Segunda charla en Eddington. 14 de junio de 1936

Advaita

P: en el libro titulado El iniciado en el Ciclo Sombrío, se afirma que lo que usted enseña es filosofía Advaita [no dualidad. La doctrina advaita es una rama no dualista del hinduismo que afirma la unidad entre las almas (atman) y la divinidad (Brahman)], la cual es sólo para yoguis y ‘chelas [maestro espiritual]’ y resulta peligrosa para el individuo corriente. ¿Qué tiene que decir a este respecto?

Krishnamurti:

Por cierto, si yo considerara que lo que digo es peligroso para la persona corriente, no hablaría. Así que a ustedes les corresponde considerar si lo que digo es peligroso.

Las personas que escriben libros de esta clase, consciente o inconscientemente explotan a los demás. Tienen sus propios intereses personales y, habiéndose comprometido con cierto sistema, introducen la autoridad de un Maestro, de la tradición, de la superstición, de las iglesias, todo lo cual controla generalmente las actividades del individuo.

¿Qué hay, en lo que digo, que sea tan difícil o peligroso para el hombre común? Digo que si ha de haber amor, bondad, consideración, no puede haber egoísmo, no deben existir sutiles formas de escapar de lo real por medio del idealismo. Digo que la autoridad es perniciosa, no sólo la autoridad impuesta por otro, sino también la que se ha desarrollado inconscientemente a causa de la acumulación de recuerdos autoprotectores, la autoridad del ego. Yo digo que uno no puede seguir a otro para comprender la realidad. Por cierto, todo esto no es peligroso para el individuo, pero es peligroso para el hombre que se halla comprometido con una organización y quiere mantenerla, para el que desea adulación, popularidad y poder. Lo que digo respecto del nacionalismo y de las distinciones de clase, es peligroso para el hombre que se beneficia con las crueldades y la degradación que eso implica. La comprensión, la iluminación, es peligrosa para el hombre que, sutil o groseramente, disfruta los beneficios de la explotación, la autoridad y el temor.