Yo soy tú mismo. Cayetano Arroyo.
El ignorante tiende a huir
De todo aquello que no le satisface.
El sabio aprovecha todo lo que no le apetece
Para hacerse fuerte haciéndolo.
Porque comprende que todo aquello que ya sabe no le cuesta trabajo realizarlo
Mas aquello que no sabe se presentará ante él como una carga que ha de trascender
Si desea Crecer.
Sólo el sabio sabe que saber esperar
Es no dejar ir ningún momento
Sin desvelar lo que ese momento le guarda.
Muy pocos son los capaces de recolecta
El fruto de la constancia.
Todo el mundo de fuera
Se lo ha creado el hombre para justificar
El no mirarse a sí mismo.
No dejes, ¡oh hermano!
Que tu verdad te impida ver la Verdad.
Son muchos los caminos que te pueden llevar
A la Cima de la Montaña.
No impongas el tuyo.
Transcender una vida es subir un peldaño
En la ‘Conciencia de Si’.
No transcenderla es pararse en el camino.
El cielo y el infierno de tus acciones
Los crea tu conciencia aquí.
Ella misma al crearlos
Se paga el premio o la deuda.
Cuando por lo de dentro
Empieces a valorar las cosas de fuera
Empezarás a sentir.
Cuanto error el de muchos hombres
Que cifran su vida
En tratar de cambiar a sus semejantes,
Sin empezar por cambiarse a ‘Sí mismos’.
Son un pozo vacío
Que invita a todos a beber de él.
Cuando un pozo se llena de agua
No necesita pregonarlo,
Los que la necesitan vienen a beber.
Nunca solucionarás los problemas
Sentado en una piedra del camino.
Sólo andando verás su fin.
Dos ramas del mismo árbol:
Una ve la salida del sol y la otra su ocaso.
Practica la No-Identificación con Eso, siendo Eso.
Practica la No-Consideración interior ni exterior.
Practica la No-Expresión de emociones desagradables.
Cada nueva rama de un árbol
Es una esperanza en la investigación de su entorno.
Que cada acto sea una rama de tu árbol.
El hombre sabio habla con su vida.
Dialoga sólo con sus pasos y por esto es fuerte y seguro.
Nunca dice a nadie lo que ha de hacer,
Simplemente da posibilidades
Para que cada uno haga lo que ha de hacer.
Sin dar nada, lo está dando todo.
Sin recibir nada, está abierto a todas las partes.
Cuando un ser humano se mira en un espejo,
Cree que se está viendo a ‘Sí Mismo’.
¡Qué iluso! Sólo él cae en la trampa.
Si un gato se mirara en un espejo
Pensaría que hay otro gato frente a él.
Cuanto más te cuesta lo que dejas,
Más amplia libertad conquistas.
Al Amor no lo ates, ni lo definas,
Ni lo personalices.
Cuando se ve a La Rosa sobran las palabras.
Todo el malentendido que ciega al mundo
Nace del intervalo que hay
Al tratar de trasmitir un pensamiento,
Un sentimiento o un acto
De una individualidad a otra individualidad.
El mal y el bien están dentro de cada cual.
Eso lo sabe el sabio
Y por ello nunca juzga,
Sino que se juzga.
A pesar de tener dos ojos sólo vemos oscuridad.
A pesar de tener dos oídos no escuchamos el silencio.
A pesar de tener una boca no sabemos pronunciar la
Palabra Viva.
A pesar de tener dos brazos no sabemos retener ni dar.
A pesar de tener dos pies no vamos a parte alguna.
El sabio sabe todo esto
Y aún de esto saca enseñanza.
A aquello que sirve el hombre, lo define.
Servir a la pasión es ser pasión.
Servir al equilibrio es ser equilibrio.
La envidia nace de creer
Que aquello que está fuera de ti
No eres ‘Tú Mismo’.
La codicia nace de pensar
Que tu personalidad
O el papel que has tomado en esta existencia
Es eterno.
La gula nace cuando
Cuidando demasiado el cuerpo físico
No se le pide nada útil a cambio.