Amarse a uno mismo no significa autoadoración, la cual equivale al narcisismo, un estado que carece de la excitación del amor. Amarse a uno mismo es estar pleno de excitación vital y responder a esa excitación en cada una de sus múltiples manifestaciones. Amarse a uno mismo es amar la vida y todas las cosas vivientes. Uno no puede amar plenamente a otro a menos que se ame a sí mismo. Sin amor por uno mismo, uno toma pero no da nada.
El amor hacia nosotros, consiste en conocernos, y eso se logra comprendiendo cómo funcionamos para diferenciar lo que deseamos de lo que verdaderamente necesitamos para ser felices. Esto no es un fin en sí mismo, pero es el medio que nos permite ser conscientes de nuestros pensamientos y así superar a través de la observación y el amor, nuestros miedos, traumas, complejos y frustraciones.
Solo podemos compartir con los demás aquello que primero hemos cultivado en nuestro corazón. Si no asumimos un compromiso de conocernos, responsabilizándonos de nuestro estado anímico y aceptándonos amorosamente con todo lo que somos y sentimos, no podremos ser partícipes de una convivencia sana con las personas que nos rodean. Cuando las carencias nos esclavizan, solo nos relacionaremos desde la escasez y el dolor, el miedo y la pérdida será nuestra moneda de cambio; sin embargo al conectar con nuestra fuente interna de bienestar y dicha, entramos en la vida de los demás desde la abundancia, ofreciéndoles lo mejor de nosotros sin necesitar ni esperar nada a cambio.
Aunque parezca contradictorio, lo que más contribuye al afianzamiento de la propia estima no es tanto el reconocimiento de lo que nos gusta de nosotros mismos como la aceptación de nuestras debilidades y carencias. Respetar nuestros límites nos ayuda a medir lo que podemos hacer y a desechar lo que no debemos afrontar; nos conecta con el placer y nos libera de ser exigentes con nosotros mismos. Si conocemos y aceptamos nuestras limitaciones, no nos deprimiremos por no alcanzar metas que nunca nos debíamos haber trazado.
En estos tiempos de profundos cambios la más sabia de las decisiones está en profundizar la relación que tenemos con nosotros, solo así nuestras relaciones con los demás serán más armónicas.
FRASES:
‘Se comienza por perder la costumbre de amar a los demás y se acaba por no hallar en sí mismo nada que sea amable’. F. Nietzsche.
‘El hombre tiene dos caras: no puede amar sin amarse’. Albert Camus.
‘El único amor consecuente, fiel, comprensivo, que todo lo perdona, que nunca nos defrauda, y que nos acompaña hasta la muerte es el amor propio’. Oscar Wilde.
‘Hay amor propio en el amor como hay interés personal en la amistad’. George Sand.
‘No hay amor suficiente capaz de llenar el vacío de una persona que no se ama a sí misma’. Irene Orce.
‘La vida te trata tal y como tú te tratas a ti mismo. Louise L. Hay.
‘Cuando te amas a ti mismo dejas de encontrar motivos para luchar, sufrir y entrar en conflicto con la vida’. Gerardo Schmedling.
‘Un ser humano capaz de amar productivamente también se ama a sí mismo. Si sólo puede amar a los demás, no puede amar en absoluto’. Erich Fromm.
‘Sustituir el amor propio con el amor a los demás es cambiar un insufrible tirano por un buen amigo’. Concepción Arenal.
‘Todos los amores van hacia el amor propio, como los ríos al océano’. Eleuterio Manero.
‘Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida’. Oscar Wilde.
‘No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar’. Albert Camus.
‘Sabed que cuando uno es amigo de sí mismo, lo es también de todo el mundo’. Séneca.
‘Hermanos, no temáis al pecado de los hombres; amad al hombre aún en su pecado, pues un tal amor aseméjase a Dios’. F. Dostoievski.