Miércoles, 6 de Febrero de 2019

La ira es más útil que la desesperación. Película Terminator 3.

Cierta rivalidad es buena, alivia la tensión y el miedo a la muerte. Película Terminator 3.

La vida es un juego del que nadie puede en un momento retirarse llevándose sus ganancias. André Maurois.

Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia. Henry Miller.

Si te paras a contar los días del sol y los nublados del año, verás que los días serenos han sido los más. Ovidio.

No labra su destino, lo aguanta. Gustave Flaubert.

La razón es también una pasión. Eugenio d’Ors.

Atesora tus instantes de dicha; serán excelente almohada para tu vejez. Booth Tarkington.

El tiempo no sólo cura sino que también reconcilia. Cecil Beaton.

Los vientos y las olas están siempre a favor del navegante más capacitado. Edward Gibbon.

La vida solo se entrega a quien se ha entregado. Vinicius de Moraes.

Donde la fuerza oprime la ley se quiebra. Mateo Alemán.

Lo más seguro es no ponerse en peligro. Francisco de Quevedo.

Con frecuencia, los mismos peligros sirven para salvarnos la vida. Quintiliano.

No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio. Groucho Marx.

Cada uno somos un desierto. François Mauriac.

Amo la soledad incluso cuando estoy solo. Jules Renard.

Aprende a vivir y sabrás morir bien. Confucio.

Hay que hacerse un carácter de hule sobre el cual el mundo resbale cuando se quiera. George Sand.

El presente es la viviente suma total del pasado. Thomas Carlyle.

El carácter es la mitad del destino. Raoult G. de la Grasserie.

Nadie debe cometer la misma tontería dos veces, la elección es suficientemente amplia. Jean Paul Sartre.

No merece gustar la miel quien se aleja de la colmena porque las abejas tiene aguijón. William Shakespeare.

Una mentira puede ser menos mentirosa que una verdad bien escogida. Jean Rostand.

El verdadero mal para el hombre no es el que sufre, sino el que hace. Alessandro Manzoni.

Hay un placer en la locura que sólo los locos conocen. John Dryden.

El interés es la rueda principal de la máquina del mundo. August von Kotzebue.

Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre. Proverbio chino.

Las cosas son como son porque fueron como fueron. Fred Hoyle.

Todo hombre no vive más que por lo que espera. Giovanni Papini.

La vejez es una defunción en pequeños trozos. Albert Cohen.

La pena, más que cordial, es un corrosivo para los males que no tienen cura. William Shakespeare.

No seas retórico. Lee el código civil. Esto te librará de hacer frases. André Maurois.

Los sabios y los tontos son igualmente inofensivos; los que más son de temer son los sabios a medias y los medio tontos. Johann W. Goethe.

La influencia que la vida de una persona ejerce sobre la de otra es incalculable. Ralph Bunche.

Una vida tan bien escrita es casi tan rara como una vida bien vivida. Thomas Carlyle.

Vivir sin ruido es un gran consuelo para el que vive sin gloria. Jean Dolent.

El burgués es la figura simétrica del romántico. Paul Valéry.

Vive cada día como si fuera el único de que dispones para ser feliz, para gozar y para aprovechar el tiempo. Noel Clarasó.

El que no lo pierde tiene mucho tiempo. Bernard de Fontenelle.

Debe desear todo hombre vivir para saber y saber para vivir. Mateo Alemán.

El mando debe ser un anexo de la ejemplaridad. José Ortega y Gasset.

Nada nos engaña tanto como nuestro propio juicio. Leonardo da Vinci.

Te odio con el odio de la ilusión marchita. Amado Nervo.

Por mucho que la paz cueste, nunca es cara. Anónimo.

El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera. Ernest Hemingway.

El silencio es el sol que madura los frutos del alma. Maurice Maeterlinck.

Todos estamos en fila delante de la parca [muerte]. Felizmente no sabemos en qué lugar de la fila. Ernest B. Black.

El mejor placer en la vida es hacer lo que la gente dice que no puedes hacer. Walter Bagehot.

En experto es un hombre que ha dejado de pensar, sabe. Franck L. Wright.

Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito. Truman Capote.

Los náufragos no eligen puerto. Jacinto Benavente.

Cuida de los pequeños gastos, un pequeño agujero hunde un barco. Benjamin Franklin.

El hombre no es la suma de lo que tiene, sino la totalidad de lo que aún no tiene, de lo que podría ser. Jean Paul Sartre.

El niño enlaza el pasado con el futuro. Oswald Spengler.

El hombre comienza, en realidad, a ser viejo cuando deja de ser educable. Arturo Graf.

Después de muchos días oscuros, vendrá uno sereno. Tibulo.

Quien no duda no puede conocer la verdad. D. de Saavedra Fajardo.

Sé fuerte para tener derecho a ser pacifico. Amado Nervo.

Toda conversación tiene un momento favorable en que poder terminarla; no lo desperdicies. Las últimas palabras son de efectos más duraderos que las primeras, por lo que deben ser particularmente bien ponderadas. José Ortega y Gasset.

El cerebro no es una vaso para llenar sino una lámpara para encender. Plutarco.

Hasta una falsa alegría suele ser preferible a una verdadera tristeza. René Descartes.

Son muchísimos los que aman; poquísimos los que saben amar. Stefan Zweig.

En las cumbres aún hay mucho lugar para los obreros esforzados. Charles Dickens.

Si das la luz para encender la vida de tu hermano, en ti brillará más esplendorosa. Albert Schweitzer.

Los que no se retractan nunca se aman más a sí mismos que a la verdad. Joseph Joubert.

No hay daño tan grande como el del tiempo perdido. Miguel Ángel Buonarroti.

El carácter independiente surge de poder bastarse a sí mismo. F. Grandmontagne.

El treinta por cien de los alimentos que consumimos nos mantiene vivos; con el setenta por ciento, se mantienen vivos los médicos. Anónimo.

El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo, el vino diario de la vejez. Pearl S. Buck.

Ningún conocimiento prematuro, ningún proceder repentino, ningún salto problemático. Fernando el Católico.

Estamos en un desierto porque ninguna mirada nos hace señas de inteligencia. Friedrich Nietzsche.

Un mal escritor puede llegar a ser un buen crítico, por la misma razón por la cual un pésimo vino puede llegar a ser un buen vinagre. François Mauriac.

¿Qué recuerdo queda de los hombres? Una hora de trabajo para el marmolista. Immanuel Kant.

En las películas de Eastwood nunca he hallado la personalidad distintiva -un universo propio expuesto a través de un estilo intransferible- que bendice a los auténticos maestros. J. E. Hoover.

Platón:

  • Cuanto mayor es el placer sexual del hombre, mayor es la felicidad de la mujer.

  • … cuando un hombre empieza a pensar en que va a morir, le entra miedo y preocupación por cosas por las que antes no le entraban…

  • El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos, los caballos.

  • El hombre que hace que todo lo que lleve a la felicidad dependa de él mismo, ya no de los demás ha adoptado el mejor plan para vivir feliz.

  • El hombre sabio querrá estar siempre con quien sea mejor que él.

  • Frío e insípido es el consuelo cuando no va envuelto en algún remedio.

  • La filosofía es la ciencia de los hombres libres.

  • La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.

  • Ningún hombre es lo suficientemente sabio por sí mismo.

  • … no hay mayor perfección en el mal que el parecer ser bueno no siéndolo.

  • No hay un solo rey que no descienda de un esclavo, ni un esclavo que no haya tenido reyes en su familia.

 Alan Watts:

  • La existencia del sabio es una vida que se abandona sin cálculo al presente.

  • Si bien todas las cosas resuenan en el espíritu, el espíritu debería queda como si no hubiera jamás resonado a las cosas, éstas no deberían quedar en él.

  • El punto más elevado que un hombre puede alcanzar es la sorpresa. Cuando un fenómeno originario suscita en él sorpresa, se debe estimar satisfecho. Nada más grande puede serle concedido, no podría buscar más allá.

  • Definir significa fijar y, en última instancia, la verdadera vida no es fija ni estática.

  • Si el YO se desvaneciera, o más exactamente, se revelaría ser una simple ficción útil, no habría más esa dualidad sujeto-objeto, sino simplemente una corriente de percepción continuo… El YO lucha sin descanso contra la disolución que sería precisamente su liberación.

  • … el adulto civilizado no es empujado más que por una desesperanza extrema, un sufrimiento intolerable, o la inminencia de la muerte. De ahí la frase el desastre del hombre es la ocasión de dios.

Película Elemental, Dr. Freud:

  • Elimine lo imposible y lo que quede por improbable que parezca será la verdad.

  • Ah, las mujeres, ¡siempre creando problemas!

  • Holmes: ¿por qué fui tan estúpido escuchándole a usted?

  • Freud: ¿por qué insiste en echarme la culpa, Her Holmes? ¿Qué faceta egocéntrica de melodrama anida en usted, que no permite a nadie compartir sus triunfos o sus fallos… ¿es usted un ser humano o una máquina?

  • ¿Cómo lo ha averiguado?

  • Yo nunca averiguo. Esa es una mala costumbre destructiva para las facultades lógicas.

  • … ¿No lo adivina?

  • Holmes: yo nunca adivino. Eso impide pensar.

 

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