Positivo

Nuestra mente funciona de forma similar a un aparato de radio, emitiendo ondas de diferente frecuencia. Así, un hombre revestido de paz, equilibrio, armonía y vibraciones positivas, provoca en los demás pensamientos de paz y armonía.  Por el contrario, un hombre cuya mente está llena de celos, deseos de venganza y odio, provoca pensamientos similares de odio y discordia.

Si los pensamientos son nobles y poderosos, ponen en la misma sintonía a todas las personas con las que se relacionan.   Se ponen en movimiento grandes fuerzas que trabajan unidas y contrarrestan los pensamientos bajos y mediocres.

No almacenes información inútil en tu mente. Olvida todo cuanto no te sea de utilidad. Solamente así podrás llenarte de pensamientos positivos, renovando tu fortaleza mental.

La naturaleza de la mente es tal que se convierte en aquello en lo que uno piensa intensamente. De tal forma que, si piensas en los vicios y defectos de otro, tu mente se cargará con esos vicios y defectos, al menos temporalmente. Quien conozca esta ley psicológica, nunca consentirá en censurar a otros o en buscar faltas en su conducta, sino que verá solamente lo bueno en los demás.  Cuanto más madura es la persona, más tendencia tiene a ver lo positivo en las personas con las que se relaciona.  Sabe que también habrá cosas negativas, pero su mente tiene tendencia a destacar lo positivo y obviar lo negativo.

Los pensamientos de preocupación y de temor tienen una fuerza tremenda: envenenan las fuerzas mismas de la vida y destruyen la armonía, la vitalidad y el vigor.  Mientras que los pensamientos de bienestar, de alegría y valor, curan y alivian, en lugar de irritar; aumentan inmensamente la eficiencia y multiplican los poderes mentales.

Lleva contigo cualquier tipo de pensamiento que te agrade. Mientras lo mantengas contigo… atraerás incesantemente hacia ti, advertida o inadvertidamente, lo que corresponde a tu calidad dominante… está totalmente en tus manos determinar el tipo de pensamiento que mantienes y, consecuentemente, el tipo de influencia que atraerás… todo ser humano debería tener un conocimiento y comprensión de las leyes del pensamiento y su modo de operar.  Solamente así se puede vivir con tranquilidad y sin sobresaltos, utilizar las fuerzas beneficiosas de la mejor manera posible para lograr los objetivos y neutralizar las fuerzas hostiles o las corrientes antagónicas. Conociendo las leyes del pensamiento, uno puede modelar su carácter en la forma que prefiera.  El dicho popular ‘nos convertimos en lo que pensamos’ es una de las grandes leyes del universo… sé cuidadoso con tus pensamientos: todo lo que emites desde tu mente regresa a ti; cada pensamiento es como un boomerang. Si odias a otros, el odio regresará a ti; si amas a otros, el amor regresará a ti.

PENSAR EN POSITIVO:

  • Los buenos pensadores constructivos son personas que se aceptan a sí mismas y a los demás.  Piensan que su vida tiene un propósito y un sentido. Son optimistas, pero de un modo realista, no ingenuo. No hacen generalizaciones de sus experiencias, tanto positivas como negativas. Es decir, no piensan que por haber suspendido el examen de conducir van a suspender siempre, o que si han ganado una partida de cartas van a tener siempre suerte en el juego.  Se enfrentan a la incertidumbre y a las complejidades de la vida diaria, en vez de recurrir a las supersticiones y a otras formas de pensamiento mágico para explicar o controlar su ambiente.  Manejan las emociones negativas sin sufrir estrés y se ponen en marcha para resolver los problemas de un modo efectivo, en vez de estar lamentándose sin hacer nada. Están orientados a la solución de problemas, en vez de dedicarse a juzgarse a sí mismos y a los demás.  Son pensadores flexibles que saben adaptar su comportamiento a las distintas situaciones de la vida y ven tanto el lado bueno como el malo de las cosas. El buen pensador constructivo ‘acepta lo que no puede cambiarse, cambia lo que puede cambiarse y conoce la diferencia entre ambas cosas’.
  • Los malos pensadores en cambio, les dan vueltas continuamente a los acontecimientos negativos, piensan de modo categórico (blanco o negro), clasifican a la gente como buena o mala, perdedores o ganadores, amigos o enemigos. Se preocupan excesivamente y se centran más en defenderse de lo malo que pueda pasarles que en conseguir ser felices y disfrutar de la vida. Si esperan de antemano que algo fracase, no se arriesgan a sufrir una desilusión.  Son pesimistas y se deprimen con facilidad. Suelen ser intolerantes, sólo admiten su punto de vista y consideran errores la visión de los demás.  Tienen supersticiones personales.  Otros, los optimistas ingenuos, piensan que si pasa algo bueno, siempre sucederán cosas buenas.  Aunque suelen caer bien a los demás, tienen una visión simplista de la vida, evitan las realidades desagradables y no toman las debidas precauciones.

CÓMO SER UN PENSADOR POSITIVO:

  • Identifica tus pensamientos automáticos: ante una situación, por ejemplo, alguien critica tu trabajo, presta atención a lo que te dices a ti mismo (‘me ha insultado’); a las imágenes mentales que surgen en tu cabeza (‘he hecho el ridículo ante todos’); y a cómo lo que te dices e imaginas influye en tus sentimientos (‘soy un desastre, no sirvo para nada’).
  • Identificar tus procesos mentales secundarios: son otros pensamientos automáticos que siguen y son consecuencia de los primeros: ‘me las vas a pagar’ o ‘tal vez no ha sido un insulto’ o ‘tengo que mejorar’.
  • Identifica tus respuestas conductuales: tu comportamiento depende de lo que has pensado: puedes insultar a quien te criticó; trabajar más, no hacer nada…
  • Identifica tus zonas sensibles: son las situaciones que te sacan de quicio y ante las cuales reaccionas con más intensidad.  Son un indicio de que tu pensamiento es inadecuado y necesitas mejorarlo (miedo al rechazo, al fracaso).

CONCÉNTRATE EN LO POSITIVO:

  • Haz unas cuantas respiraciones lentas y profundas, llevando la atención a tu respiración.
  • Concéntrate en tus pensamientos. Imagínatelos flotando en tu mente como hojas en la corriente del viento.
  • Si algún pensamiento negativo persistente o alguna preocupación te angustia, inspira y ten una visión de la imagen del aire entrando en tu mente, envolviéndose alrededor de tus preocupaciones.
  • Exhala y sopla echando fuera de ti esos pensamientos incómodos. Hazlo las veces que haga falta.
  • Después, imagina esos pensamientos negativos volando hacia una lugar mágico donde serán corregidos y cambiados por otros positivos.
  • Si algún pensamiento o preocupación persiste y no puedes lanzarlo hacia la fuente, mantén en tu mente la visión de una caja con tapa. Encierra tus pensamientos en esa caja. Prométete a ti mismo que abrirás la caja más tarde y analizarás ese pensamiento cuando estés más calmado.

‘Más importante que tener una mente positiva es tener una mente silenciosa’.  Deepak Chopra.

La lluvia también puede ser protagonista en París: “No tengo el poder para controlar el clima. Si llueve pensaré que es una ventaja para mí, si sale el sol, también. Siempre hay que pensar positivo”. Rafael Nadal (4-6-11). Final ganada por Nadal el 5-6-11.