Miércoles, 29 de Mayo de 2019

Cuando se establece la reflexión filosófico-teológica –por obra principalmente de Gregorio Niceno (394) en la patrística griega y de Agustín (430) entre los padres latinos, son muchos ciertamente los elementos tomados de la filosofía griega; pero se entienden y manejan de una forma nueva y se desarrollan dentro de una totalidad de sentido también de nuevo cuño. En una forma totalmente extraña al pensamiento griego, se acentúan a) el valor y dignidad de lo particular, b) su singularidad individual, c) su vocación divina y d) su libre decisión frente al destino eterno.  Por  primera vez se acuña en el ámbito cristiano el concepto de persona, que tiene un origen puramente teológico. Deriva, en efecto de las disputas cristológicas y trinitarias de los siglos IV y V, y tuvo importancia grande para la exposición y valoración de la personalidad humana. Emerich Coreth.

La muerte y las heridas serán para el hombre valiente cosas penosas y no se expondrá a las mismas sino forzado. Las arrostrará, porque es honroso hacerlo, y el no hacerlo cosa indigna; pero cuanto más perfecta sea su virtud, y por consiguiente más completa su felicidad, tanto más sentirá la muerte, porque para un hombre semejante la vida tiene todo su valor; como que se va a ver privado de los bienes más preciosos, sabiendo todo lo que valen, y éste es un dolor muy vivo.  Y, sin embargo, no por esto es menos valiente; quizá lo es más porque prefiere a todos estos bienes el honor que se adquiere en los combates. Aristóteles.

Estoy convencido de que en este día somos dueños de nuestro destino, que la tarea que se nos ha impuesto no es superior a nuestras fuerzas; que sus acometidas no están por encima de lo que soy capaz de soportar. Mientras tengamos fe en nuestra causa y una indeclinable voluntad de vencer, la victoria estará a nuestro alcance. Winston Churchill.

El deseo, en sí mismo considerado, no tiene sentido; no se hace significante sino en cuanto traduce la direccionalidad u orientación libre de la conciencia sobre el mundo. André Dartigues.

La verdadera generosidad para con el futuro consiste en entregarlo todo al presente. Albert Camus.

El lugar de la noción de Ser Supremo, tan esencial para las religiones occidentales, está ocupado en Asia Oriental por la noción de Estado Supremo de ser; no es más que una ilusión engañosa lo que separa a los seres, incluyendo al hombre, de esta perfección impersonal. John Blofeld.

El concepto taoísta de lo Último es sublime y en él se mezclan la filosofía profunda, la aspiración espiritual, la poesía de la naturaleza y la veneración indiferenciada de lo sacro en todos los seres y cosas sin distinción… John Blofeld.

Lao-Tsé nos dice que ‘Tao’ (Camino) no es más que una palabra útil para designar al Innominado. Nada puede decirse de él que no menoscabe su plenitud. Decir que existe es excluir lo que no existe, cuando el vacío es la misma naturaleza del Tao. Decir que no existe es excluir la plenitud impregnada del Tao. Dejemos las categorías dualistas. Las palabras limitan. El Tao no tiene límites. John Blofeld.

Wu wei: no acción… evitar la acción que no sea espontánea. Actuar de lleno y con destreza pero sólo de acuerdo con la necesidad presente, siendo vivaz cuando se requiere, pero nunca forzado y tenso, huyendo de la acción artificiosamente calculada y de toda actividad que arranque de un motivo de provecho interesado… una semejanza moderna que me gusta es la del buen conductor, el que nunca deja de hacer con el freno y el embrague lo que debe hacer, siempre respondiendo a una necesidad inmediata, sin ningún cálculo, ni ninguna tendencia a guardar en su mente la acción cuando la necesidad de la misma ha pasado… Donde no hay ansiedad ni cálculos hay poco desgaste y desperfecto.  John Blofeld.

El corazón del eremita [hermitaño] es como un plácido lago, cuyas aguas no se agitan con el viento de las circunstancias. John Blofeld.

Quietud: para volver a tu estado original, debes llegar a ser un maestro de quietud. La actividad para la salud, que nunca debe llegar a un punto de exceso, debe alternar con la perfecta quietud. Estando sentado, inmóvil como una roca, pasa luego a la quietud de la mente. Cierra las puertas de los sentidos. Fija tu mente en un solo objeto o, todavía mejor, entra en un estado de atención sin que haya ningún objeto en qué fijarla. Vuelve la mente sobre sí misma y contempla el resplandor interior. John Blofeld.

Inmortal es el que, sirviéndose plenamente de todas sus dotes de cuerpo y espíritu, desprendiéndose de las pasiones y erradicando todos los deseos hasta los más simples y menos dañosos, ha conseguido una existencia libre y espontánea: un ser tan próximo a la perfección, que su cuerpo no es sino la cáscara o receptáculo del puro espíritu. Ha experimentado un nuevo nacimiento espiritual, se ha liberado rompiendo los grilletes del yo engañoso y llegando a encontrarse cara a cara con su ‘auténtico yo’, consciente de que éste no es su posesión personal, sino el Tao sublime e indiferenciado. Con la desaparición de su yo aparente, ya no se ve a sí mismo como individuo sino como el Tao inmutable encarnado en una forma nebulosa y transitoria. La muerte, cuando llegue, no será para él más que soltar una túnica gastada. ¡Ha ganado la vida eterna y está dispuesto a sumergirse de nuevo en el océano sin límites del puro ser! John Blofeld.

La visión sólo llega a ser clara cuando uno puede mirarse el corazón. El que mira hacia afuera, sueña; el que mira hacia dentro, despierta. Robin S. Sharma.

He tenido sueños y he tenido pesadillas. Superé mis pesadillas gracias a mis sueños.  Robin S. Sharma.

Cuando te inspira un objetivo importante, un proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras: tu mente supera los límites, tu conciencia se expande en todas direcciones y tú te ves en un mundo nuevo y maravilloso. Las fuerzas, facultades y talentos ocultos cobran vida, y descubre que eres una persona mejor de lo que habías soñado ser.  Robin S. Sharma.

DISCÍPULO AL MAESTRO: … cada vez que prometo dedicar más energías, tú me dices que tardaré más en lograr mi objetivo. ¿Por qué? … Si tienes un ojo puesto en el destino que esperas alcanzar, sólo te queda otro para que te guíe en el viaje. Robin S. Sharma.

Me di cuenta del hecho que era libre de tomar una actitud u otra ante esta situación, de darle un valor y sentido u otro. Podía rebelarme, o someterme pasivamente, vegetar; o podía abandonarme al ‘placer’ de la auto-conmiseración asumiendo el papel del mártir, o podía tomar la situación con un espíritu deportivo y con sentido del humor, considerándola como una experiencia nueva e interesante. Podía tomar este periodo como un tiempo para cuidarme y regalarme un reposo o convertirlo en un período de intensa reflexión sobre mis asuntos personales, reflexionando sobre mi vida pasada o sobre problemas científicos y filosóficos, o podría aprovechar la situación para someterme a un entrenamiento psicológico de las facultades psicológicas y hacer experimentos sobre mí mismo o, por último, me lo podía tomar como un retiro espiritual. Me di cuenta que dependía solo de mí comprender que era en realidad libre de elegir una o más de estas actividades o actitudes; que esta elección tendría inevitables efectos precisos que podía anticipar y de los cuales sólo yo mismo era plenamente responsable. En mi mente no había ninguna duda acerca de esta libertad y poder esencial, así como del privilegio que representaba y de mi responsabilidad para mí mismo, mi familia y la vida. Roberto Assagioli.

De todas las experiencias que le tocaba vivir él buscaba siempre extrapolar intuiciones y así reforzaba su convicción en la necesidad de fomentar una auto-formación que se ocupase del crecimiento interior permanente a través del cultivo de una actitud constructiva. Roberto Assagioli.

Immanuel Kant:

  • ¿Qué puedo yo saber? Respuesta La metafísica.

  • ¿Qué debo hacer? Respuesta La moral

  • ¿Qué puedo esperar? Respuesta La religión.

  • ¿Qué es el hombre? Respuesta La antropología.

CONOCIMIENTO:

La lógica es buena para razonar, pero mala para convivir. Remy de Gourmont.

Prefiero el bastón de la experiencia al carro rápido de la fortuna. Pitágoras.

Nada hay más espantoso que una ignorancia activa. Johann Wolfang Von Goethe.

Nueve décimas de nuestra sabiduría consiste en saber ser sabios a tiempo. Theodore Roosevelt.

Dar un consejo a un ignorante obtuso, es sembrar en terreno baldío. Rumi Mathnawi.

La historia tiene que repetirse porque la primera vez le prestamos muy poca atención. Blackie Sherrod.

Lo real es lo imposible. Jaques Lacan.

Primero observa, argumenta después. Jean Henri Fabre.

Cada cosa tenga su lugar, cada negocio su tiempo. Benjamin Franklin.

No es más fuerte la razón porque se diga a gritos. Alejandro Casona.

La historia jamás parece historia cuando la estamos viviendo. John Gardner.

Hay dos clases de hombres: quienes hacen la historia y quienes la padecen. Camilo José Cela.

El Universo está hecho de historias no de átomos. Mariel Rukeyser.

Si no quieres repetir el pasado, estúdialo. Baruch Spinoza.

La historia es algo que nunca ocurrió escrito por alguien que no estaba allí. Anónimo.

Si uno no sabe de historia, no sabe nada. Es como ser una hoja y no saber que forma parte del árbol. Michael Crichton.

Si algo nos enseñó el siglo XX, es a ser cautos con la palabra imposible. Charles Platt.

No creo en la historia porque la historia la hace el hombre. Gral. M. H. Martinez, expresidente de El Salvador.

Nunca una noche ha venido al amanecer y nunca un problema ha vencido a la esperanza. Bern Williams.

Lo poco que sé es fruto de mi ignorancia. Sacha Guitry.

En la práctica, sólo es problema lo que la inteligencia puede resolver. Hermann Keyerling.

La historia es una filosofía en ejemplos. Dionisio de Halicarnaso.

Pensar es no comprender. Fernando Pessoa.

Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos ser. William Shakespeare.

Ayudadme a comprender lo que os digo y os lo explicaré mejor. Antonio Machado.

La historia es un conjunto de hechos e interpretaciones, nunca una receta universal. John Lynch.

La prueba más clara de sabiduría es una alegría continua. Michel de Montaigne.

La capacidad de concentrarse en las cosas importantes es una de las características determinantes de la inteligencia. F. Schiller.

Es tan vana la esperanza de que se llegará sin trabajo y sin molestia a la posesión del saber y la experiencia, cuya unión produce la sabiduría, como contar con una cosecha sin haber sembrado ningún grano. Benjamin Franklin.

La educación es el método por el cual uno adquiere más alto grado de prejuicios. Anónimo.

Estar en un barco es como estar en una cárcel con la posibilidad de ahogarse. Groucho Marx.

Brevedad es prudencia. Emerson.

Es más fácil quedarse fuera que salir. Mark Twain.

Comprender las cosas que nos rodean es la mejor preparación para comprender las cosas que hay más allá. Hipatia.

Las cosas pequeñas, si se ponen muy juntas, son más grandes que las grandes. Henri Barbusse.

El mar es tan profundo en la calma como en la tempestad. John Donne.

La Sabiduria suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen. William Faulkner.

Todo depende de la opinión. Séneca.

La obligación primaria de la inteligencia es desconfiar de ella. Stanislaw Jerzy Lec.

Prefiero ser aprendiz de todo que maestro de poco. Guillermo Pérez Villalta.

Los proverbios son los gérmenes de la moral. Plutarco.

Todas las generalizaciones son malas. R.H. Grenier.

No liberes a un camello del peso de su joroba; podrías estar liberándolo de ser un camello. Gilbert Chesterton.

El que no conoce la historia toda la vida será un niño. Marco Tulio Cicerón.

Mientras menos palabras mejor oración. Martín Lutero.

 

 

 

 

 

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