Erasmo

Escritor, erudito y humanista holandés, principal intérprete de las corrientes intelectuales del renacimiento en el norte de Europa.

Vida:

Nació el 26 o 27 de octubre, probablemente de 1466, en Rotterdam, hijo ilegítimo de un sacerdote, Roger Gerard, y de la hija de un médico. Asistió a severos colegios monásticos en Deventer y Hertogenbosch y, después de la muerte de su padre, se hizo agustino en Steyn. En 1492 se ordenó sacerdote y trabajó para el obispo de Cambray, estudiando las filosofías escolástica y griega en la Universidad de París. Disgustado por la vida sacerdotal, buscó un empleo secular, y más tarde recibió la dispensa papal para vivir y vestir como erudito laico.

Desde 1499 viajó incansablemente de ciudad en ciudad trabajando como profesor y conferenciante, escribiendo constantemente e investigando manuscritos antiguos. Mantuvo una voluminosa correspondencia —se conservan más de mil quinientas cartas— con importantes personajes de la época. A lo largo de cuatro viajes a Inglaterra trabó amistad con eruditos de la nueva enseñanza humanista como John Colet, fundador del colegio Saint Paul de Londres, Thomas Linacre, fundador de la Real Universidad de Medicina, Tomás Moro, escritor y Lord Canciller de Inglaterra, y William Grocyn, profesor de griego en Oxford. Él mismo enseñó griego en Cambridge, con lo que contribuyó al establecimiento del humanismo en Inglaterra, y en especial, al desarrollo de los estudios clásicos en la enseñanza cristiana. Mientras estuvo en Italia se doctoró por la Universidad de Turín y se hizo amigo del editor veneciano Aldo Manuzio. En la ciudad suiza de Basilea fue amigo y redactor del editor Johann Froben y en esta misma ciudad murió el 12 de julio de 1536.

 

SELECCIÓN DE FRASES:

‘La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno’.

‘La felicidad consiste principalmente en conformarse con la suerte, es querer ser lo que uno es’.

‘En el país de los ciegos el tuerto es el rey’.

‘El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento’.

‘En el estudio no existe la saciedad’.

‘Una buena gran parte del arte del bien hablar consiste en saber mentir con gracia’.

‘Para el hombre dichoso todos los países son su patria’.

‘La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa’.

‘El colmo de la estupidez es aprender lo que luego hay que olvidar’.

‘La sabiduría de este mundo es la madre y raíz de todos los males’.

‘Dios ayuda al que se ayuda a sí mismo’.

‘Abominas el nombre del diablo, y en oyéndole te santiguas, y eres tú mismo aquel diablo que aborreces’.

‘Ahora bien, si hay algo en la vida humana que conviene afrontar con vacilación y que incluso se debe evitar, conjurar y mantener lejos por todos los medios, es sin duda la guerra…’.

‘El consultar las cosas no es sino un tardar; no para las hacer de presto, sino para hacerlas a su tiempo’.

‘El dinero es la vida’ (como dice Hesíodo).

‘El hombre inteligente no orina contra el viento’.

‘…el varón prudente y bueno todo le pone en abreviar la plática’.

‘…; en la guerra, para vengar la afrenta de unos pocos y a veces de uno solo, afligimos cruelmente a tantos miles de hombres que no se lo merecen’.

‘Hace uno bien en alabarse a sí mismo, cuando no encuentra otro apologista’.

‘Hay quienes suscitan la guerra por la única razón de poder ejercer más fácilmente por esa vía la tiranía sobre sus súbditos’.

‘La Guerra sólo es buena para aquellos que no la han experimentado’.

‘La mente humana está formada de tal manera que es mucho más susceptible a la falsedad que a la verdad’.

‘La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa’.

‘…la pugna es constante entre hombre y hombre, de uno con cualquier otro; ningún pacto es lo suficientemente firme entre los hombres’.

‘La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos transcurre amenamente’.

‘…las leyes de Solón, por las cuales vedó que no se dijese mal ni de los muertos ni de los ausentes’.

‘Las parábolas del Evangelio, si se miran así a la letra, ¿quién no dirá que son de algún hombre idiota?’.

‘Nadie ignora que todas las cosas humanas, como los Silenos de Alcibiades, tienen dos caras, totalmente diferentes’.

‘¿Qué sentido tiene, expuestos como estamos a tan gran número de males, echarse encima voluntariamente otro más, como si no tuviéramos bastante?’.

‘¿Qué pueblo no ha sido en alguna ocasión responsable y víctima de una invasión territorial’.

‘Qué otra cosa es la vida de los mortales, sino una comedia en la que unos actores se disfrazan y ataviados con sus máscaras representan sus respectivos papeles hasta que el director de escena les ordena retirarse de las tablas’.

‘…si lo que dices ni es necesario, ni provechoso, ni apacible, ¿para qué lo dices?’.

‘Si no puedes hacer gala de un ánimo de príncipe, muestra al menos el de un comerciante…’.

‘Todos desprecian al prodigioso, detestan una cabeza anciana sobre unos hombros jóvenes’.

‘Una buena gran parte del arte del bien hablar consiste en saber mentir con gracia’.

‘… y de la diferencia nace la discordia, y de la discordia viene el apartamiento de la unidad’.

Algunos proverbios suyos hoy usados:

  • ‘En el país de los ciegos el tuerto es rey’.
  • ‘Está luchando con su sombra’.
  • ‘Tiene un pie en la tumba’.
  • ‘No dejó piedra sin mover’.
  • ‘Empezar de cero’.
  • ‘Una tos para tapar un pedo’.
  • ‘Más fácil decirlo que hacerlo’.
  • ‘Más vale prevenir que curar’.
  • ‘Tener ojos en la nuca’.
  • ‘No podemos vivir con ellas, pero tampoco podemos vivir sin ellas’
  • ‘Lágrimas de cocodrilo’.
  • ‘Es un mal necesario’.
  • ‘Caérsele el corazón a los pies’
  • ‘Un pájaro raro’ (una rara avis).
  • ‘El pasto siempre es más verde en el campo ajeno’.
  • ‘Poner el carro delante del caballo’.