Domingo, 14 de Abril de 2019

Es la razón por sí misma lo que hace la vida feliz y agradable, al expulsar las ideas y opiniones falsas, y evitar así toda perturbación de la mente. Epicuro.

La vida examinada es la única que merece ser vivida. Sócrates.

El tiempo de la vida humana no es más que un punto, y su sustancia un flujo, y sus percepciones torpes, y la composición del cuerpo corruptible, y el alma un torbellino, y la fortuna inescrutable, y la fama algo sin sentido […]. ¿Qué puede pues guiar a un hombre? Una única cosa, la filosofía. Marco Aurelio.

Las nubes de mi aflicción se disiparon y bebí de la luz. Con mis pensamientos en orden giré para examinar el rostro de mi médico. Volví los ojos y posé mi mirada en ella, y vi que era la enfermera en cuya casa me habían cuidado desde la juventud: la filosofía.  Boecio.

El hombre no debe sobrevalorar la grandeza y el poder de su mente. G. F. Hegel.

Hacer filosofía es explorar el propio temperamento, pero al mismo tiempo tratar de descubrir la verdad. Iris Murdoch.

Los carpinteros dan forma a la madera; los flecheros dan forma a las flechas; los sabios se dan forma a sí mismos. Buda.

Contra las enfermedades de la mente, la filosofía dispone de remedios; por esta razón se la considera, con toda justeza, la medicina de la mente. Epicuro.

Ser filósofo no consiste en el mero formular pensamientos sutiles, ni siquiera en fundar una escuela […] Consiste en resolver algunos de los problemas de la vida, no en el ámbito teórico, sino en el práctico. H. D. Thoreau.

 

No dejaremos de explorar

Y el final de la exploración será

Llegar al punto de partida

Y conocer el sitio por primera vez.

T. S. Eliot.

Elimina tu opinión, y eliminarás la queja. ‘Me han ofendido’. Elimina la queja ‘Me han ofendido’ y la ofensa ha desaparecido. Marco Aurelio.

 

Unió a su hermosa obra la Naturaleza

El alma humana que traspasóme;

Y mi corazón sufre mucho cuando piensa

En lo que el hombre ha hecho del hombre.

William Wordsworth.

La naturaleza ha puesto a la humanidad bajo el gobierno de dos amos soberanos, el dolor y el placer. Son sólo ellos quienes señalan lo que debemos hacer y quienes determinan lo que finalmente haremos. Jeremy Bentham.

Debemos hallar una teoría que funcione […]. Nuestra teoría debe mediar entre todas las verdades anteriores y ciertas experiencias nuevas. Debe trastornar tan poco como sea posible el sentido común y las creencias anteriores, y debe conducirnos a un término sensato que pueda verificarse con exactitud. ‘Funcionar’ significa estas dos cosas […]. William James.

Tendré que reunir algún día todas las críticas hechas al ‘reduccionismo’. Constituir una categoría especial: la utilización de las imágenes para ilustrar lo absurdo de las ‘explicaciones objetivas’. Mircea Eliade.

He comprendido hace mucho tiempo que no debo perder mi tiempo intentando convencer a mis colegas. Albert Einstein.

Mircea Eliade:

  • Marx no quiere explicar el mundo, sino cambiarlo.

  • Buda: antimetafísico; no se interesaba ni por el origen ni por la explicación del Mundo, ni por el origen de la condición humana. Quería cambiar la condición humana, como Marx, por otra parte, entiende por ‘cambio del Mundo’ la modificación radical de la condición humana.

‘Desmitificación’: X se enamora de Y, y cree que es la mujer más hermosa de todas las que ha conocido hasta entonces, que es inteligente, buena y llena de cualidades. Más aún: como cree que Y es tan hermosa, X se imagina que todos los hombres la cortejan. Sufre, está celoso y es desgraciado. Para comprender la situación de X, hay que situarse en sus puntos de vista, y tomar por verdadero todo lo que piensa de Y, aunque nada, o casi, corresponda a la verdad. Si se ‘desmitifican’ estas creencias, se pierde contacto con lo concreto de la situación y se trabaja en lo abstracto. Un X ‘desmitificado’ no se hubiera enamorado de Y, no habría estado celoso, en una palabra, no habría existido tal como existe ahora […] Intenten traducir esta situación en términos de historia de las religiones, y comprenderán por qué la ‘desmitificación’ no lleva a ninguna parte. Mircea Eliade.

… muchos hombres se casan para tener una mujer ante la que fanfarroneas. Pero, dije yo, es raro que uno se vanaglorie si considera que no hay nadie a quien embaucar. Virginia Woolf.

Cuando dejas el trabajo de toda una vida a los sesenta años, te mueres. Tendrías que trabajar […] no perder nunca de vista tu trabajo; y entonces, cuando la muerte te interrumpiera, sólo sería como cuando tienes que levantarte y dejar la costura.  No hay que malgastar ni un pensamiento en la muerte. Virginia Woolf.

Si tuvieras mi cerebro, el mundo te parecería un lugar sin espesor, incoloro.  Bertrand Russell [a Virginia Woolf].

Experimento el placer estético más vivo cuando leo un libro de matemáticas bien escrito. Mi cerebro no es lo que era. Mi mejor época ya ha pasado, y, por lo tanto, es normal que ahora sea una celebridad. En Japón me han tratado como si fuera Charlie Chaplin: era repugnante. No escribiré más matemáticas. Quizá escriba filosofía. El cerebro pierde agilidad a los cincuenta años, y yo los cumpliré dentro de un par de meses… Bertrand Russell [a Virginia Woolf].

Los consejeros filosóficos no confiamos forzosamente en la pericia sino en la habilidad general para dirigir una investigación. No le proporcionamos respuestas, sino que le ayudamos a formularse las preguntas más pertinentes.  No actuamos necesariamente como autoridades que revelan información que usted desconocía, sino que facilitamos la guía que muchas personas necesitan tras haber olvidado o descuidado el significado de examinarse a sí mismas. Lou Marinoff.

… el objetivo de nuestra investigación no es saber qué es la virtud sino cómo ser buenos y éste es el único provecho que sacaremos. Aristóteles.

La Iglesia católica romana ostentaba un poder tan inmenso que en 1651 Thomas Hobbes la llamó ‘el fantasma del finado Imperio romano, coronado sobre su tumba’. Lou Marinoff.

Mucha literatura producida bajo el encabezamiento de filosofía lingüística no tiene ninguna trascendencia filosófica. Algunos artículos son sencillamente incompetentes; y es que el control de calidad brilla por su ausencia en la floreciente prensa filosófica. Willard Quine. Lou Marinoff.

 

 

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