Erich FrommLa atracción de la vida.

Aforismos y opiniones.

Selección a cargo de Rainer Funk.

  • La vida misma es un arte.
  • Los seres humanos de hoy pueden resolver crucigramas, pero no pueden resolver el enigma que la vida representa para ellos.
  • Mientras alguien crea que su ideal y el fin de su existencia están fuera de él, sea en las nubes, en el pasado o en el futuro, vive fuera de sí mismo.
  • El objeto del arte de vivir no es tal o cual quehacer, sino el ‘quehacer’ de la vida misma, el proceso de desarrollar lo que el ser humano es potencialmente.
  • El ser humano no es en ningún punto de su vida todavía lo que puede ser y lo que posiblemente será.
  • Yo creo que el crecimiento del ser humano es un proceso de nacimiento constante, un despertar constantemente nuevo.
  • En cada nuevo paso, en cada nuevo estadío de nuestro nacimiento, sentimos miedo.
  • Cada acto de renacimiento exige el coraje de desprenderse de algo.
  • Ante la vida, salimos huyendo.
  • Los dolores del parto son distintos a los dolores de una enfermedad.
  • Nadie puede crecer sin esfuerzo y sin la disposición a vivir con el dolor y el miedo.
  • La mayoría fracasa en el arte de vivir porque no está despierta y no ve cuándo está en una encrucijada y tiene que decidir.
  • Para que la vida resulte interesante, uno mismo tiene que estar interesado.
  • La voluntad se basa en la actividad interior; un impulso espontáneo, en cambio, en la pasividad.
  • Curiosamente, la mayoría de los seres humanos cree que para vivir una vida buena hay que practicar una vida no buena.
  • Aprender el arte de vivir y morir reclama mucho esfuerzo, ejercicio, paciencia; como todo saber hacer, exige aprendizaje.
  • Sería preferible ir a pescar, navegar o bailar a aprender cosas que no tienen ningún efecto, directo o indirecto, sobre la propia vida.
  • No basta con sólo ser joven.
  • Nada digno de ser tomado en serio puede llevarse a cabo sin un gran esfuerzo, paciencia y honradez.
  • El ser humano sólo puede elegir entre dos posibilidades: retroceder o avanzar.
  • La fe en que los otros pueden transformarse nace de la experiencia de haber sido nosotros capaces de ello.
  • El principio del ‘mal menor’ es el principio de la desesperación.
  • En mi opinión, nada de lo sucedido anteriormente tiene por necesidad fuerza determinante, pero marca una cierta dirección y, cuando más vaya alguien en esta dirección, más tenderá a mantener precisamente esta dirección, de manera que, al final, sólo por obra de un milagro podrá cambiarla.
  • Sólo puede moverse a los seres humanos a cambiar sus acciones si tienen esperanza. Y solo pueden tener esperanza si tienen visión; y sólo pueden tener visión si les muestran alternativas.
  • En personas que sufren un malestar difuso, personas cuyo carácter debe cambiar, no creo que se consiga una mejora duradera si el cambio de carácter a que se aspira no va acompañado de un correspondiente cambio en su praxis de vida.
  • Tenemos que decidirnos y resolvernos a valorar más el amor que el odio, a preferir la fortaleza espiritual al éxito en el mercado, a considerar más importante el ser que el tener.
  • Quien cree que uno puede ver su interior y estar ciego al mundo exterior se parece a aquel que dice que una vela sólo le alumbra en una dirección y no en todas.
  • Las barbas esconden más de lo que manifiestan y el descuido en el vestir aún no es indicio de esperanza.
  • No creo que la verdad sea divisible ni que pueda conocerse en el ámbito personal si se está ciego a todas las demás cuestiones.
  • La mentira no mueve nada.
  • Probablemente no hay ningún fenómeno que contenga elementos tan destructivos como la ‘indignación moral’, que permite a la envida y los sentimientos de odio desfogarse bajo la máscara de la virtud.
  • No tiene ningún sentido esperar algo que ya existe o que no puede ser.
  • La esperanza no es ni esperar pasivamente algo que quizá no llegue nunca ni querer forzar lo que de momento no puede ser.
  • La esperanza se parece a un tigre al acecho que sólo salta cuando llega el momento de saltar.
  • La destrucción de las ilusiones es la condición de todo cambio real.
  • Desengañarse quiere decir no poder ya negarse, haberse liberado de los engaños y haberlos dejado atrás.
  • La mayoría de los seres humanos muere antes de haber nacido del todo.
  • Las directrices para morir son, de hecho, las mismas que las directrices para vivir.
  • Hay una diferencia entre tener un fuerte deseo de vivir y un miedo espantoso a morir.
  • El miedo a la muerte crece con la sensación de no haber estado verdaderamente vivo.
  • Los que tienen miedo a la muerte son generalmente los que no están del todo vivos o los que están plenamente satisfechos de sí mismos, mientras que la muerte deja realmente de ser espantosa para aquellos que trascienden su yo.
  • Tememos morir en la medida en que vivimos en el modo de existencia del tener. Pero no es de morir de lo que uno tiene miedo, sino de perder lo que tiene: el cuerpo, el ego, los bienes y la identidad; el miedo de mirar al abismo de la no-identidad, de estar ‘perdido’.
  • La decadencia de la personalidad en la vejez es síntoma de que no se ha vivido productivamente.
  • Para mantener la vida bajo control hay que fragmentarla, partirla en trozos, esto es, ¡matarla! De hecho, la muerte es lo único cierto en la vida.
  • Morir es amargo, pero la idea de tener que morir sin haber vivido es insoportable.
  • Para quien no tiene el coraje de vivir, el coraje de morir es el mejor sustituto.
  • Alguien puede ser intrépido si no le va nada en la vida. Precisamente por eso suele buscar situaciones peligrosas, para huir de su temor a la vida, a sí mismo, a los otros seres humanos.
  • La intrepidez también se da en individuos plenamente desarrollados, que reposan en sí mismos y aman la vida.
  • Quien no se alegra de su vida quiere vengarse, y prefiere destruir la vida a sentir que la suya no tiene sentido.
  • ‘Resurrección’ no quiere decir crear otra realidad después de la realidad de esta vida sino convertir esta realidad en una vitalidad mayor.
  • La alegría auténtica yace en la actividad auténtica, y actividad auténtica es crecimiento de las facultades humanas.
  • La alegría es el resultado de vivir intensamente.
  • Los seres humanos quieren en su mayoría ser ‘felices’, pero con ‘felices’ se refieren a la satisfacción de todos los deseos y la ausencia de dolor. Una felicidad tal es por esencia necesariamente superficial y carente de alegría, pues excluye la tristeza.
  • La mayoría de los seres humanos finge ser feliz, pues si se es infeliz se es un failure, un fracaso.
  • Ser feliz significa vivir la plenitud y no un vacío que haya que llenar.
  • La felicidad y el placer más grande posible no resultan de la satisfacción ilimitada de todos los deseos.
  • La felicidad es el rendimiento de la productividad interior del ser humano, no un regalo de los dioses.
  • Lo contrario de la felicidad no es la pena o el dolor sino la depresión, que nace de la esterilidad e improductividad interiores.
  • Si queremos definir la felicidad a partir de su contrario, no podremos confrontarla con la tristeza, sino que tendremos que oponerle la depresión.
  • La felicidad es un epifenómeno asegurado de la vida productiva.
  • La felicidad va unida a un incremento de la vitalidad, de la intensidad de la sensibilidad y el pensamiento y de la productividad.
  • La felicidad consiste en tocar la piedra angular de la realidad, en descubrir nuestro sí mismo y sentirnos a la vez uno con los demás y distinto a ellos.
  • En la vida, lo más importante no es ser feliz sino estar vivo.

 

 

 

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