe aceptando todas sus maravillas porque, aunque tú veas alguna imperfección, nunca encontrarás mejor compañero de viaje.
  • Dedica un momento a reflexionar qué cosas son las que quieres mejorar de tu cuerpo. Envíale este deseo a través de un mensaje mental.

Beneficios para todo el año: para que los efectos de aratama se prolonguen durante todo el año, aprovéchate de:

  • La música: escuchar suaves melodías eleva la sensibilidad espiritual, calma la mente y aquieta los pensamientos. Cuando te sientas agotado, muévete al compás de cualquier ritmo; déjate atrapar por la música y disfruta de ella.
  • La pintura: rodéate de color. Sitúa en un lugar visible un cuadro o lámina que te produzca una sensación positiva y siéntete dentro de ella.
  • Las manualidades: si has dejado de expresarte con las manos, una actividad manual es una buena terapia: teje un gorro, haz cuadros de hojas secas…
  • Escultura: pon cerca de ti figuras esculpidas con diferentes representaciones de dioses y diosas de la antigüedad, figuras de la naturaleza o cuerpos humanos… Identifícate con el mensaje de las imágenes.
  • Velas y flores: rodéate de flores frescas, enciende velas e incienso de aromas suaves.

Herramientas del aratama: con la palabra aratama los antiguos japoneses señalaban la actitud con la que debemos recibir el nuevo año.  Es una actitud que conlleva los siguientes pasos:

  • Formula claramente tus propósitos: no desees de una manera vaga.
  • Fíjate objetivos claros y definidos: pon nombres concretos a situaciones concretas.
  • Planifica tus actividades: para que las cosas salgan, tienes que poner de tu parte y trabajarlas.
  • Elige metas que te llenen de satisfacción: ser feliz no siempre tiene que ver con lo económico.
  • No excluyas a los que te rodean de tus planes: sé generoso y piensa en tu armonía con los otros.
  • Asume los fracasos como tus mejores aliados: te ayudan a crecer.
  • Nunca te sientas derrotado.

¿Qué tipo de felicidad es la que buscas y cuál es la que te conviene? Si piensas que serás feliz con más dinero o tras un ascenso, debes saber que te engañas. Sino eres feliz ahora con lo que eres y tienes, después tampoco lo serás.

Tu cuerpo necesita estar cuidado. Emite mensajes que expresan sus necesidades: tu cuerpo necesita que lo limpies, lo alimentes, lo ejercites… Está a tu cargo para que lo cuides, no para que lo maltrates. Una vida sana te predispone a la armonía.

Cambiar de vida es cambiar la actitud interior ante la vida: cambiar de vida es como cultivar un huerto: una labor que tiene sus etapas y sus plazos.  Hay que preparar el terreno, arrancar las malas hierbas, plantar una buena semilla, regar y abonar.  Cada etapa tiene sus tareas, sus peligros y sus satisfacciones.  Cuando se completa el ciclo se alcanza el resultado deseado. Quizás tengas dinero, pero te falte salud; quizás tienes salud y dinero y, teniendo ambos, tu vida es un caos sin armonía ni felicidad. La solución sólo está dentro de ti.

Una gran lección: la gratitud:

  • Escribe listas de agradecimiento: coloca en una caja una lista con hechos que te han dejado huella. En otra escribe los nombres de las personas a las que deseas perdonar y agradecer. En una tercera, la situaciones difíciles que quieres resolver. Otra con los sueños que quieres materializar. Pon la caja en un lugar visible y diariamente, sosténla unos segundos en tus manos y manifiesta gratitud por todo lo que la caja contiene.
  • Da gracias al servicio que te da tu cuerpo. Dedica un corto tiempo del día a bendecir un órgano de tu cuerpo y agradecer los servicios que presta a tu vida.
  • La ducha diaria: un momento estrella. Mientras sientes el agua correr por tu cuerpo, cierra los ojos y da gracias…

Autora: Jenny de la Torre (investigadora social, especialista en mitología y religiones antiguas).