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Nada se gana con saber lo que sucederá, porque constituye una gran miseria angustiarse sin poder hacer nada para evitar lo que debe acontecer. Cicerón.
Es verdaderamente poderoso y feliz el que puede decir cada día ‘he vivido’, aunque el día de mañana las nubes oscurezcan el cielo o sea un día sereno. Horacio.
El temor, el deseo y la esperanza nos empujan a pensar en el porvenir, robándonos el sentimiento y la consideración de lo que es, para ilusionarnos con lo que será, tal vez cuando ya no existamos. Michel de Montaigne.
Desventurado aquel que se inquieta siempre por el porvenir. Séneca.
Sabemos lo que somos, pero no sabemos lo que podemos ser. W. Shakespeare.
¡Qué manía la de un ser tan pasajero como el hombre, empeñándose en mirar siempre a lo lejos, hacia un porvenir que viene tan raramente, y descuidar el momento actual, del que por lo menos estamos seguros; manía tanto más funesta en cuanto aumenta sin cesar con la edad! J. J. Rousseau.
En la vida sucede como con los caminos: el más corto es generalmente el más sucio, y el más hermoso es el más largo. Francis Bacon.
Un hombre juicioso puede sentir prisa, pero nunca precipitación puesto que sabe que todo cuanto haga apresuradamente le resultará necesariamente mal. Lord Chesterfield.
Con frecuencia, una empresa que sería segura haciéndola de prisa, resulta temeraria con la demora. Tito Livio.
Siempre hubo en el mundo más cosas de las que los hombres pudieran ver, para que caminasen lentamente; no lo verán mejor si marchan veloces. John Ruskin.
El progreso del espíritu humano es muy lento. Edmund Burke.
Únicamente son inmutables los grandes sabios y los grandes ignorantes. Confucio.
Es poco lo que mejora en el mundo, debido a que los hombres se apoyan siempre en los demás, y no en sí mismos. T. G. Hippel.
El verdadero instrumento del progreso de los pueblos se halla en el hecho moral. G. Mazzini.
Cada uno de nosotros encierra en sí todos los siglos. Lord Morley.
Osar: solamente así se obtiene el progreso. V. Hugo.
El progreso es la realización de la utopía. Oscar Wilde.
Si hubiera que tolerar a los demás lo que nos permitimos hacer nosotros mismos, la vida sería insoportable. G. Courteline.
La propiedad es una trampa; lo que creemos poseer, en realidad nos posee. A. Karr.
Un proverbio es mucha materia concentrada en pocas palabras. T. Fuller.
El ingenio de un hombre, la sabiduría de muchos. Lord J. Russel.
Lo que tú piensas pertenece a todos; tuyo es tan sólo aquello que sientes. F. Schiller.
La carencia de una cosa produce bastante incomodidad, pero la posesión de la misma es intolerable. Sir John Vanburgh.
Prudencia es saber distinguir las cosas deseables, de las que conviene evitar. Cicerón.
La temeridad es peligrsoa en un jefe; a mi entender el verdadero valor es la prudencia. Eurípides.
En todo momento los prudentes han prevalecido sobre los audaces. T. Gautier.
Poseía una virtud perfecta, y ésta era la prudencia; con frecuencia es la única que se conserva a los setenta y dos años. O. Goldsmith.
La prudencia es el miedo caminando de puntillas. M. Zamacois.
Pequeños principios y apenas apreciables, son muchas veces motivo de grandes calamidades o de la felicidad; constituye una grandísima medida de prudencia advertir y pesar bien cada cosa, por pequeña que sea. F. Guicciardini.
El rubor es el color de la virtud. M. Henry.
La depravación y la saciedad arrastran a los instintos sensuales, a la crueldad y al escándalo. Mássimo d´Azeglio.
La inmodestia en las palabras no tiene defensa posible, porque la falta de decoro es una falta de sentido común. Conde de Roscommon.
El pueblo es siempre inconstante: no te fíes de él. El pueblo, el fuego y el agua no pueden ser domados nunca. Focílides.
Los amos del pueblo serán siempre quienes puedan prometerle un paraíso. Remy de Gourmont.
Cuando se dice pueblo, en realidad nos referimos a un animal loco, lleno de errores y mil confusiones, sin gusto, sin alegría y sin estabilidad. F. Guicciardini.
¡Dios mío! Pensar que el pan es tan caro, y que la carne y la sangre son tan baratas. T. Hood.
El pueblo es muy capaz de odiar y apenas si conoce el amor. Marqués de Lassay.
¿En qué consiste la soberanía de un pueblo? En una abdicación permanente. Louis Latzarus.
El pueblo es un soberano desmemoriado. El perdón le resulta tan natural como la ingratitud. Louis Latzarus.
La multitud tiene esta naturaleza: sirve humildemenete y domina con soberbia; no sabe ni despreciar ni poseer la justa libertad. Tito Livio.
El pueblo es un animal inconstante, ingrato, cruel, celoso e incapaz de dejarse conducir por la razón. C. Rollin.
El pueblo es tumultuoso por costumbre, descontento por miseria y omnipotente por el número. G. Mazzini
Los pueblos pierden las virtudes y conservan los vicios de sus antepasados. F: Pananti.
Hazte perdonar el poder con la dulzura; merece ser amado; ten miedo a ser temido. Chilón.
No existe en el mundo una sentencia menos observada que ésta: ‘salus populi suprema lex est’ [la salvación del pueblo es la ley suprema]. Selden Edwards.