Confianza

Una muchacha se presentó a unas pruebas para una prestigiosa compañía de baile. Tras su actuación, el director le dijo que nunca llegaría a ser una bailarina de primera categoría.  La muchacha creyó en las palabras del hombre y decidió no volver a intentar su sueño. Años después, la compañía fue hasta su ciudad a hacer una representación. La muchacha se enteró y compró una entrada. Cuando estaba en el teatro, se acercó a los camerinos y llamó a la puerta del director. Era el que le hizo la prueba. Ella le dijo que por culpa de sus duras palabras, había dejado de creer en sí misma y abandonado su sueño. Él le contó que le había dicho lo mismo aquel día a otras 30 bailarinas. La muchacha comprendió que si sus palabras le habían hecho perder la confianza en sí misma, fue porque realmente entonces no creía en ella. Si quieres que los demás crean en ti, has de creer primero tú, no necesitas que nadie más lo haga. La fe en ti, que a veces sientes haber perdido, está sólo en tu interior. Dentro de ti es donde únicamente puedes encontrarla, y cada paso que des por ti mismo, te dará más confianza. Creer en ti es un aprendizaje que has de practicar día a día, y no importa las veces que te caigas, porque siempre puedes volver a levantarte.

TIPOLOGÍA:

  • Osado:
    • Muestras excesiva seguridad en ti mismo. Tanto que, a veces, puedes reaccionar de forma temeraria.  Tener seguridad es positivo, pero no lo es considerarse infalible o capaz de todo. Esta forma de actuar incrementa la tensión y los errores, además de que los demás pueden verte prepotente. Eres un hábil comunicador, pero también te muestras dominante y rígido.  La persona con un grado de seguridad racional acepta sus errores e inseguridades. Sabe que es lógico dudar y no pretende saberlo todo, porque es imposible:
    • Positivo. Enérgico, eficaz, valiente y capaz.
    • Negativo: arrogante, impulsivo, rígido y egoísta.
    • Un consejo: relájate y asume valientemente tus incertidumbres y dudas.
  • Equilibrado:
    • Te muestras racionalmente seguro en tu forma de actuar con los demás y a la hora de afrontar dificultades. Asumes con naturalidad tus limitaciones. En tus relaciones eres amable y comprensivo, pero sin renunciar a tus opiniones.  Tu capacidad para aceptar diferentes criterios hace de ti un buen comunicador y agradable polemista.  Tu manera de comportarte puede convertirte en una persona de peso específico en tu grupo, ya que tienes madera de líder.
    • Positivo: equilibrado, lógico, ponderado y sereno.
    • Negativo: puedes frenar tus sentimientos si los consideras poco lógicos o racionales.
    • Un conejo: acepta que habrá personas que no compartan tu sentido de la diplomacia y por ello pueden calificarte de manipulador.
  • Dubitativo:
    • Te sientes inseguro en tus relaciones sociales y te cuesta tomar tus propias decisiones. Tu falta de confianza en ti mismo se debe a lo poco que te valoras: observas con lupa tus errores y relativizas tus éxitos. Así baja tu autoestima y no consigues auténtico. El hecho de no coincidir con los demás no significa que seas tú el equivocado, también pueden errar los otros o, simplemente, tener puntos de vista diferentes.  Defiende tus opiniones sin temor para adquirir seguridad.
    • Positivo. Amable, cercano, considerado y emotivo.
    • Negativo: nervioso, vacilante y manipulable.
    • Un consejo: elabora una lista con todas las cosas que haces bien. Intenta no compararte con los demás y cree en tus propias capacidades.

ACTITUDES QUE TE AFIANZAN:

  • Acepta que te puedes equivocar.
  • Reconoce tus errores.
  • No pienses que los demás siempre tienen razón.
  • Admite sugerencias.
  • No pierdas el control.
  • Intenta tener relaciones cordiales.
  • Expresa claramente tu opinión por un trabajo mal o bien hecho.

ACCIONES:

  • Cuida tu lenguaje verbal y corporal: para trasmitir seguridad, quien habla mira a todos los interlocutores, mantiene un tono de voz adecuado, utiliza las inflexiones de la voz para señalar las partes importantes del discurso, emplea la sonrisa cuando sea pertinente y llama por su nombre a tus interlocutores.
  • Toma decisiones: aceptar con naturalidad los errores y buscar nuevas soluciones no perjudica tu imagen y genera credibilidad. Por el contrario, si piensas que siempre eres tú quien falla, estás demostrando tu inseguridad. La toma de decisiones implica responsabilidad, pero no debe hacerse con miedo.
  • Pon límites: cuando creas necesario hacer una sugerencia o crítica, dilo claramente.  No dejes pasar mucho tiempo, así evitarás posibles malentendidos. Hacer un comentario no significa enfadarse, sino dejar clara tu posición y delimitar claramente tu espacio.
  • Admite sugerencias: aceptar una idea de otra persona no significa que te pierdan el respeto, ni rechazarla supone falta de consideración hacia quien la ha propuesto. La persona segura considera las propuestas que le hacen porque pueden contribuir a evaluar aspectos que han sido ignorados.