Aceptar

La autoaceptación para una vida saludable. Sus beneficios son muchos, en lo que a salud física y mental se refiere. Las personas que se aceptan de forma incondicional suelen estar sanas y vivir un buen número de años. Su inclinación es a favor de disfrutar, de seguir vivas y de tener tiempo para seguir creciendo.

Aceptarse a uno mismo es el gran secreto del cambio.  Quien rechaza su cuerpo, sin gratitud hacia las virtudes que tiene y sin autoestima, permanece atado a los defectos, que entonces tienden a aumentar.  A partir del momento en que te reconoces y observas como eres, ocurren grandes transformaciones.  Para disfrutar de tu aspecto, primero tienes que lograr el equilibrio entre tu cuerpo y tu mente.  De ahí vendrá la motivación necesaria para alcanzar tu ideal de persona, tanto por dentro como por fuera.  Quien está en armonía consigo mismo, sabe elegir de forma inmediata el modo más saludable de pensar, sentir y actuar.

PAUTAS PARA ACEPTARSE INCONDICIONALMENTE:

  • Darnos permiso para ser lo que somos, es decir, seres humanos falibles, imperfectos. Eso es lo que somos todos: ni “supermanes” ni personas de por sí poco válidas o incompetentes.
  • No juzgues la valía intrínseca de las personas en función de sus logros y la aprobación de los demás; nuestra sociedad adora a cierto tipo de “triunfadores”. En todo caso los signos externos de éxito no siempre se corresponden con personalidades fuertes y maduras.
  • Valora tu capacidad para conseguir las metas y objetivos que te has propuesto, pero abstente de juzgarte o calificarte por un logro, un fracaso o una conducta, cualquiera. Somos personas que hacen cosas que están bien y otras que están mal, pero eso no nos convierte forzosamente en buenas o malas personas.
  • Intenta no definir el error o fracaso como algo totalmente negativo, sino como el mejor maestro. Aprendemos del error. Si no fuera así, la humanidad no hubiera existido durante tanto tiempo.

Resumiendo, la clave está en ser benevolente con uno mismo e ir dando pasos en esta observación madura de uno mismo. ¡Tu bienestar y tu salud a corto, medio y largo plazo te lo agradecerán!

¿Cuál es la diferencia entre la autoaceptación y la autoestima?: la naturaleza humana es neutra, como un recipiente que, aunque contiene frutas buenas y malas (nuestros comportamientos), no puede ser definida por los mismos. Por eso, hay que apoyar la autoaceptación (soy un ser humano capaz de ejecutar roles y comportamientos buenos y malos) en lugar de la autoestima (me quiero o me odio a mí mismo) ya que esta última lleva la connotación tácita de ‘soy  una persona buena’ o ‘soy una persona mala’. En este último caso, las consecuencias emocionales es la depresión, y a veces el suicidio, pues lleva a la desesperanza.

Existe la tendencia a evaluar a las otras personas como ‘seres buenos’ o ‘seres malos’, siempre desde tu punto de vista personal, y ello produce consecuencias emocionales como el odio y la ira.  El odio y la ira no tienen nada que ver con el objeto supuestamente ‘bueno’ o ‘malo’ en sí, sino con tu visión egocéntrica.  Existe también la llamada ‘baja tolerancia a la frustración’… en la cual los seres humanos tienen la expectativa de obtener lo que quieren de la vida y de las otras personas con poco o ningún esfuerzo, de ser merecedores de ello aun a expensas del bienestar de los demás.