Jueves, 18 de Octubre de 2018

ALBERT CAMUS:

El otoño es una segunda primavera cuando cada hoja es una flor.

El encanto es una forma de obtener una respuesta afirmativa sin haber hecho una pregunta clara.

Te diré un gran secreto mi amigo, no esperes por el juicio final: pues tiene lugar cada día.

Si hay un pecado contra la vida, consiste quizás no tanto en la desesperación de la vida sino más bien en la esperanza de otra vida y en eludir la implacable grandeza de esta vida.

En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible.

Nadie se da cuenta de que algunas personas gastan una energía tremenda simplemente para ser normales.

No hay un destino que no pueda ser superado por el desprecio.

Demasiada gente ha optado por suprimir la generosidad y en su lugar practicar la caridad.

Es cierto que raramente confiamos en aquellos que son mejores que nosotros.

El absurdo surge de la confrontación entre la búsqueda del ser humano y el silencio irracional del mundo.

Pero al final, uno necesita más coraje para vivir que para quitarse la vida.

No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo.

Todas las grandes obras y todos los grandes pensamientos tienen un comienzo ridículo.

Veo que muchas personas mueren porque juzgan que la vida no es ya digna de ser vivida. Y paradójicamente veo a otros que se hacen matar por ciertas ideas -o ilusiones- que constituyen su razón de vivir (lo que se llama una razón para vivir constituye al mismo tiempo una óptima razón para morir). Por lo tanto pienso que el sentido de la vida es la cuestión más urgente.

El éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo.

Algunas personas hablan mientras duermen. Los conferencistas hablan mientras los asistentes duermen.

La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo si te mueres.

No tenemos tiempo de ser nosotros mismos. Sólo tenemos tiempo de ser felices.

Crear es vivir dos veces.

Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo.

El sufrimiento físico es a veces humillante, pero el sufrimiento del ser no puede ser, es la vida.

Contra la injusticia eterna, el hombre debe hacer valer la justicia, y para protestar contra el universo de la pena debe crear la felicidad.

En el apego de un hombre a su vida hay algo más fuerte que todas las miserias del mundo.

No hay nada más despreciable que el respeto basado en el miedo.

Conocí a un hombre que le dio veinte años de su vida a una mujer, sacrificándole todo por ella, sus amistades, su trabajo, la misma respetabilidad de su vida y que una noche reconoció que nunca la había amado. Se había aburrido, eso es todo. Aburrido como la mayoría de las personas. Por lo tanto, él había hecho de sí mismo una vida llena de complicaciones y drama…

¿Quién podría afirmar que una eternidad de dicha puede compensar un instante de dolor humano?

Todos los especialistas de la pasión nos lo dicen: no hay amor eterno si no es contrariado. No hay pasión sin lucha.

Como las grandes obras, los sentimientos profundos declaran siempre más de lo que dicen conscientemente.

La felicidad es la mayor de las conquistas, la que hacemos contra el destino que se nos impone.

Nunca serás feliz si continúas buscando en qué consiste la felicidad. Nunca vivirás si estás buscando el sentido de la vida.

La única manera de lidiar con este mundo sin libertad es volverte tan absolutamente libre que tu mera existencia sea un acto de rebelión.

El mal que hay en el mundo casi siempre viene de la ignorancia, y las buenas intenciones pueden hacer tanto daño como la malevolencia si carecen de entendimiento.

Un hombre sin ética es una bestia salvaje desatada sobre este mundo.

Cada acto de rebelión expresa una nostalgia por la inocencia y una apelación a la esencia del ser.

Bienaventurados los corazones que se pueden doblar; pues nunca se romperán.

La capacidad de atención del hombre es limitada y debe ser constantemente espoleada por la provocación.

Fue en España donde mi generación aprendió que uno puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir el alma, y que a veces el coraje no obtiene recompensa.

El trabajo de un hombre no es sino esta lenta caminata para redescubrir por los rodeos del arte dos o tres imágenes simples y magníficas en cuya presencia se abrió por primera vez el corazón.

La amistad puede convertirse en amor. El amor en amistad… nunca.

CONFUCIO:

Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.

Arréglese al estado como se conduce a la familia, con autoridad, competencia y buen ejemplo.

Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.

Cometer un error y no corregirlo es otro error.

Cuando veas a un hombre bueno piensa en emularlo, cuando veas a un hombre malo, examina tu corazón.

Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.

Donde hay educación no hay distinción de clases.

El hombre de conocimiento disfruta sobre el mar y el hombre de la virtud sobre las montañas, porque el hombre sabio es inquieto y el virtuoso pacifico.

El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.

El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa.

El noble, en el trato hacia arriba, no es adulador, en el trato hacia abajo no es arrogante.

El que domina su cólera domina a su peor enemigo.

El sabio no tiene preferencias ni prejuicios; está del lado de lo que es correcto.

El silencio es un amigo que jamás traiciona.

El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.

Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.

Estas tres señales distinguen al hombre superior: la virtud, que lo libra de la ansiedad; la sabiduría, que lo libra de la duda; y el valor, que lo libra del miedo.

Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.

Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.

La fuerza de una nación se deriva de la integridad del hogar.

La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.

La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.

La sabiduría se preocupa en ser lenta en sus discursos y diligente en sus acciones.

La venganza eterniza los odios.

Lo que no quieras que los otros te hagan a ti, no lo hagas a los otros.

Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.

Los cautos rara vez se equivocan.

Los defectos de un hombre se adecuan siempre a su tipo de mente. Observa sus defectos y conocerás sus virtudes.

Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales que por la cultura que ellos mismos se proporcionan. Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.

Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.

Me lo contaron y lo olvidé, Lo vi y lo entendí, Lo hice y lo aprendí.

Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo.

Ni quiero ni rechazo nada de modo absoluto, sino que consulto siempre las circunstancias.

No contestes a una palabra airada replicando con otra de igual tenor. Es la segunda, la tuya, la que seguramente los llevara a la riña.

No estéis pesarosos de que nadie os conozca; trabajad para haceros dignos de ser conocidos.

No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.

No son las malas hierbas las que ahogan las semillas buenas, sino la negligencia del campesino.

No soy sabio por naturaleza. He llegado a serlo mediante el estudio del pasado.

No todos los hombres pueden ser grandes, pero pueden ser buenos.

Nunca hagas apuestas. Si sabes que vas a ganar eres un pícaro; y si no lo sabes eres un tonto.

Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón.

Que se nos haga un agravio no significa nada, a menos que insistamos en recordarlo.

Quien pretenda una sabiduría y felicidad constantes, deberá acomodarse a frecuentes cambios.

Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.

Si no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte.

Si sirves a la naturaleza ella te servirá a ti.

Si te enfadas, piensa en las consecuencias.

Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.

Sólo el virtuoso es competente para amar u odiar a los hombres.

Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles.

Tu única obligación en cualquier periodo vital consiste en ser fiel a ti mismo.

Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos.

Un erudito que no sea serio no inspirará respeto, y su sabiduría, por lo tanto, carecerá de estabilidad.

Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso.

Un hombre que tiene un alma hermosa tiene siempre hermosas cosas que decir; pero un hombre que dice cosas hermosas no tiene necesariamente el alma hermosa.

Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona.

Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.

Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?

Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas.

Yo sé porqué  no se sigue el justo medio: el hombre inteligente va mÁs allá; el mÁs imbécil se queda más acá.

PRISA:

Nadie admira la celeridad, como no sea el negligente. W. Shakespeare.

De nada sirve el correr, lo que conviene es partir a tiempo. La Fontaine.

Hay que hacer deprisa lo que no urge para hacer despacio lo urgente. Henry Ford.

La velocidad es la forma de éxtasis que la revolución técnica ha brindado al hombre. Milan Kundera.

Apúrate lentamente. Proverbios chino.

Corremos a los brazos de un monstruo del que deberíamos escapar. Adolf Hitler.

Lo que se hace con precipitación nunca se hará bien; obrar siempre con tranquilidad y calma. San Francisco de Sales.

Cuando el camino es infinito, la velocidad no importa. Anónimo.

La gente que intenta estar en dos sitios a la vez acaba no estando en ninguno. Película Chica Ziegfield.

Si tanto corres no encontrarás a nadie, y lo que es peor, no te encontrarás a ti mismo. Michel Quoist.

Proverbios españoles:

  • Lo que viene deprisa, pronto se va.

  • Lo que deprisa se hace, despacio se llora.

  • La prisa produce desperdicios.

  • La prisa será tardar.

  • La prisa se tropieza en sus propios pies.

  • La buena vida no quiere prisas.

  • Las cosas de palacio van despacio.

Para alcanzar una fecunda vida, es menester vivirla despacio. Cicerón.

Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carrera equivocada. Proverbio alemán.

Despacito y buena letra: el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Antonio Machado.

Trabajo deprisa para vivir despacio. Montserrat Caballé.

Dios creó el tiempo, pero el hombre creó la prisa. Proverbio irlandés.

No os apresuréis a hablar porque eso es prueba de insensatez. Anónimo.

Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo. Gilbert Keith Chesterton.

Anda con calma, que estamos apurados. Proverbio de la Antigua Roma.

La rapidez, que es una virtud, engendra su vicio, que es la prisa. Gregorio Marañón.

Jamás me sujeto a las horas; las horas son hechas para los hombres, y no el hombre para las horas. François Rabelais.

Tan a destiempo llega el que va demasiado deprisa como el que se retrasa demasiado. William Shakespeare.

Es pasión de necios, la prisa. Baltasar Gracián.

Al que va de prisa se le hace grande un pequeño estorbo. Séneca.

No puede haber orden cuando hay mucha prisa.  Séneca.

No corras, no te preocupes. Estás aquí sólo de visita. Merece la pena que te detengas a oler las flores. Walter C. Hagen.

Los que tienen prisa, no se dan cuenta de los detalles. Película Frenchie.

La prisa excesiva es la madre de las cosas incompletas. Victor Madueño.

Ningún hombre con prisa puede considerarse civilizado. Will Durant.

Si tu hermana tiene una prisa terrible por salir y se va tan corriendo que no te da tiempo a verla, es porque lleva puesto tu mejor jersey’. Pam Brown.

El ritmo de los acontecimientos es hoy tan acelerado, que, a menos que aprendamos a prever el mañana, no podremos mantenernos en contacto con la actualidad.  Dean Rusk.

Suave corre el agua donde la corriente es profunda.  William Shakespeare.

El hombre vulgar cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.  Lao-Tsé.

La prisa, el demonio de nuestra era, se hunde hasta en la última molécula de nuestra piel.  Definitivamente no tenemos tiempo para pensar, para divertirnos, para conversar.  El trabajo, a veces fingido y otras real, llena las horas del día y del sueño.  No conseguimos relajarnos ni en la noche, y dicen los sabios que sin paz no hay felicidad.  Lentamente nos estamos condenando a esa ausencia de placer que sólo es posible con la serenidad.  Carmen Torres Ripa.

Sin prisa, pero sin pausa. Goethe.

No tengo tiempo para tener prisa. John Wesley.

La postergación y la prisa, son ambos causa de ilusión. J. Krishnamurti

Como el mundo no va a ninguna parte no hay prisa.  La naturaleza se toma las cosas con calma y así cambios y calma son la misma palabra. Alan Watts.

La persona que anda de prisa pierde la capacidad de sentir. Alan Watts.

La prisa y todo lo que ella implica, es fatal, pues no hay meta que alcanzar.  Desde el momento en que se concibe una meta se hace imposible practicar la disciplina del arte, dominar el rigor mismo de su técnica. Alan Watts.

BESO:

  • ¿Beso? Un truco encantador para dejar de hablar cuando las palabras se tornan superfluas. Ingrid Berman.

  • El beso es el contacto de dos epidermis y la fusión de dos fantasías. Alfred Musset.

  • El beso es un mordisco que aprendió educación. Doris Band.

  • Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado. Guy de Maupassant.

  • Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso. Lord Byron.

  • El más difícil no es el primer beso, sino el último. Paul Géraldy.

 

 

 

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