Jean-Paul-Sartre

Jean-Paul Charles Aymard Sartre, fue un filósofo y escritor francés. Precoz lector de los clásicos franceses, en 1915 ingresó en el liceo Henri IV de París y conoció a Paul Nizan, con quien inició una estrecha amistad. Al año siguiente, el segundo matrimonio de su madre (considerado por Jean-Paul como «una traición») lo obligó a trasladarse a La Rochelle; hasta 1920 no regresó a París. En 1924 inició sus estudios universitarios en la École Normale Supérieure, donde conoció aSimone de Beauvoir, con quien estableció una relación que duraría toda su vida.

Tras cumplir el servicio militar, empezó a ejercer como profesor de instituto; en 1933 obtuvo una beca de estudios que le permitió trasladarse a Alemania, donde entró en contacto con la filosofía de Husserl y de Heidegger. En 1938 publicó La náusea, novela que pretendía divulgar los principios del existencialismo y que le proporcionó cierta celebridad, al tiempo que se convertía en símbolo de aquel movimiento filosófico. Movilizado en 1939, fue hecho prisionero, aunque consiguió evadirse en 1941 y regresar a París, donde trabajó en el liceo Condorcet y colaboró con A. Camus en Combat, el periódico de la Resistencia.

En 1943 publicó El Ser y la Nada, su obra filosófica más conocida, versión personal de la filosofía existencialista de Heidegger. El ser humano existe como cosa (en sí), pero también como conciencia (para sí), que sabe de la existencia de las cosas sin ser ella misma un en sí como esas cosas, sino su negación (la Nada). La conciencia sitúa al hombre ante la posibilidad de elegir lo que será; ésta es la condición de la libertad humana. Eligiendo su acción, el hombre se elige a sí mismo, pero no elige su existencia, que le viene ya dada y es requisito de su elección; de aquí la famosa máxima existencialista: «la existencia precede a la esencia».

Dos años más tarde, alcanzada ya la popularidad, abandonó la enseñanza para dedicarse exclusivamente a escribir; en colaboración con Aron, Merleau-Ponty y Simone de Beauvoir, fundó Les Temps Modernes, una de las revistas de pensamiento de la izquierda más influyentes de la posguerra.

Por esa época, Sartre inició una fluctuante relación con el comunismo, hecha de acercamientos (uno de los cuales provocó su ruptura con Camus en 1956) y alejamientos motivados por su denuncia del estalinismo o su protesta por la intervención soviética en Hungría. En su última obra filosófica,Crítica de la razón dialéctica (1960), se propuso una reconciliación del materialismo dialéctico con el existencialismo, al cual pasó a considerar como una ideología parásita del marxismo, y trató de establecer un fundamento de la dialéctica marxista mostrando que la actividad racional humana, la praxis, es necesariamente dialéctica.

En 1964 rechazó el Premio Nobel de Literatura para no «dejarse recuperar por el sistema»; decididamente contrario a la política estadounidense en Vietnam, colaboró con Bertrand Russell en el establecimiento del Tribunal internacional de Estocolmo para la persecución de los crímenes de guerra.

Tras participar directamente en la revuelta estudiantil de mayo de 1968, multiplicó sus gestos públicos de izquierdismo, asumió la dirección del periódico La Cause du Peuple y fundó Tout!, de orientación maoísta y libertaria. En 1975 se inició el progresivo quebranto de su salud; la ceguera lo apartó de la lectura y la escritura durante los últimos años de su vida, tras haber completado su postrera gran obra, El idiota de la familia (1971-1972), dedicada al tema de la creación literaria, fruto de diez años que dedicó a la investigación de la personalidad de Gustave Flaubert.

 SELECCIÓN DE FRASES:

‘El entendimiento precede a la voluntad’.

‘El que menos ama es el que domina en la relación’.

‘Elegir qué tipo de consejero es ya comprometerse. Puede ser un sacerdote, un filósofo, un psicólogo…’.

‘Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad’.

‘El hombre es una pasión inútil’.

‘Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros’.

‘Inventariar perpetuamente lo que se es Es, renegar constantemente de sí y refugiarse en una esfera en que no se es ya nada más que una pura y libre mirada’.

‘Los hombres son como los dados, se lanzan en la partida de la vida’.

‘Ningún hombre es igual a otro. Ni mejor ni peor, es otro. Y si dos están de acuerdo alguna vez, es por un malentendido’.

‘No podemos ser nada sin jugar a serlo’.

‘No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan’.

‘Querer a alguien es una hazaña, se necesita energía, generosidad, ceguera, hasta hay un momento, un principio mismo en que es preciso saltar un precipicio, si uno reflexiona, no lo hará’.

‘Todo ha sido descubierto salvo cómo vivir’.

‘Todos los medios son buenos cuando son eficaces’.

‘Aquello que cada uno de nosotros es, en cada momento de su vida, es la suma de sus elecciones previas. El hombre es lo que decide ser’.

‘Cuando Dios se calla, uno puede hacerle decir lo que quiere’.

‘Nadie debe cometer la misma tontería dos veces, la elección es suficientemente amplia’.

‘Lo más aburrido del mal es que uno se acostumbra’.

‘No hay necesidad de fuego, el infierno son los Otros’.

‘El hombre nace libre, responsable y sin excusas’.

‘Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren’.

‘Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo’.

‘Cada hombre tiene que inventar su camino’.

‘¿Llegamos a disipar o a disminuir nuestra angustia? Lo cierto es que no podríamos suprimirla puesto que nosotros mismos somos angustia’.

‘Es por el hombre que hay valores en el mundo’.

BOSQUEJO DE UNA TEORÍA DE LAS EMOCIONES.

Si la antropología es una disciplina que se propone definir la esencia del hombre y la condición humana, la psicología no es ni nunca podrá ser una antropología.

No se propone definir y limitar a priori el objeto de su investigación. La noción de hombre aceptada por la psicología es totalmente empírica: existen en el mundo unos cuantos individuos que ofrecen a la experiencia caracteres análogos.

Si ha de aparecer en el futuro un concepto riguroso de hombre, lo cual también resulta problemático, este concepto sólo podrá constituir el colofón de una ciencia ya hecha. O sea su aparición queda aplazada indefinidamente.

Y aún así sería una hipótesis unificadora inventada para coordinar y jerarquizar la infinita serie de hechos puestos ya de manifiesto.

La psicología trabaja con un concepto de hombre pero es una idea kantiana (concepto regulador).

Las ciencias de la naturaleza no se proponen conocer el mundo sino las condiciones de posibilidad de ciertos fenómenos generales. Hace tiempo que esa noción de mundo se ha esfumado bajo la crítica de los metodólogos.

El hombre es un ser del mismo tipo que el mundo. Heidegger dice que las nociones de mundo y de realidad humana son inseparables.

Así la psicología ha de resignarse a no alcanzar la realidad humana, si es que ésta existe.

Los psicólogos no se dan cuenta de que resulta imposible alcanzar la esencia acumulando accidentes.

Husserl: hay inconmensurabilidad entre las esencias y los hechos y quien empiece su indagación por los hechos no logrará nunca hallar las esencias.

El principio de la fenomenología es ir a las cosas mismas y la base de su método es la intuición eidética

Para proporcionar una base sólida a las generalizaciones del psicólogo necesitamos utilizar sin confesarlo la esencia ‘a priori’ de ser humano (la fenomenología establece mediante conceptos el contenido de esa esencia).

Si queremos fundar una psicología hay que remontarse hasta los orígenes del hombre, del mundo y de lo psíquico: la conciencia trascendental y constitutiva a la que llegamos mediante la ‘reducción fenomenológica’ o puesta del mundo entre ‘paréntesis’.

Esta conciencia es la que hay que consultar y lo que da valor a sus respuestas es que es precisamente mía.

Husserl se niega a consultar a la conciencia sobre hechos. Lo que tratará de describir y de establecer por medio de conceptos son las esencias que presiden el desarrollo del campo trascendental

Toda conciencia existe en la medida de que es conciencia de existir.

La fenomenología de la emoción: tras haber puesto ‘el mundo entre paréntesis’ estudian la emoción como fenómeno trascendental puro. No dirigiéndose a unas emociones particulares, sino tratando de alcanzar y dilucidar la esencia trascendental de la emoción como tipo organizado de conciencia.

Lo que diferencia cualquier indagación sobre el hombre de los demás tipos de investigación rigurosa, es precisamente el hecho privilegiado de que la realidad humana es nosotros mismos: ‘el ente cuyo análisis es nuestro problema somos nosotros mismos’ (Heidegger).

Me hago hombre comprendiéndome como tal.

Puedo hacerme preguntas y sobre la base de estas preguntas, llevar a buen fin un análisis de la realidad humana que podrá servir de base a una antropología.

La hermenéutica de la existencia podrá fundar una antropología, la cual servirá de base a toda psicología.

Partimos de esta totalidad sintética que es el hombre y establecemos la esencia del hombre antes de dar los primeros pasos en la psicología.

Fenómeno: lo que se muestra por sí mismo. Aquello cuya realidad es precisamente la apariencia.

La fenomenología es un estudio de los fenómenos no de los hechos.

Existir es asumir su propio ser en un modo existencial de comprensión (Heidegger).

Existir para la conciencia es aparecerse a sí mismo (Husserl).

La apariencia es aquí lo absoluto. La apariencia es lo que hay que describir e interrogar.

La emoción es la realidad-humana que se asume a sí misma y se dirige-emocionada hacia el mundo.

Husserl piensa que una descripción fenomenológica de la emoción pondrá de manifiesto las estructuras esenciales de la conciencia, puesto que una emoción es precisamente una conciencia.

El fenomenólogo interrogará la emoción acerca de la conciencia o del hombre.

También. Interrogará la conciencia, la realidad humana acerca de la emoción.

Para el fenomenólogo todo hecho humano es por esencia significativo. La tarea del fenomenólogo será estudiar la significación de la emoción.

A la psicología le interesa el hombre en situación (no pone al hombre en tela de juicio ni al mundo entre paréntesis).

La psicología esta subordinada a la fenomenología ya que un estudio realmente positivo del hombre en situación debería dilucidar primero las nociones de hombre, mundo, ser-en-el-mundo, situación.

Si un día se realiza la constitución definitiva de una antropología, todas las disciplinas psicológicas habrán de buscar en ella su fuente.

Debemos interrogar a los fenómenos o sea precisamente, a los aconteceres psíquicos en la medida en que son significaciones y o hechos puros.

Porque no busca los hechos sino las significaciones, abandonará los métodos de introspección inductiva o de observación empírica externa para tratar sólo de aprehender o fijar la esencia de los fenómenos.

W. James: ‘el estado de conciencia llamado alegría, ira…no es más que la conciencia de las manifestaciones fisiológicas, su proyección en la conciencia’.

Cada emoción representa un medio diferente de eludir una dificultad, una escapatoria particular, una trampa especial.

‘El sujeto se halla sometido a la atracción positiva de la meta y a la acción de repulsión negativa de la barrera’. P. Guillaume (Psicología de la forma)

Evasión: no es sino una solución brutal, ya que es preciso romper la barrera general y aceptar una disminución del yo.

Trastornos emocionales: formas más primitivas de liberación de tensiones.

La ira no es un instinto ni una costumbre, ni un cálculo razonado. Es una solución brusca de un conflicto, una manera de cortar en nudo gordiano.

Al no poder hallar en estado de alta tensión, la solución delicada y precisa de un problema, actuamos sobre nosotros mismos, nos rebajamos y nos transformamos en un ser al que le bastarán unas soluciones burdas y menos adaptadas.

La ira se manifiesta aquí como una evasión. Pero la conducta de ira está perfectamente adaptada a la necesidad de romper la tensión, de librarse de esa enorme carga que pesa sobre nuestros hombros.

Utilizo medios derivados para vencer a mi adversario: insultos, amenazas que valen por el rasgo de ingenio que no he sabido encontrar; por la brusca transformación que me impongo a mí mismo, me vuelvo menos exigente en lo que se refiere a la elección de los medios (habla de un rapto de ira ante una broma).

TEORÍA PSICOANALÍTICA:

  • Sólo se puede comprender la emoción buscando en ella una significación. Esta es por naturaleza de índole funcional, lo cual nos lleva a hablar de una finalidad de la emoción.
  • La ira aparece como una satisfacción simbólica de las tendencias sexuales (no cabe duda de que la ira puede significar sadismo).
  • La interpretación psicoanalítica concibe el fenómeno consciente como la realización simbólica de un deseo reprimido por la censura.
  • Pero para la conciencia este deseo no se halla implicado en su realización simbólica.
  • El comportamiento resulta posible descifrarlo mediante técnicas apropiadas, como se descifra un lenguaje.
  • La contradicción profunda de todo psicoanálisis reside en presentar a la vez un lazo de causalidad y un lazo de comprensión entre los fenómenos que estudia. Estos dos tipos de relación son incompatibles.
  • El teórico del psicoanálisis establece lazos transcendentales de causalidad rígida: una almohadilla significa…El práctico estudia los hechos de la conciencia en términos de comprensión, es decir, buscando con flexibilidad la relación intraconsciente entre simbolización y símbolo.
  • Dice Sartre. No rechazamos los resultados del psicoanálisis cuando han sido conseguidos mediante la comprensión. Nos limitamos a negar todo valor e inteligibilidad a su teoría subyacente de la causalidad psíquica

BOSQUEJO DE UNA TEORÍA FENOMENOLÓGICA:

  • La emoción vuelve a cada instante al objeto y se nutre de él.
  • La conciencia emocional es ante todo conciencia del mundo.
  • El sujeto emocionado y el objeto emocionante se hallan unidos en una síntesis indisoluble.
  • La emoción es una determinada manera de aprehender el mundo.
  • Todos los fracasos parciales que exigen un fortalecimiento de la adaptación nos devolvería hacia el plano reflexivo.
  • Una operación sobre el universo se realiza en la mayoría de los casos sin que el sujeto abandone el plano irreflexivo.
  • El acto de escribir no es en absoluto inconsciente, es una estructura actual de mi conciencia. Pero no es consciente de sí mismo.
  • No es preciso ser consciente de uno mismo como actuando para actuar.
  • Una conducta irreflexiva no es una conducta inconsciente…aprehende sobre el mundo una especie de cualidad de las cosas.
  • Una emoción consiste en una transformación del mundo. Ante las dificultades, tratamos de cambiar el mundo. Ese intento no es consciente como tal, pues entonces sería objeto de una reflexión. Es ante todo aprehensión de relaciones y exigencias nuevas.
  • Ante mucha tensión la conciencia aprehende el objeto de otro modo, se transforma para transformar el objeto.
  • La conducta emotiva trata de conferir por sí misma al objeto, y sin modificarlo en su estructura real, otra cualidad: una menor existencia o una menor presencia.
  • En la emoción, el cuerpo, dirigido por la conciencia, transforma sus relaciones con el mundo para que el mundo cambie sus cualidades. Si la emoción es un juego es un juego en el que creemos.
  • Desmayo: límite de la acción mágica sobre el mundo: puedo suprimir el objeto del miedo en tanto que objeto de conciencia pero esto sólo lo consigo suprimiendo la conciencia misma.
  • La huida es un desmayo fingido (la huida en el miedo activo no es una conducta racional).
  • Miedo: es una conciencia que pretende negar a través de una conducta mágica, un objeto del mundo exterior y que llegará hasta aniquilarse a sí misma con tal de aniquilar el objeto consigo.
  • La tristeza tiende a suprimir la obligación de buscar nuevas vías, de transformar la estructura del mundo reemplazando la actual constitución del mundo por una estructura totalmente indiferenciada.
  • El mundo es mortecino (es decir de estructura indiferenciada). El correlativo noemático de esa actitud es el Refugio.
  • Tristeza activa: conducta negativa que tiende a negar la urgencia de ciertos problemas sustituyéndolos por otros. El mundo exige demasiado de nosotros. Es una comedia de impotencia.
  • Distinguir alegría sentimiento de alegría emoción. Esta última se caracteriza por cierta impaciencia. Esta alegría es provocada por la aparición del objeto de sus deseos.
  • La alegría es una conducta mágica que tiende a llevar a cabo como por conjuro la posesión del objeto deseado como totalidad instantánea. Va unida a la certidumbre de que se alcanzará el objetivo. De todos modos se intenta anticiparse a esta posesión. Bailar, cantar, bajo el impulso de la alegría representan unas conductas simbólicas aproximadas, unos conjuros. Por su mediación el objeto a cuya posesión real sólo puede llegarse mediante conductas prudentes y sin embargo difíciles, es poseído de una vez por todas y simbólicamente.
  • Emociones: todas vienen a constituir un mundo mágico utilizando nuestro cuerpo como instrumento de conjuro.
  • Sólo cuando nos hayamos convencido de la estructura funcional de la emoción llegaremos a comprender la infinita variedad de las conciencias emocionales.
  • La emoción es padecida, no puede uno librarse de ella a su antojo; va agotándose por sí misma pero no podemos detenerla.
  • Para comprender lo horrible no basta sólo con remedarlo, hemos de estar hechizados, rebasados por nuestra propia emoción.
  • La emoción aparece en un cuerpo trastornado que desempaña una determinada conducta…para creer en las conductas mágicas hay que encontrarse trastornado.
  • Cuerpo: es objeto en el mundo y por otro lo vivido inmediatamente de la conciencia.
  • La emoción es un fenómeno de creencia.
  • La conciencia no se limita a proyectar significaciones afectivas sobre el mundo que le rodea: vive en el mundo nuevo que acaba de crear.
  • Cuando todas las vías están cortadas, la conciencia se arroja al mundo mágico de la emoción. Es una nueva conciencia frente al mundo nuevo…sin distancia de su punto de vista sobre el mundo.
  • La conciencia que se conmueve se asemeja a la conciencia que se adormila. Ésta como aquélla se arroja a un mundo nuevo y transforma su cuerpo, como totalidad sintética, para poder vivir y aprehender ese mundo nuevo por su mediación.
  • Las manifestaciones fisiológicas (se asemejan a otras como la fiebre…). Representan simplemente el trastorno total y vulgar del cuerpo como tal (sólo la conducta decidirá si el trastorno irá en el sentido de una disminución de la vida o un incremento).
  • Así pues, el origen de la emoción es una degradación espontánea y vivida de la conciencia frente al mundo. Lo que ésta no puede soportar de un determinado modo, trata de aprehenderlo de otro, acercándose a la conciencia del sueño.
  • La conciencia no tiene téticamente conciencia de sí misma como degradándose para librarse de la presión del mundo: sólo tiene una conciencia posicional de la degradación del mundo que se traslada al nivel mágico.
  • Como la conciencia vive el mundo mágico al que se ha arrojado, tiende a perpetuar ese mundo en que se siente cautiva: la emoción tiende a perpetuarse.
  • Los objetos son cautivadores, se apoderan de la conciencia. La liberación ha de venir de una reflexión purificadora o de una desaparición total de la situación conmovedora.
  • Lo que forma parte intrínseca de la emoción es que aprehende en el objeto algo que la desborda infinitamente. Todas las emociones tienen en común el hacer aparecer un mismo mundo cruel, terrible, sombrío, alegre, etc., pero en el que la relación entre las cosas y la conciencia es siempre y exclusivamente mágica.
  • Hay que hablar de un mundo de la emoción como se habla de un mundo de sueño o de los mundos de la locura. Un mundo, es decir, unas síntesis individuales que mantienen entre sí unas relaciones y poseen unas cualidades
  • A través de la emoción se nos aparece una cualidad aplastante y definida de la cosa.
  • Lo horrible no es sólo el estado actual de la cosa; sobre ése pesa una amenaza para el futuro, que se extiende sobre todo el porvenir y lo obscurece; es una revelación sobre el sentido del mundo.
  • Vivimos emotivamente una cualidad que penetra en nosotros, que padecemos y que nos rebasa por todas partes (lo ‘horrible’ es que sea una cualidad substancial, que haya cosas horribles en el mundo).
  • El significado de un rostro es primero algo de conciencia, pero una conciencia alterada, degradada, que es precisamente pasividad.
  • El hombre es un hechicero para el hombre y el mundo social es ante todo mágico.
  • Si el paso brusco de una aprehensión racional del mundo a otra mágica está motivado por el objeto mismo y va acompañado de un elemento desagradable, éste es el horror; si va acompañado de un elemento agradable, será la admiración.
  • La magia como cualidad real del mundo no se limita estrictamente a lo humano, se extiende a las cosas en tanto que éstas pueden aparecer como humanas (sentido inquietante de un paisaje…).
  • Toda aprehensión emocional de un objeto que causa temor, ira…no puede realizarse sino sobre el fondo de una total alteración del mundo.
  • Para que un objeto aparezca como temible es preciso que se realice como presencia inmediata y mágica ante la conciencia.
  • Aprehender un objeto cualquiera como horrible significa aprehenderlo sobre el fondo de un mundo que se revela como horrible ya.
  • Modos de ser en el mundo de la conciencia:
  • El mundo puede aparecérsele como un complejo organizado de utensilios tales que si se quiere provocar un determinado efecto es preciso actuar sobre unos determinados elementos del complejo.
  • Modificable sin intermediario y en grandes masas (como totalidad no-utensilio). Es el mundo mágico: denominamos emoción una brusca caída de la conciencia en lo mágico. O hay emoción cuando el mundo de los utensilios se desvanece de repente y es sustituido por el mundo mágico.
  • La emoción es la vuelta de la conciencia a la actitud mágica.
  • La emoción no es un accidente sino un modo de existencia de la conciencia, una de las formas en que comprende su ser en el mundo.
  • Una conciencia reflexiva siempre puede dirigirse hacia la emoción. En ese caso la emoción aparece como estructura de la conciencia. Tiene un sentido, significa algo para mi vida psíquica.
  • La reflexión purificadora de la reducción fenomenológica puede aprehender la emoción en tanto que constituye al mundo bajo forma mágica. ‘Me parece odioso porque estoy furioso’.
  • Se puede decir ‘estoy furioso porque es odioso’. A parte de esa reflexión va a constituirse la pasión

CONCLUSIÓN:

  • Una emoción remite a lo que significa y esto es la totalidad de las relaciones de la realidad-humana con el mundo.
  • El paso hacia la emoción es una modificación total del ser- en el mundo según las leyes muy particulares de la magia.
  • La fenomenología puede probar que la emoción es una realización de esencia de la realidad humana. En tanto que es afección, le resultará imposible demostrar que la realidad humana haya de manifestarse necesariamente en tales emociones.

SARTRE (esquema):

  • Cada emoción representa un medio diferente de eludir una dificultad, una escapatoria particular, una trampa especial.
  • ‘El sujeto se halla sometido a la atracción positiva de la meta y a la acción de repulsión negativa de la barrera’. P. Guillaume (Psicología de la forma). Evasión: no es sino una solución brutal, ya que es preciso romper la barrera general y aceptar una disminución del yo.
  • Trastornos emocionales: formas más primitivas de liberación de tensiones.
  • La ira no es un instinto ni una costumbre, ni un cálculo razonado. Es una solución brusca de un conflicto, una manera de cortar en nudo gordiano.
  • Al no poder hallar en estado de alta tensión, la solución delicada y precisa de un problema, actuamos sobre nosotros mismos, nos rebajamos y nos transformamos en un ser al que le bastarán unas soluciones burdas y menos adaptadas.
  • La ira se manifiesta aquí como una evasión. Pero la conducta de ira está perfectamente adaptada a la necesidad de romper la tensión, de librarse de esa enorme carga que pesa sobre nuestros hombros.
  • Utilizo medios derivados para vencer a mi adversario: insultos, amenazas que valen por el rasgo de ingenio que no he sabido encontrar; por la brusca transformación que me impongo a mí mismo, me vuelvo menos exigente en lo que se refiere a la elección de los medios (habla de un rapto de ira ante una broma).