Jueves, 24 de Noviembre de 2022

VERDAD:

 

La verdad no es una afirmación definitiva sobre algo, sino un paso en el camino del desengaño. Erich Fromm.

El hombre en general es rápido para creer lo que desearía que fuera cierto. W. Shakespeare.

Religioso es el hombre que busca la verdad para compartirla. Miguel de Unamuno.

El hombre ambiciona cada día más y pierde el camino por querer volar. Vuele bajo porque abajo está la verdad. Esto es algo que los hombres no aprenden jamás. Facundo Cabral.

Para la mente humana, lo cierto es y será siempre penúltimo, y lo último es y será siempre incierto. Pedro Laín Entralgo.

Luciano de Samósata se definió a sí mismo en El pescador en estos términos: Odio a los impostores, pícaros, embusteros y soberbios y a toda la raza de los malvados, que son innumerables, como sabes… Pero conozco también a la perfección el arte contrario a éste, o sea, el que tiene por móvil el amor: amo la belleza, la verdad, la sencillez y cuanto merece ser amado. Sin embargo, hacia muy pocos debo poner en práctica tal arte, mientras que debo ejercer para con muchos el opuesto. Corro así el riesgo de ir olvidando uno por falta de ejercicio y de ir conociendo demasiado bien el otro.

Sólo un investigador, sujeto en proceso, puede perseguir la ‘verdad’ que siempre se le escapa. Susana de Toca.

Maya, el principio cósmico que encubre a Brahman, el Absoluto y crea a través de la ilusión el universo. El mundo fenoménico se ve como real a través de maya. Maya tiene dos fuerzas que mueven las mentes: avidya, la ignorancia, que encadena la mente por el error y vidya, el conocimiento que mediante las verdades relativas y la conducta adecuada purifica para que reconozca la Verdad. Consuelo Martín.

Para Vico la fuente del conocimiento es el principio de verum factum: lo verdadero y lo hecho son convertibles. Así, la condición del conocer es la del hacer. Sólo se puede comprender lo que uno ha creado. Daniel Bell.

Lo verdadero en sí: el último y decisivo medio de la libertad feliz y de la alegría. B. Spinoza.

Una máxima es la expresión exacta y noble de una verdad importante e incontestable. Las buenas máximas son los gérmenes de todo bien; fuertemente gravadas en la memoria, nutren la voluntad. Joseph Joubert.

La justicia es la verdad en acción. Joseph Joubert.

Muchos van hacia la verdad por los caminos de la poesía. Yo llego a la poesía, por los caminos de la verdad. Joseph Joubert.

El error se agita, la verdad descansa. Joseph Joubert.

Tenía una desafortunada tendencia a decir la verdad en un país en el que nadie dice lo que piensa. Así que ahora me dedico a traducir fielmente las mentiras de los demás. Película El Último Samurái.

Cuando uno ve la verdad de algo, está absolutamente solo. Mary Lutyens.

La verdad no se proclama ni se decreta; más bien se descubre, se busca. Walter Riso.

Es en extremo difícil darse cuenta de la torpeza, de la codicia, de la mala voluntad, de la ambición, etc. El hecho mismo de darse cuenta de lo que uno es, es la verdad. Es la verdad que libera, no vuestro esfuerzo por ser libres. De suerte que la realidad no está lejos… está aquí ahora en lo inmediato. Lo eterno, lo atemporal, es ahora; y el “ahora” no puede ser comprendido por el hombre que se halla atrapado en la red del tiempo [pensamiento, condicionamiento]. Libertar al pensamiento del tiempo, exige acción…Ello sólo es posible por la verdadera meditación [que es discernimiento], no por una acción continua… J. Krishnamurti.

LA VERDAD. Ser capaces de afrontarlo todo de una manera nueva, afrontarlo de instante en instante sin la reacción condicionadora del pasado, de modo tal que no exista el efecto acumulativo [de la memoria] que actúa como una barrera entre uno mismo y lo que es. J. Krishnamurti.

Para llegar lejos, uno debe empezar muy cerca y el ‘cerca’ es uno mismo, el ‘uno mismo’ que uno debe comprender. Y a medida que uno empiece a comprender, verá que el conocimiento se disuelve y que la mente se vuelve entonces alerta, despierta y vacía por completo, sin centro [Yo]. Y sólo una mente así es capaz de recibir aquello que es verdad.  J. Krishnamurti.

Aquellos que realmente desean comprender, que quieren descubrir lo que es eterno, sin principio y sin fin, caminarán juntos, movidos por una auténtica seriedad y serán un peligro para todo lo que no es esencial, para las irrealidades, para las sombras.  Se concentrarán y se volverán la llama, porque habrán comprendido. J. Krishnamurti.

La religión llega cuando la mente ha comprendido su propio funcionamiento. Cuando la mente está tranquila, muy quieta –la quietud no es la paz de la muerte- esta quietud es muy activa, muy alerta, vigilante. Para descubrir qué es Dios, qué es la Verdad, uno tiene que comprender el dolor y la lucha de la existencia humana.  Para ir más allá de la mente, tiene que haber una cesación del sí mismo, del ‘yo’ sólo entonces surge aquello que todos adoramos y buscamos. J. Krishnamurti.

La verdad opera en el campo de la realidad por medio de la inteligencia. J. Krishnamurti.

No pueden llegar a la verdad por medio de la realidad. Deben comprender las limitaciones de la realidad, la cual es todo el proceso del pensamiento… estamos separando la realidad de la verdad, diciendo que la realidad es todo lo que ha creado el pensamiento y que en esa área, en ese campo –si exceptuamos el mundo de la tecnología- hay un desorden total. J. Krishnamurti.

Nadie posee la llave de la Verdad. Esta llave es nuestro propio yo y en la purificación e incorruptibilidad de ese yo en soledad… J. Krishnamurti.

La esencia de la enseñanza de Krishnamurti está contenida en la declaración que él hizo en 1929 cuando dijo: «La Verdad es una tierra sin senderos». El hombre no puede llegar a ella a través de ninguna organización, de ningún credo, de ningún dogma, sacerdote o ritual, de ningún conocimiento filosófico ni de técnica psicológica alguna. Tiene que encontrar la verdad mediante el espejo de la relación, mediante la comprensión de los contenidos de la propia mente; por medio de la observación y no por el análisis intelectual o la disección introspectiva. El hombre ha construido internamente imágenes como una valla de seguridad: imágenes religiosas, políticas, personales. Estas se manifiestan como símbolos, ideas, creencias cuya carga domina el pensar humano, las relaciones y la vida cotidiana. Estas son las causas de nuestros problemas porque separan al hombre del hombre en todas sus relaciones. Su percepción de la vida está moldeada por los conceptos ya establecidos en su mente. El contenido de su conciencia es esta conciencia. Este contenido es común a toda la humanidad. La individualidad es el nombre, la forma y la cultura superficial que el hombre adquiere de su medio ambiente. La singularidad del individuo no radica en lo superficial sino en la total libertad con respecto al contenido de su conciencia. Mary Lutyens.

¿Tiene la experiencia algún papel en el conocimiento de la verdad? No. Ningún papel en absoluto. La Verdad no es conocimiento. No puede ser reconocida y por lo tanto no puede ser experimentada. Conversaciones con J. Krishnamurti. N. Laksshmi Prasad.

Cada extravío, al menos cada extravío del que valga la pena hablar, contiene en sí mismo una verdad indudable y tiene solo una desfiguración de esta verdad de mayor o menor profundidad. Por esa verdad, ese extravío se sostiene, por ella es atractivo y también por ella es peligroso, y a través de esa verdad solo puede ser bien comprendido, apreciado y definitivamente rechazado. Vladímir Soloviov.

Usted no tiene idea de lo difícil que es expresar lo inexpresable, y lo que se expresa no es la verdad. J. Krishnamurti.

La verdad no es estática, es más rápida que el pensamiento y la mente no puede concebirla. Para comprender la verdad, tiene que existir esta energía inmensa que no puede ser conservada ni cultivada. Esta energía no adviene mediante la negación propia, mediante la represión. Por el contrario, exige completa entrega de uno mismo y uno no puede entregarse a sí mismo, o entregar todo lo que posee, si meramente desea un resultado [obtener algo]. J. Krishnamurti.

Encontrar la verdad requiere una gran energía y la supresión deliberada del deseo produce un conflicto interior que disipa esa energía esencial… El deseo de conservar la energía es avaricia. Esa energía esencial no se puede conservar ni acumular, nace con el cese de las contradicciones internas. La búsqueda de la verdad es verdadera religión y el hombre que busca la verdad es el único hombre religioso. J. Krishnamurti.

La Verdad está en cada uno de nosotros; no está lejos ni cerca; está eternamente ahí [hay que descubrirla]. J. Krishnamurti.

Si uno quiere realmente descubrir acerca de Dios, qué es Dios, si existe tal cosa, algo que es innominable (…) si ese es el interés fundamental en nuestra vida, ese mismo interés produce el orden. Esto significa que para encontrar esa Realidad uno debe vivir de manera distinta, profundamente distinta. Tiene que hacer austeridad sin dureza, tiene que haber un amor inmenso. Y el amor no puede existir si hay miedo, o si la mente está persiguiendo el placer. Para descubrir, pues, esa realidad, uno debe comprenderse a sí mismo. J. Krishnamurti.

La ‘realidad’ se ha vuelto antitética en vez de ser sinónimo de lo desconocido, de Dios, de ‘algo que es innominable (…) cualquier cosa sobre la que el pensamiento piensa sea razonable o irrazonablemente, es una realidad (…) Yo digo que esa realidad nada tiene que ver con la verdad. J. Krishnamurti.

Sólo mediante la comprensión de nosotros mismos podremos alcanzar la verdad o tener una relación verdadera con otro ser humano. El conocimiento y el aprendizaje son un obstáculo para la comprensión de lo nuevo… el pensamiento debe cesar antes de que podamos comprender. J. Krishnamurti.

Si ustedes realmente piensan en ello, verán que toda la existencia que viven se basa en la persecución de la seguridad y el consuelo individual. En esta búsqueda de seguridad nace, naturalmente, el temor. Cuando ustedes buscan consuelo, cuando la mente trata de evadir la lucha, el conflicto, el dolor, tiene que crear diversas vías de escape, y estas vías de escape se convierten en nuestras ilusiones. Esto nos empuja de una secta religiosa a otra, de una filosofía a otra, de un instructor a otro. Llamamos a esto la búsqueda de la verdad, de la felicidad. J. Krishnamurti.

El zen no puede entenderse si no se toma en consideración la idea que el alcanzar la verdad está indisolublemente ligado a un cambio de carácter… deben abandonarse la codicia de posesión y todas las demás codicias, el amor propio y la autoglorificación. D. T. Suzuki y Erich Fromm.

Budismo zen y psicoanálisis. D. T. Suzuki y Erich Fromm:

-¿Haces alguna vez un esfuerzo por disciplinarte en la verdad?

-Sí.

-¿Cómo te ejercitas?

-Cuando tengo hambre como; cuando estoy cansado duermo.

-Es lo que todo el mundo hace; ¿puede decirse que ellos se ejercitan de la misma manera que tú?

-No.

-¿Por qué?

-Porque cuando comen no comen, sino que piensan en otras muchas cosas, distrayéndose; cuando duermen no duermen, sino que sueñan mil cosas. Por eso no se parecen a mí.

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