Cuarta charla en El Robledal. 4 de junio de 1944

AutoestudioPREGUNTA: por lo que usted dijo el último domingo, entendí que no restamos tiempo de nuestras ocupaciones, de la familia y de otras actividades, para estudiarnos a nosotros mismos. Esto parece contradecir su declaración anterior de que uno puede estar alerta en todo lo que hace.

KRISHNAMURTI: por cierto, usted empieza por estar alerta en todo lo que hace. Pero ¿qué ocurre cuando está tan alerta? Si prosigue más y más con ese estado de percepción alerta, termina por estar solo –solo pero no aislado-. Ningún objeto se halla jamás aislado; ser es estar relacionado, ya sea que uno se encuentre solo o con muchas otras personas. Pero cuando uno comienza a estar alerta en todo lo que hace, cuando está empezando a estudiarse a sí mismo, se halla cada vez más consciente de sus íntimos pensamientos-sentimientos, de sus motivos, temores, etc. Cuando más se percibe uno a sí mismo, tanta más tranquilidad interna adquiere; se torna más silencioso, más puramente atento. Nosotros estamos demasiado ocupados con la familia, el trabajo, los amigos, las actividades sociales, y estamos poco atentos; la vejez y la muerte se acercan inadvertidamente a nosotros, y nuestra vida es una vida vacía. Si usted está alerta en sus relaciones y actividades cotidianas, comenzará a desenredar el pensamiento-sentimiento desembarazándolo de la causa de la ignorancia y el dolor. Al volverse plenamente consciente de las acciones y reacciones, tanto internas como superficiales, las distracciones cesarán de manera natural y a eso seguirá inevitablemente una vida de sencillez.