Aprender2

‘¿Intentarías enseñar a un pollo que lo que hace no sirve en su camino espiritual? Además, ¿cómo sabes que lo que hace no es algo por lo que necesariamente deba pasar? Deja al pollo que pique en el suelo buscando su sustento y al gallo que se infle cantando quiquiriquí para que todos le oigan y admiren. Piensa que nada hay que enseñar; sólo puedes mostrar parte de lo que eres a quien realmente pueda servirle. Tu tiempo es demasiado valioso; si lo desperdicias con quien no va a aprovecharlo, es que no tienes nada que le sirva y por tanto tú también eres un pollo’.  En consecuencia, no podemos elevar la vida de nadie, pero podemos mostrar nuestros avances. El ejemplo es siempre la mejor enseñanza’. Judit Arís. Rowland Rose.

‘El principio es la mitad del todo’.   Pitágoras de Samos.

‘Solo si escuchamos podremos aprender. Y escuchar es un acto de silencio; solo una mente serena pero extraordinariamente activa puede aprender’.Krishnamurti.

‘El aprendizaje es eso. De repente ves algo que siempre había visto, pero bajo una luz nueva’. Doris Lessing.

‘Aprender es descubrir que algo es posible’. F. Perls.

‘Enseñar a quien no tiene curiosidad por aprender es como sembrar un campo sin ararlo’. Richard Whately. Arzobispo inglés.

‘Quienes mantenemos abiertos los ojos podemos leer volúmenes enteros en lo que contemplamos a nuestro alrededor’.  E. T. Hall.

‘El aprendizaje es una constante rectificación del camino, tú vas en una dirección, pero siempre estás rectificando’.  ANTONIO LÓPEZ.

La comprensión llega, sin duda, cuando existe la ágil ductilidad de una mente que está pasivamente alerta.  Entonces es capaz de recibir, entonces es sensible.  Una mente no es sensible cuando está atestada de ideas, de prejuicios, opiniones  a favor o en contra de algo’.  J. Krishnamurti.

‘No aprendo y percibo las cosas más que lentamente’. F. Nietzsche.

‘En todo aprendizaje, el indiviuo se vuelve lento, receloso, recalcitrante (obstinado, terco). Nietzsche.

‘El que aprende se crea sus propios dones’.  Nietzsche.

‘Gracias a nuestras técnicas de comunicación cada vez más avanzadas y a nuestra voluntad de aprender, aunque las lecciones sean dolorosas o difíciles, podemos progresar y mejorar respecto al pasado’. Nandi Norwood.

‘La azada con el mango nuevo siempre hace ampollas’.   Proverbios, adagios y refranes del mundo.

‘Verdadera maestra de la vida no hay más que una, la experiencia; y tiene escuela abierta para todos’. Pedro Salinas.

La sabiduría de Confucio. Lin Yutang: 

  • Un hombre que repasa lo que ya ha aprendido y adquiere una nueva comprensión de ello es digno de ser un maestro.
  • Los procesos de enseñar y aprender se estimulan entre sí.
  • Yuen: la enseñanza es la mitad del aprendizaje.
  • Importancia del estudio continuo: las hormigas están ocupadas todo el tiempo.
  • Si el proceso de aprendizaje es suavizado y facilitado y los estudiantes son estimulados a pensar por sí mismos, podemos llamar al hombre un buen maestro.
  • Un maestro es un hombre que intenta acarrear el bien y remediar la debilidad de sus estudiantes.
  • Siendo hábil en la presentación de ejemplos, sabe ser maestro. Sabiendo ser un maestro sabe ser un señor.  Sabiendo ser un señor saber ser conductor de hombre.

‘Cuanto más se fomenta la confianza en sí mismo del que aprende durante el proceso de aprendizaje, más eficaz será la enseñanza’. Dyer, Wayne.

‘No debes temer que el aprendizaje se convierta en una parte de ti mismo, de modo que te resulte tan natural como respirar’. Noah Gordon.

‘A veces lleva tiempo sentirse cómodo. La dificultad inicial es normal cuando se intenta algo nuevo.  Con la práctica las cosas se tornan más sencillas.   Y al final, la satisfacción progresiva compensa la inquietud inicial’. Lonnie Barbach.

‘Una de las razones por las que las personas maduras tienden a aprender menos que los jóvenes es que buscan arriesgarse menos.  Adquirir conocimientos es una actividad arriesgada, y sufrir descalabros no es cosa de nuestro agrado.  Al alcanzar la edad madura llevamos en la cabeza un catálogo tremendo de ideas y propósitos que ya no tenemos intención alguna de volver a ensayar, pues ya los ensayamos alguna vez y fracasamos.  Pagamos un precio enorme por nuestro temor al fracaso.  Es este un formidable obstáculo para nuestro desarrollo.  Nos asegura una progresiva estrechez de nuestra personalidad, y nos impide explorar y experimentar.  No es posible ilustrarse sin pasar por dificultades y tropiezos.  Si deseamos continuar aprendiendo, deberemos persistir en arriesgarnos al fracaso, y ello durante toda la vida’. John Gardner.