Lunes, 3 de Junio de 2019

CONSEJO:

Aconseja al ignorante y te tomará por su enemigo. Anónimo.

Película Un marido ideal 1948:

-Me encanta escuchar detrás de las puertas, siempre se escuchan cosas interesantes (Cheveley).

-¿No es eso tentar demasiado la suerte? (Lord Arthur).

-Oh claro. ¿Acaso hoy en día la suerte puede resistirse a la tentación?

-Me alegro de que haya venido. Voy a darle un buen consejo.

-No por favor, a una mujer no debe dársele nunca algo que no pueda ponerse por la noche.

Película Un hombre acusa:

-Tus artículos son brillantes.

-Hay un truco para ello: yo expongo los problemas pero nunca sugiero una solución.

Necesito su confianza capitán. No sabe lo duro que esto resultará para mí si la pierde. Película Seis días y siete noches.

Consejo es lo que preguntamos cuando conociendo la respuesta quisiéramos ignorarla. Anónimo.

Quiero Escucharte sin juzgarte, Acercarme a ti sin esclavizarte, Orientarte sin exigirte, Criticarte sin herirte, Ayudarte sin menospreciarte, Dejarte sin sentirme culpable. Anónimo.

Elegir qué tipo de consejero es ya comprometerse. Puede ser un sacerdote, un filósofo, un psicólogo… J. P. Sartre.

La necesidad es la mejor consejera. J. W. von Goethe.

El consejo rara vez es bien recibido, porque el que más lo necesita es el que menos lo desea. Anónimo.

Fracasan los planes donde no se pide consejo. Triunfan las decisiones cuando se pide el consejo a los prudentes. Salomón.

Buscad el consejo de los ancianos, pues sus ojos han visto el rostro de los años y sus oídos escuchado las voces de la vida. No obstante sus consejos os desagraden, escuchadlos. Jalil Gibrán.

 

Preguntando qué era lo difícil respondió
conocerse a sí mismo.
Qué era fácil: dar consejos a los demás
Qué era lo más placentero: el éxito
Qué era lo divino: lo que no tiene principio ni fin. A la pregunta
sobre qué era lo más extraño que había visto,
respondió: un tirano de avanzada edad…
Tales de Mileto.

Toma para ti los consejos que das a otro. Tales Mileto.

El miedo es el más ignorante, el más injurioso y el más cruel de los consejeros. Edmund Burke.

… Tal vez fue uno de esos casos en que se sabe si un consejo fue bueno o malo sólo cuando el evento ocurre. Jane Austen.

El zapato que va bien a una persona es estrecho para otra: no hay receta de la vida que vaya bien para todos. C. G. Jung.

El león sería astuto si tomara consejo de la zorra. William Blake.

Nunca perdió más tiempo el águila que cuando escuchó las lecciones del cuervo. William Blake.

Nunca pregunta el manzano al haya cómo crecer, ni el león al caballo cómo coger su presa. William Blake.

Siempre es bueno dar consejos, pero darlos buenos es fatal. Oscar Wilde.

Los buenos consejos que me dan sólo me sirven para traspasarlos a otros. Oscar Wilde.

Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál debe ser su destino. Proverbio árabe.

Pídeles consejos a los viejos y a los jóvenes, pero sigue tu propio sentido común. Proverbio árabe.

El consejo del escarmiento las más de las veces llega tarde. Francisco de Quevedo y Villegas.

Un estómago vacío, es un mal consejero. Albert Einstein.

Si bien AMOR toma a la razón por médico, no le admite nunca consejero. W. Shakespeare.

La necesidad es la mejor consejera. J. W. von Goethe.

Evitemos suplantar con nuestro mundo el de los demás. José Ortega y Gasset.

Como viento en una jaula, como agua en una criba, es el buen consejo en la oreja de la locura y del amor. Friedrich Rückert.

Dar consejo al hombre avisado es superfluo; darlos al ignorante es poca cosa. Séneca.

El aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos. Fray Antonio De Guevara.

El consejo de un amigo es como vino generoso en copa de oro. Solón.

El consejo que la presteza en la ejecución hace seguro, lo hace frecuentemente temerario la tardanza. Tito Livio.

Más vale un consejo que diez avisos, pero más vale una ayuda que diez consejos. Louis Bottach.

Nada se da tan generosamente como los consejos. François De La Rochefoucauld.

No hay consejo más leal que aquel que se da desde una nave en peligro. Leonardo Da Vinci.

No hay cosa más fría que un consejo cuya aplicación sea imposible. Confucio.

No interrumpas a una mujer que baila para darle un consejo. No hables de cosas abstractas a las gentes superficiales. Pitágoras.

Pedimos consejos, pero buscamos aprobación. Charles C. Colton.

Podemos dar consejos, pero no podemos dar conducta. Benjamin Franklin.

Se dan buenos consejos cuando la edad impide dar malos ejemplos. Luis Señor.

Se dan consejos, pero no el juicio para sacar provecho de ellos. François De La Rochefoucauld.

Sean muchos los que estén contigo en paz; mas para consejero, uno entre mil. Eclesiástico.

Toma consejo del hombre sabio y de buena conciencia; y apetece más ser enseñado de otro mejor que seguir tu parecer. Tomas De Kempis.

Yo siempre traspaso los buenos consejos que me dan. Es para lo único que sirven. Oscar Wilde. 

Película Edison el hombre:

-Es la primera vez que alguien me pide consejo.

-Pues tienes que tener muchos guardados.

MIKE TYSON. Ixone Díaz Landaluce:

  • ¿Qué consejo les da a los boxeadores jóvenes?

  • T. A los chavales yo solo puedo decirles lo que no tienen que hacer [risas]. Si les dijera lo que deben hacer, sería su ruina.

Película El séptimo sello:

  • -Qué suerte la tuya, tienes una elocuencia como nadie. Te hace creer en tus propias palabras.

  • -¿Creer? ¿Quién dice que yo creo algo? Me gusta dar buenos consejos. Si me pides uno te doy dos. Piensa que soy un hombre instruido.

EQUILIBRIO INTERIOR (Reflexiones: por Bernabé Tierno):

Es imprescindible la reflexión serena de la mente, la mirada limpia y profunda que escudriña nuestros afectos, sentimientos y actitudes, a fin de llevar la paz y el equilibrio a nuestro espíritu, proyectando nuestra existencia desde la autenticidad del más puro y noble entendimiento con nosotros mismos. La forma de ver tanto la propia realidad como la realidad de los demás dependerá de la guía interior, que sirva de referencia a nuestras conductas.

Al alcance de la mano, de nuestra mirada, de la fina sensibilidad e impresionabilidad de todos los sentidos libres, y dispuestas para ser contempladas y disfrutadas en todo su esplendor y belleza, se encuentran bien próximas a nosotros las riquezas y maravillas más rutilantes y de indescriptible valor y hermosura: el día y la noche, la aurora y el crepúsculo, el mar y el desierto, la selva llena de vida y de misterio, los valles y campiñas, las montañas que esconden sus crestas entre las nubes…El mundo entero con todas sus riquezas pertenece a los ojos dispuestos a descubrir, admirar y sentir su belleza, y a las mentes capaces de pensarlas.

Es fundamental aprender el arte de mantenernos siempre con el ánimo equilibrado y la mente serena, con el fin de favorecer y hasta crear el estado de calma psicofísica que haga posible la armonía interior que emana de la conjunción y hermanamiento entre la verdad, la bondad, la espiritualidad y la belleza.

La unidad material y el equilibrio físico que rigen el Universo nos reafirman y confirman en la unidad espiritual y en el necesario equilibrio de la mente y del espíritu de los seres humanos entre sí y, sobre todo, del equilibrio de la unidad interior de cada cual consigo mismo.

Cuando el ser humano toca esa otra orilla del amor y es capaz de sintonizar los latidos de su corazón con los de los demás seres de la creación, percibiéndose como parte activa e integrante del gran corazón del Universo, es cuando esta fuerza se convierte en la más poderosa. Seguramente porque ya ha convertido su vida en amor y ha empezado a comprender que ser para los demás es, sin duda, la forma más sabia, inteligente y práctica de ser para sí mismo.

Conviértete en un sembrador incansable de bondad y de amor y tendrás el secreto de la verdadera felicidad.

La sencillez es compañera de viaje de la humildad, de la autenticidad, de la cercanía y de la verdadera valía.

Somos a la vez permanente cambio y permanencia, y aunque todos vivimos bajo el mismo cielo, cada ser humano tiene su propio horizonte.

Sin solidaridad, la humanidad no tiene futuro, se sabotea a sí misma, se aniquila.

Si no utilizamos la magia de nuestras sonrisas, no tenemos ni idea del bien del que estamos privando y del que privamos a nuestros semejantes. La sonrisa allana los caminos, acerca posturas y activa la empatía…

El universo mismo es el mayor y más evidente ejemplo de grandeza que sigue formándose y evolucionando en ese silencio de las inmensidades y de los siglos callados.

La cortesía y las formas suaves en el trato con los demás solo pueden darse en las personas con una gran firmeza, grandeza, riqueza interior y bondad.

Debemos ser conscientes de la trascendental importancia de estar al mando de nuestras vidas, y de sopesar, calibrar y controlar lo que pensamos, sentimos y hacemos.

En la autoestima, que es el motor de la persona, tienen un peso específico determinante la autoconfianza y la fe en uno mismo y en las propias posibilidades.

La grandeza de espíritu se demuestra, por encima de todo, en la facilidad para amar y perdonar en el día a día.

 

 

 

 

 

 

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