Segunda charla en Bombay. 25 de enero de 1948

Conciencia

  •  P: usted dice que podemos permanecer alerta incluso mientras dormimos. Por favor, explíquelo.

Krishnamurti:

La conciencia se compone de muchas capas. No es tan sólo una capa superficial. Está compuesta de propósitos ocultos, motivos no revelados, problemas no resueltos, tradición, memoria, el impacto del pasado sobre el presente, la continuación del pasado, a través del presente, hacia el futuro; todo esto y más es la conciencia. No se trata de una teoría, sino que estamos estudiando lo que es. La conciencia es realmente esto. Las numerosas capas de recuerdos, los muchos problemas no resueltos que llamamos memoria. Los instintos raciales, el pasado en conjunción con el presente, o sea, el tiempo que da nacimiento al futuro, todo esto es la conciencia.

Ahora bien, la mayoría de nosotros está funcionando dentro de las capas superficiales de la conciencia. Como veo que algunos de ustedes no se interesan en lo que estoy diciendo, tengan la bondad de escucharlo simplemente como información. Pero si quieren examinarlo más a fondo, verán que se trata de un hecho. Reitero que no he estudiado ningún tipo de libros religiosos o psicológicos. No uso ninguna de las jergas de los psicólogos. Al estar alerta a nosotros mismos, descubrimos todo esto y cosas más importantes. En nuestro propio ser está la totalidad de la sabiduría. El conocimiento propio es el principio de la meditación, y sin conocimiento propio no hay recto pensar. Sin conocimiento propio, el pensar carece de base. Estamos explotando la conciencia, y ustedes pueden explorarla mientras estoy hablando; estén atentos y experimenten, no sólo de manera verbal.

Como estuve diciendo, casi todos funcionamos en las capas superficiales de la conciencia; por eso permanecemos siendo muy poco profundos y nuestra acción genera más confusión e infelicidad. Nos liberamos del dolor únicamente cuando la totalidad de la conciencia ha sido comprendida a fondo y por completo, lo cual no es una cuestión de tiempo dado que funcionamos dentro de las capas superficiales de la conciencia, es natural que la acción cree problemas y que tal acción jamás pueda resolverlos. Estas capas superficiales son siempre el campo generador de los problemas. Casi todas nuestras actividades cotidianas son las respuestas de estas capas superficialmente cultivadas. Ahora bien, cuando uno tiene un problema, trata de resolverlo de manera superficial, atormentándose con él, luchando con él como un perro con un hueso; sin embargo, no encuentra la solución correcta. Entonces, ¿qué ocurre? Se va a dormir con el problema, y cuando despierta, o ha visto una nueva manera de considerarlo, o lo ha resuelto. En esto no hay nada extraordinario ni misterioso. Las capas superficiales de la conciencia han reflexionado durante el día sobre este problema, intentando interpretarlo conforme a sus requerimientos y prejuicios inmediatos. Durante lo que llamamos sueño, la conciencia superficial está en cierto modo quieta, relajada, transitoriamente inactiva. Entonces, dentro de esa capa superficial, lo oculto proyecta sus sugerencias, que se convierten en la solución. Así, cuando uno despierta y la capa superficial se torna activa, el problema es reexaminado y comprendido. Este proceso no está reservado a los ocultistas ni a los expertos en interpretar sueños. Es, en la vida de todos los días, un hecho obvio que podemos observar por nosotros mismos, que usted mismo puede observar. Las capas superficiales pueden ser aquietadas durante el día, y el problema se comprende directamente si uno está abierto a las insinuaciones de las capas ocultas de la conciencia.

El punto siguiente contenido en esta cuestión, son esas insinuaciones que envían las capas ocultas de la conciencia. La mayoría de la gente vive una existencia superficial, sin percibir las inmensas fuentes ocultas, los tesoros de importancia extraordinaria, sin percatarse del gran deleite y júbilo del vivir. A causa de que no percibimos, durante las horas de vigilia, estos movimientos, ellos aparecen en forma de sueños cuando estamos dormidos. Dado que las capas superficiales de la conciencia están activas mientras nos hallamos despiertos y no reciben las sugerencias de lo oculto, tales sugerencias se convierten en sueños. Estos sueños necesitan interpretación, y entonces interviene el experto que los interpreta, y el experto se vuelve importante. No hace falta interpretación alguna si hay un contacto constante y directo con las capas ocultas de la conciencia. Esto puede suceder sólo cuando la mente tiene un espacio, un intervalo entre pensamiento y pensamiento, entre acción y acción.

Después, el otro punto involucrado en esta cuestión es el de la experiencia subjetiva, tal como la conversación sostenida con otro, el recuerdo de palabras, de escenas y de diversas actividades. No sé si a usted le ha sucedido que, al despertar, recuerda que ha sostenido una larga conversación con alguien, y acuden a su memoria palabras, o una palabra de extraordinaria fuerza y significación; o recuerda haber tenido una discusión con un amigo, con un gurú, con un Maestro, etc. Y bien, ¿qué son todas estas actividades o experiencias subjetivas? ¿No se encuentra todo esto dentro del campo de la conciencia y por lo tanto, es la conciencia que se proyecta a sí misma, lo cual es traducido luego, cuando despertamos, como una conversación, una instrucción recibida de un Maestro, etc.? Pero la discusión y el Maestro siguen estando dentro del campo de la conciencia; por lo tanto, son una proyección de sus propios contenidos, tales como un Maestro, una palabra, una escena, a todo lo cual la conciencia asigna un significado.

De modo que el recuerdo de un suceso dentro del campo de la conciencia, es aún una insinuación o proyección del pensamiento y, en consecuencia, un producto del pensamiento; por consiguiente, no es lo real. La realidad se manifiesta cuando cesa el pensamiento, cuando el pensamiento ha dejado de crear.

El otro punto que contiene esta cuestión es si, mientras dormimos, es posible encontrarse objetivamente con una persona. ¿Qué es tal persona? La persona es, obviamente, pensamiento identificado. La persona objetiva con la que uno se encuentra en el sueño, es sólo el pensamiento que uno ha proyectado y que se identifica con esa persona. Este pensamiento identificado es el que uno encuentra objetivamente. Uno mismo es también pensamiento identificado que se está proyectando constantemente. El pensamiento, que es como una onda, recibe una identidad, un nombre; y con eso me encuentro objetivamente, eso es lo que asume la forma de una persona.

Pero, todas estas explicaciones no tienen, en absoluto, ningún sentido sin el conocimiento propio. Usted podrá repetir lo que yo dije, pero la repetición es una mentira; es mera propaganda y no es verdadera. Estas cosas deben ser experimentadas. La división entre las capas superficiales de la conciencia y las capas más profundas, es muy estrecha. Puesto que casi todos estamos ocupados con la conciencia de vigilia, con sus preocupaciones, con el ganarnos la subsistencia, con las tensiones de la relación, con la ansiedad de la creencia (…) todas estas cosas impiden la exploración de nosotros mismos en niveles más profundos. Uno no puede ahondar conscientemente en las capas más profundas de la conciencia porque, cualquier acción que provenga de la mente superficial, se convierte en un obstáculo para el descubrimiento de las capas más profundas. Pero, cuando la mente consciente está quieta, lo oculto se proyecta rápidamente a sí mismo. En esos silenciosos instantes, cuando lo oculto entrega su sugerencia, hay un júbilo nuevo, una nueva comprensión. Este júbilo y esta comprensión los trasladamos a la acción inmediata, o deseamos que el júbilo se repita. Este anhelo de repetición impide sugerencias ulteriores y un júbilo nuevo y creativo.

Lo importante es comprender que no puede haber recto pensar y, por lo tanto, recta acción, sin conocimiento propio. Este conocimiento no se limita a las capas superficiales, sino que es la comprensión completa del proceso total de la conciencia. Tal comprensión no es un asunto de tiempo. Si existe el propósito de comprender, entonces hay percepción, y la urgencia de ese propósito depende de la honestidad. La percepción alerta y pasiva expone las más recónditas profundidades de la conciencia. El descubrimiento y la experiencia de lo que es trae consigo el júbilo creativo. Cuando comprendemos lo que es, sin interpretarlo, surge a la existencia la verdad, y esta verdad nos libera.