Adquirir sabiduría a través de la acción

 

Adquirir sabiduríaYo no puedo trasmitirles sabiduría a ustedes.  La sabiduría se origina en la plenitud de la acción, y uno puede actuar plenamente o comprender completamente la acción, cuando el corazón y la mente están libres de este continuo deseo de un resultado (12).

La sabiduría adviene sólo cuando hay plenitud de acción, cuando hay completa percepción sensible de todo su ser en la acción; entonces verá que todos los libros y maestros que pretenden guiarle hacia la sabiduría, nada pueden enseñarle (12).

 Usted mismo tiene que comprender; nada puede darle sabiduría excepto su propia acción en el presente, la cual debe crear armonía exenta de conflicto.  Sólo de ahí puede surgir la sabiduría (12).

La sabiduría o la comprensión no es para ser lograda aferrándose a las cosas; no darán con ella aferrándose a sus creencias o ideas.  La sabiduría nace cuando realmente se mueven, no cuando están anclados en una forma particular de creencia (13).

La sabiduría no puede comprarse.  Uno no puede comprarla en los libros, no puede comprarla escuchando a alguien.  Usted puede escucharme por cientos de años, pero no va a ser sabio por eso.  Lo que trae sabiduría es la acción.  La acción es sabiduría, no pueden separarse.  Y, a causa de que hemos dividido la acción separándola de nuestro pensamiento, de nuestras emociones, de nuestra capacidad intelectual de razonar, somos arrebatados por las cosas superficiales y, de tal modo, somos explotados (13).

Lo que da sabiduría es la acción.  La sabiduría no es cosa que pueda comprarse ni adquirirse de las enciclopedias ni leyendo filosofías.  Yo jamás he leído ninguna clase de filosofía.  Sólo en el proceso de la acción empieza uno a discernir qué es falso y qué es verdadero (13).

 Ver lo falso como falso y la verdad en lo falso, es el principio de la sabiduría.  Uno no puede ver lo falso si no se da cuenta de cada pensamiento, sentimiento y acción (15).