Martes, 24 de Noviembre de 2020

PLATÓN I.

¡Eres mi estrella, y mi astrónomo también, y deseo que yo fuera el cielo, con mil millones de ojos para mirarte!

¿Cómo podían ellos ver algo más que sombras si nunca se les permitió mover la cabeza?

¿Cómo se puede probar si en este momento no estamos durmiendo, y todos nuestros pensamientos son un sueño; o si estamos despiertos y hablando entre nosotros en estado de vigilia?

¿Existe la palabra perfecta?

¿Quién es, pues, el creador y padre de este Universo? Difícil es encontrarlo, y cuando se ha encontrado, imposible hacer que la multitud lo conozca.

A ustedes los hemos formado en interés del Estado tanto como en el nuestro, para que sean en nuestra República nuestros jefes y nuestros reyes.

Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia.

Aprendiendo a morir se aprende a vivir mejor.

Aquel que ama, no emprende caminos en la oscuridad.

Aquellos que cuentan la historia, gobiernan la sociedad.

Aquellos que pretenden hacerse grandiosos no deben amarse ni a sí mismos ni a sus propias cosas. Deben amar lo que es justo, ya sea que lo hagan ellos mismos, o los demás.

Aquellos que son capaces de ver más allá de las sombras y las mentiras de su cultura, nunca serán comprendidos, y mucho menos creídos por las masas.

Así como los ojos están formados para la astronomía, los oídos lo están para percibir los movimientos de la armonía.

Audacia es saber a qué no temer.

Cada corazón canta una canción, incompleta, hasta que otro corazón le susurra. Los que desean cantar encuentran siempre una canción. Al toque de un amante, todo el mundo se convierte en poeta.

Cada lágrima derramada revela a los mortales una verdad.

Cualquier hombre puede fácilmente hacer daño, pero no todos los hombres pueden hacer bien a otros.

Cuando es la multitud la que ejerce su autoridad, es más cruel que los tiranos.

Cuando hay que pagar un impuesto sobre la renta, el hombre honesto pagará más y el injusto menos en la misma cantidad de ingresos.

Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue, pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.

Cuando los hombres hablan mal de ti, vive de tal manera que nadie pueda creerles.

Cuando un hombre no se sacrifica por sus ideas, o no valen nada estas o no vale nada el hombre.

De noche, especialmente, es hermoso creer en la luz.

De todos los animales, el niño es el más difícil de manejar.

De virtud hay una especie, de maldad, muchas.

Debemos buscar para nuestros males otra causa que no sea Dios.

Debemos construir una sociedad en la que cada uno haga aquello en lo que es mejor.

Demasiado libertinaje parece transformarse en nada más que mucha esclavitud.

Difícilmente he conocido a un matemático que sea capaz de razonar.

Dios nos ha dado dos alas para volar hasta él: el amor y la razón.

Donde reina el amor sobran las leyes.

Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud: demasiada severidad y demasiada dulzura.

Dos veces y otras tres más como sugieren, es adecuado revisar y repetir lo que está bien.

El alma no lleva nada con ella al otro mundo, más que su educación y su cultura. Al comienzo del viaje al otro mundo, la educación y la cultura pueden prestar la mayor ayuda, o por el contrario, pueden actuar como la mayor carga para la persona que acaba de morir.

El alma toma vuelo a un mundo que es invisible, pero cuando llega a él está segura de la felicidad y para siempre mora en el paraíso.

El amor es la fuente de toda nuestra felicidad y armonía.

El amor es sentir que el ser sagrado late dentro del ser querido.

El amor es simplemente el nombre para el deseo y la búsqueda de la totalidad.

El amor es un serio deseo de la mente.

El amor especialmente se preocupa por el bien y se perfecciona con la compañía de la reserva y la justicia, ya sea entre dioses u hombres.

El amor nace en cada ser humano, llama de nuevo a las mitades de nuestra naturaleza original [dividida] a unirse, trata de hacer uno de cada dos y sanar la herida de la naturaleza humana.

El carácter es simplemente un hábito largo y continuado.

El comienzo es la parte más importante del recorrido.

El comportamiento humano se deriva de tres fuentes principales: el deseo, la emoción y el conocimiento.

El conocimiento es el alimento del alma.

El conocimiento es la opinión cierta.

El conocimiento se vuelve malo si el objetivo no es virtuoso.

El consuelo es frío e insípido si no va envuelto en una solución.

El cuerpo humano es el carruaje, el yo, el hombre que lo conduce, el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos.

El Dios del amor vive de una necesidad [carencia], como el hambre y la sed, es casi imposible de erradicar.

El ejercicio corporal, cuando es obligatorio, no hace ningún daño al cuerpo; pero el conocimiento que se adquiere por obligación, no encuentra ningún sustento en la mente.

El hombre embrutecido por la superstición es el más despreciable.

El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber.

El hombre es un prisionero que no tiene derecho a abrir la puerta de su prisión y huir… Un hombre debe esperar y no tomar su propia vida, hasta que Dios lo convoque.

El hombre inteligente habla con autoridad cuando dirige su propia vida.

El hombre jamás legisla, pero los destinos y accidentes que suceden en todo tipo de formas, legislan en todo tipo de maneras.

El hombre no puede practicar varias artes de forma exitosa.

El hombre que encuentra que en el transcurso de su vida ha hecho mucho mal despierta a menudo por la noche en el terror, como un niño con una pesadilla, y su vida está llena de aprensión; pero el hombre que es consciente que no ha hecho ninguna fechoría, está lleno de alegría y vive la comodidad de la vejez.

El hombre que hace que todo lo que le lleve a la felicidad dependa de él mismo, y no de los demás, ha adoptado el mejor plan para vivir feliz. Este es el hombre de la moderación, el hombre de carácter viril y de la sabiduría.

El ingenio es una copia menor de la sabiduría.

El legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de ciudadanos con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos.

El más importante y principal negocio público es la buena educación de la juventud.

El mayor incentivo para el mal es el placer.

El mejor logro de la injusticia es parecer justos sin serlo.

El objetivo de la educación es enseñarnos a amar lo bello.

El objetivo de la educación es la virtud y la meta de convertirse en un buen ciudadano.

El objeto es una copia imperfecta de lo que realmente hay.

El precio que los buenos hombres pagan por la indiferencia hacia los asuntos públicos, es el de ser gobernados por los hombres malos.

El que aprende y aprende y no practica lo que sabe, es como el que ara y ara y no siembra.

El sabio es consciente de que la clave está en las preguntas.

El sabio querrá estar siempre con quien sea mejor que él.

El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento.

El vulgo se apega a la vida, porque lo único de lo que se cuida es del cuerpo y de los placeres de los sentidos, olvidándose de que tiene alma, y así la muerte le aterra, porque al destruirse el cuerpo, se ve privado de lo que más quiere.

En la geometría hay más verdad que en cualquier promesa.

En la práctica, las personas que estudian filosofía durante demasiado tiempo, se convierten en bichos muy raros, por no decir totalmente viciosos; mientras que incluso aquellos que son los mejores, terminan reducidos a completar su inutilidad como miembros de la sociedad.

En muchas oportunidades, la pregunta adecuada suele ser más importante que la respuesta correcta.

En política suponemos que todo el que sabe cómo conseguir votos sabe cómo administrar una ciudad o un estado. Cuando estamos enfermos no preguntamos por el médico más guapo, o el más elocuente.

En todas las cosas, naturales y humanas, el origen es lo más excelso.

En torno de la esencia [de las cosas] está la morada de la ciencia.

Envejecer tiene una gran sensación de calma y libertad cuando las pasiones se relajan, entonces como dice Sócrates: nos encontramos libres de la comprensión y no sólo de un loco maestro, sino de muchos.

Es bueno plantearse las cosas con la mente limpia.

Es difícil distinguir los contornos de la sombra de la mentira.

Es mejor un buen adversario que un mal amigo.

Es necesaria una fuerte consciencia moral para conocer la verdad.

Es necesario diferenciar las cosas: lo que siempre existe sin haber nacido, y lo que siempre está comenzando sin jamás llegar a ser.

Es necesario expulsar los demonios de la mentira.

Estamos doblemente armados si luchamos con fe.

Estoy tratando de pensar, no me confundas con hechos.

Existe la ignorancia simple, que es la fuente de las ofensas más ligeras y también hay doble ignorancia, que viene acompañada de una presunción de sabiduría. Quien está bajo la influencia del último, se imagina que sabe de todo cuando en realidad no sabe nada.

Existen tres clases de hombres: amantes de la sabiduría, amantes del honor, y amantes de la ganancia.

Fue un hombre sabio aquel que inventó a Dios.

Hay dos cosas con las que una persona nunca debe estar enojada: lo que le puede ayudar, y lo que no.

Hay en cada uno de nosotros, incluso aquellos que parecen ser los más moderados, un tipo de deseo que es terrible, salvaje y sin ley.

Hay poca verdad en las palabras de alguien que solo conoce cuanto ha tocado.

Hay que compartir el conocimiento.

Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad.

Hay verdad en el vino y en los niños.

Incluso los dioses adoran las bromas.

La acumulación excesiva de algo causa una reacción en la dirección opuesta.

La belleza de estilo, la armonía, la gracia y el buen ritmo, dependen de la simplicidad.

La belleza es el esplendor de la verdad.

La belleza reside en los ojos del espectador.

La buena fe es el fundamento de toda sociedad, la perfidia [deslealtad o maldad extrema] es la peste.

La burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan.

La civilización es el triunfo de la persuasión sobre la fuerza.

La consecuencia de todo es que el alma existe antes de nuestra aparición en este mundo y lo mismo las esencias.

La definición del bien se reduce mediante interrogaciones sucesivas y la virtud se consolida al ser idéntico al conocimiento que se genera.

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